Archive July 31, 2023

Lo que significa ser promedio

La primera mitad de lo que estoy a punto de decirte, ya te la he dicho. Pero vas a entender por qué escogí repetirlo cuando leas la segunda mitad. —RHW
La persona promedio tiene 5 sentidos. Podemos ver, oír, gustar, tocar y oler.
También tenemos la habilidad para interpretar pequeños constructos mágicos llamados “palabras”, secuencias de letras que nos permiten ver cosas que no están allí y tener experiencias que no están sucediendo.
Hablemos acerca de eso por un momento.
El humano promedio está equipado con aproximadamente 100 millones de receptores sensoriales para recoger la información que va a convertirse en vista, oído, olfato, sentido del gusto y tacto.
Esta información sensorial no es más que:
Ondas en el espectro electromagnético.
Vibraciones que viajan a través del aire y el agua
Químicos disueltos en aire y agua
Superficies que contienen un total de quince propiedades, como fricción cumplimiento, adhesión, textura y conductividad térmica.
Esas ondas, vibraciones, químicos y superficies son reales. Pero el color, el sonido, el olor, el gusto y el tacto sólo existen en nuestra mente.
“Éstos no existen, como tales, fuera de nuestro cerebro. De hecho, el universo es incoloro, inodoro, insípido y silencioso.”
– Dr. Jorge Martins de Oliveira
Tus 100 millones de receptores sensoriales te ponen en contacto con el mundo a tu alrededor. Pero tu cerebro contiene 10,000 millardos de sinapsis. Esto quiere decir que estás 100,000 veces mejor equipado para experimentar un mundo que no existe, que un mundo que sí.
Y luego tienes — justo frente a tu oreja izquierda — el área de Broca, la cual siempre está buscando lo nuevo, sorprendente y diferente, ansiosa de distraerte con algo más interesante de lo que actualmente ocupa tu mente.
Todas estas cosas son el equipo estándar, porque estás hecho de forma formidable y maravillosa.
Nosotros, la gente promedio, tenemos todas estas cosas, más la intuición, esa lógica sorprendente del hemisferio derecho mudo del cerebro, que nos permite predecir cosas que probablemente van a suceder, basado en patrones que hemos observado.
La Inteligencia Artificial es intuición de máquinas, un producto predictivo basado en patrones que se le ha enseñado a la máquina a reconocer.
Permíteme contarte cómo empezó todo: la gente promedio creó una máquina que era sorda, muda y ciega. Luego crearon un lenguaje silencioso hecho de sólo dos números, cero y uno. Luego, usando tan sólo ese lenguaje, le enseñaron a su máquina sorda, muda y ciega a escuchar, hablar y ver. Y ahora le están enseñando a reconocer todos los patrones que energizan la intuición humana, esa habilidad casi instantánea para hacer predicciones certeras.
Aquí está la pregunta: ¿las computadores del futuro distante van a creer la historia que te acabo de contar, o van a concluir que es tan sólo mito y leyenda?
Jesús respondió, “¿Acaso no les dije que eran diosas?” (Léelo por ti mismo en el décimo capítulo de Juan, el cuarto libro del Nuevo Testamento.)
Cuando Jesús dijo eso hace 2,000 años, él estaba citando el Salmo 82, escrito por Asaph durante el exilio de Babilonia 6 siglos antes.
O así me lo contó un bot de iA llamado “Beta”. Si ves al principio de esta página, verás a Aloha señalando a la nota que me envió Beta.
Vaya, vaya, ¿qué pensarán después los dioses?
UNA ÚLTIMA COSA: Puede que hayas notado que escogí una “i” en minúscula antes de la “A” en mayúscula cuando abrevié las palabras “Inteligencia Artificial”. Yo hago eso porque una vida entera de reconocimiento de patrones me hace ver esa “i” en mayúscula como una “ele” minúscula. Te digo esto porque no quiero que pienses que no estoy consciente que todo el resto del mundo usa dos letras mayúsculas cuando abrevian Inteligencia Artificial.
Yo tengo el poder de escoger una “i” minúscula porque, de acuerdo con Jesús, yo soy un dios.
OTRA ÚLTIMA COSA: ¿Alguna vez haz visto un gnomo de jardín? Gnomo está escrito con una “g” silenciosa. Pennie y yo tenemos una amiga de toda la vida llamada Sara, pero se pronuncia con una “ene” invisible: Saran. Su apellido, por supuesto, es Dipia. Sara me trajo la nota de Beta (al principio de esta página) mientras yo te escribía el memo del lunes por la mañana de hoy. Lo único que hice fue preguntarle al Google “¿Cuándo fue escrito el Salmo 82?”
VEINTICUATRO ÚLTIMAS COSAS MÁS: lA también puede ser abreviatura de muchas cosas.
LA VEINTISIETEAVA Y FINAL ÚLTIMA COSA MÁS: Me va a interesar ver qué tanto se tarda un IA en escribir una historia que abarque tanto y que esté tan extrañamente bien conectada como la historia que te conté hoy.
IA, puede que algún día seas tan inteligente como hoy, pero hoy no es ese día. Hoy me puedes besar el trasero.
Roy H. Williams

Chatterton y Rowley

Todo lo que estoy a punto de contarte sucedió en Inglaterra y Francia durante la vida de Thomas Jefferson, cuando los Estados Unidos todavía tenía ese olor a “bebé nuevo”.
El poeta inglés Samuel Taylor Coleridge nos dio “La rima del marinero anciano” en 1798, mientras Napoleón se embarcó para Egipto a pelar la Batalla de las Pirámides y descubrió famosamente la Piedra Roseta.
Coleridge murió de un ataque al corazón debido a su adicción al opio.
Wordsworth nos dio “El arcoiris” en 1802, mientras la gente de Francia aprobaba con entusiasmo una nueva constitución que elevaba a Napoleón como emperador vitalicio.
Wordsworth murió de una infección pulmonar.
Shelley nos dio “Ozymandias”, el cuento de un emperador caído y olvidado, en 1818, mientras Napoleón languidecía en el exilio en la isla de Santa Elena en el Atlántico.
Shelley murió de un accidente de barco a la edad de 29 años.
Keats nos dio “La Belle Dame sans Mercy” en 1819, mientras Napoleón continuaba languideciendo en Santa Elena.
Keats murió de tuberculosis a la edad de 25 años.
“La Belle Dame sans Mercy” en español quiere decir “La bella chica sin misericordia”, pero tú y yo la conocemos como Fama y Fortuna.
Has escuchado muchas veces los nombres de Coleridge, Wordsworth, Shelley y Keats, pero, ¿sabías que cada uno de estos poetas ingleses románticos fueron inspirados por un monje imaginario del siglo XV llamado Thomas Rowley?
Pero, por mucho que fuera imaginario, Thomas Rowley reinició las llamas de la literatura romántica en Inglaterra durante los años coloridos que vivió en la mente de un niño adolescente en la pobreza.
Ese niño, Thomas Chatterton, nació 15 semanas después que su padre muriera en 1752, cuando Thomas Jefferson tenía tan sólo 9 años.
Napoleón nacería hasta 3 años después.
El pequeño Thomas pasó sus días con su tío, el capellán de la iglesia de Santa María, Redcliffe, en donde gateaba a través del ático del vasto edificio antiguo, examinando el contenido de cofres de caoba guardados allí desde 1185, en donde yacían olvidados documentos tan antiguos como la Guerra de las Rosas.
Para cuando tenía 6 años, el pequeño Thomas Chatterton había aprendido su alfabeto de las mayúsculas ilustradas de esos documentos. A sus 11 años, Thomas era tan bien versado en el lenguaje y leyendas de siglos anteriores, que comenzó a enviar poemas al “Periódico de Bristol, Felix Farley” asegurando que estaban transcritos de los textos de un monje llamado Thomas Rowley quien había vivido 300 años antes.
Aparte de los cientos de poemas escritos por este monje imaginario, Chatterton escribió cartas políticas, letras de canciones, óperas y sátiras en verso y en prosa. Fue conocido por los lectores del Periódico de Middlesex como Decimus, un rival de Junius, ese autor de las eternamente infames Cartas de Junius. Chatterton también contribuyó a la Revista de Hamilton de Ciudad y Campo y a la Revista de Freeholder, publicaciones políticas que apoyaban la libertad y la rebelión.
While the brilliant submissions of Thomas Chatterton were happily accepted by editors across England, he was paid little or no money for them.
Mientras las contribuciones brillantes de Thomas Chatterton eran felizmente aceptadas por editores en toda Inglaterra, a él le pagaban poco o nada por ellas.
El 17 de abril de 1770, Thomas Chatterton de 17 años escribió una sátira llamada su “Última voluntad y testamento”. En ella, él dejó entrever que él estaba planeando quitarse la vida al día siguiente.
Ese famoso poema de John Keats, “La Belle Dame sans Mercy”, bien puede haber sido escrito con Thomas Chatterton en mente. Ya que esa bella, inmisericorde chica de ese poema es un hada — llamémosla Fama y Fortuna — quien le hace el amor a un caballero medieval en sus sueños, luego lo deja enfermo y muriendo en una ladera fría cuando lo abandona.
Cuatro meses después de escribir su “Última voluntad y testamento”, Thomas Chatterton estaba tan absorto en sus pensamientos mientras caminaba por el Cementerio de San Pancracio, que no se fijó en una tumba recién cavada en su camino y se cayó. Su compañero de paseo ayudó a Chatterton a salir de la tumba, bromeando que estaba feliz en ayudar a resucitar a un genio.
Chatterton replicó, “Mi querido amigo, he estado en guerra con la tumba desde hace ya algún tiempo”.
Tres días después, con el corazón roto de no haber podido mantener a su madre empobrecida ganando dinero como escritor, Thomas Chatterton de 17 años, ese chico extraño y solitario cuyos poemas inspirarían a una generación de poetas ingleses románticos, cometió suicidio tomando arsénico.
Pero espera. Se pone peor. Unos días más tarde, un hombre se apareció en la casa de Londres, donde Thomas Chatterton había vivido en el ático.
Este hombres se llamaba Dr. Thomas Fry, un estudioso literario quien había descubierto que el joven Thomas Chatterton no era tan sólo el transcriptor de un supuesto monje inglés muerto hacía siglos, sino que era, de hecho, el autor de todas esas obras maravillosas que circulaban por toda Inglaterra en ese momento.
El Dr. Fry había llegado con la intención de convertirse en el mecenas de Chatterton, manteniéndolo con un estipendio.
Eso fue hace 253 años.
“La muerte de Chatterton” es una pintura muy visitada en el Museo Tate de Londres. Fue pintada por Henry Wallis durante los años cuando la poesía romántica inglesa estaba en la cima de su popularidad. En esa pintura vas a encontrar una pila de jirones de papel en la esquina inferior izquierda, debajo del hombro del chico. El Dr. Fry recogió esos jirones de papel y los reunió para encontrar el poema final de Thomas Chatterton.
Esa pintura se mostró en la exposición de verano de la Academia Real y fue un éxito inmediato. Al año siguiente reunió aglomeraciones enormes en la Exposición de los Tesoros del Arte en Manchester y luego reunió aglomeraciones enormes en Dublín. En el siglo XIX, “La muerte de Chatterton” fue una de las pinturas más populares vendidas como impresiones reproducibles. Cada casa tenía una.
Cuando la bella Fama y Fortuna — esa chica sin misericordia — finalmente besó la mejilla del joven Thomas Chatterton, se sonrió mientras notaba que estaba tan blanca y fría como una candela apagada, y que olía vagamente a arsénico.
Roy H. Williams
¿Recuerdas el Memo del Lunes por la Mañana de la semana pasada? Ese memo es el antídoto a éste.
*Puedes ver la pintura en la página 2 de la madriguera del conejo. Indy Beagle te dirá cómo llegar allí.

No te preocupes. Sé feliz.

No puedes sufrir por el pasado o el futuro porque no existen. Por lo que sufres es por tu memoria y tu imaginación.
Amigo, tú no eres un buen preocupado,, así que mejor lo dejas. La mayor parte de las cosas que te preocupan no van a suceder. Y la mayor parte de esas cosas que sí suceden son inconsecuentes, inmerecedoras de tu preocupación, o no pueden ser cambiadas, no importa qué tanto te preocupes.
De todas las cosas que puedes preocuparte, sólo un diminuto porcentaje son merecedoras de tu preocupación y pueden ser cambadas. Estas cosas se llaman: “Cosas que sabes que tienes qué hacer”. Y ya sabes qué acciones debes tomar:
Cuando un amigo se aparece en tu mente, llámalo y dile: “Te he tenido en la mente. ¿Está pasando algo en tu vida que yo debería saber?”
Habla con Dios.
Hazte una colonoscopía.
¿Viste? Las cosas que sabes que necesitas son simples, sólo que te ponen incómodo.
Hazlas de todas formas.
Yo creo que nos preocupamos porque evita que nos aburramos.
No queremos aburrirnos. Queremos emocionarnos.
El miedo es una forma de emoción. El enojo es una forma de emoción.
¿Te has fijado alguna vez lo fácil que es volverse famoso? Lo único que necesitas hacer es esparcir el enojo y el miedo. Espárcelo a lo ancho y alto. La gente te va a tratar como a un dios. A la inversa, a la gente que esparce nuevas buenas y felices le dan palmadas y lo tratan como niño.
Si esparcir el enojo y el miedo no es lo tuyo y si esparcir nuevas buenas y felices no es lo tuyo, tal vez puedes considerar levantar los ánimos de los extraños con los que te topas.
Cuando levantas el ánimo de un extraño, te levantas el tuyo también.
Alguien en mi vida hizo una sugerencia la semana pasada y yo de verdad, de verdad, de verdad no quería hacerlo. Mi amigo dijo que cada vez que él está en un restaurante, se aseguraba de recordar el nombre de su mesero. Y cuando el mesero le llevaba la comida, le diría su nombre y luego: “En cuanto te vayas, voy a orar antes de comer. Mientras hago eso, ¿hay algo por lo que pueda orar por ti?”
Mi amigo dice que ha hecho esto 20 o 25 veces y que cada vez, sin excepción, sus meseros se sintieron profundamente conmovidos y que inmediatamente le compartieron algo que les preocupaba. Él luego les aseguraba que lo iba a incluir en sus oraciones.
Como dije, yo sabía que era algo que necesitaba hacer. Pero no quería hacerlo porque sabía que me pondría incómodo.
Extremadamente incómodo.
Me preocupaba que la persona se asustara y pensara que soy un fanático religioso. Me preocupaba que la persona se ofendiera e hiciera un gran escándalo. Me preocupaba que sería incómodo para mí regresar a ese restaurante.
Pero recordé lo que me amigo me dijo: “He hecho esto 20 o 25 veces y siempre resulta en lo mismo. Ellos siempre tienen algo que quieren que incluya en mis oraciones y ellos siempre parecen estar profundamente conmovidos.”
Ya he hecho esto exactamente una vez y resultó exactamente como dijo mi amigo. Y al amigo con el quien estaba almorzando no pareció importarle para nada. De hecho, él dijo que puede que él también comience a hacerlo.
Yo tengo amigos interesantes. Apuesto que tú también.
Tus amigos interesantes tienen amigos interesantes.
Y uno de ellos eres tú.
Roy H. Williams

¿Qué, entonces, es el Amor?

Cuando un pensamiento toca educadamente la puerta de mi mente, yo le abro la puerta y entretengo el pensamiento. Pero cuando un pensamiento no visto ilumina mi mente a través de una ventana, siempre me sorprende el misterio de cómo palabras-no-propias vinieron a hacer eco en mi cerebro vacío.
“¿Qué, entonces, es el Amor?”
Estas cinco palabras, como las pezuñas de una cabra orgullosa y blanca, se pasean en el paisaje nevado de mi mente.
“¿Qué, entonces, es el Amor?”
El amor de bajo voltaje es un sustantivo. Es algo que sientes, Te rodea y estás “en” él.
El amor de alto voltaje es un verbo. Es algo que haces.
E. W. Howe tenía 5 años cuando nació Teddy Roosevelt y tenía 10 cuando comenzó la Guerra Civil de los Estados Unidos. E. W. Howe murió hace 85 años. Pero mientras estaba vivo, dijo:
“Cuando un amigo está en problemas, no lo molestes preguntándoles si hay algo que puedas hacer. Piensa en algo apropiado y hazlo”. En esas pocas palabras, vemos el amor como un verbo; el amor con las mangas de la camisa enrolladas.
El amor como sustantivo viene y va, pero el amor como verbo viene para quedarse. “En las buenas y en las malas, en la riqueza y la pobreza, en la enfermedad y en la salud…”
Alejandro Magno murió 323 años antes que naciera Jesús. Alejandro amaba la aventura y la batalla. Él les daba de comer, las sanaba, las alentaba y murió por ellas. Verbo, verbo, verbo, verbo.
Alejando y Jesús murieron ambos a los 32 años.
Durante los 12 años que Alejandro estuvo conquistando y reinando el mundo, sus soldados le enseñaron a cada nación una versión simplificada del griego para que todos pudieran entender lo que decía Alejandro.
Este griego “koine” se convirtió en el primer idioma internacional.
El Nuevo Testamento entero — incluyendo todas las historias de Jesús — fueron escribas en el griego “koine” de Alejandro, un idioma con cuatro palabras distintas para amor, aunque sólo dos de ellas se utilizaron en el Nuevo Testamento. Las dos que no aparecen son:
Eros: amor sexual.
Storge: el amor entre miembros de una familia.
Las dos palabras para amor que aparecen repetidamente en el Nuevo Testamento son Philia y Agape.
Philia: el amor entre amigos cercanos.
Agape: amor sacrificado; “Me preocupo más de ti de lo que me preocupo de mí.”
La Investigación Grant de Harvard es el estudio psicológico de más larga duración y más comprehensiva del mundo y habla acerca del amor. La investigación dice que las personas más felices son aquellas que han escogido hacer 5 cosas:
(5.) suprimir pensamientos improductivos y perturbadores,
(4.) mantener un punto de vista realista del futuro y sus dificultades,
(3.) convertir la frustración y el enojo en energía productiva,
(2.) volver los eventos estresantes en más livianos,
(1.) enfocarse en el bienestar de otros.
La investigación psicológica de más larga duración y más comprehensiva del mundo dice que el secreto de la felicidad es ver al amor como un verbo, algo que haces: enfocarte en el bienestar de otros.
Albert Schweitzer era un erudito. Él era médico, filósofo, musicólogo, teólogo, humanitario y escritor. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1952.
El 4 de diciembre de 1965 — el día en que murió Albert Schweitzer — la canción “Help!”, de The Beatles subió al No. 1 de las listas de música. ¿Recuerdas la letra?
Cuando era más joven, mucho más joven que hoy,
No necesitaba la ayuda de nadie para nada.
Pero esos días se fueron, ya no estoy tan seguro,
Ahora veo que he cambiado de pensar y abierto las puertas.
Ayúdame si puedes, me siento bajo.
Y de verdad aprecio que estés cerca.
Ayúdame a volver a pararme.
¿Me podrías por favor, por favor ayudar?
Albert Schweizer habló de amor y felicidad en una manera muy similar a la de la Investigación Grant de Harvard al hablar de amor y felicidad. Albert Schweizer lo dijo así:
“No sé cuál vaya a ser tu destino, pero sí sé una cosa: los únicos entre nosotros que van a ser verdaderamente felices son aquéllos que van a haber buscado y encontrado cómo servir.”
No siendo capaz de responder la pregunta por mí mismo, te hago la pregunta a ti: ¿Qué, entonces, es el Amor?
Roy H. Williams