Archive August 29, 2016

La Recurrencia del Canguro

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La Recurrencia del Canguro 

¿Por qué saltan las canciones viejas en nuestros cerebros? No las hemos escuchado en décadas – y muchas veces ni nos gustaba la canción – allí está, llenando el cuarto de los ecos del círculo auditivo de la memoria de trabajo en las áreas de asociación prefrontal dorsolaterales de nuestros cerebros.

“…smokin’ cigarettes and watchin’ Captain Kannnng-aroo,

now don’t tell meeeeeeee I’ve nothin’ to dooooo….” 

Le susurré todo lo que me recordaba a Google.

Google me susurró de vuelta, “The Statler Brothers, Flowers on the Wall, 1966. Ganó el Grammy por `Mejor Actuación de un Grupo de Vocalistas.´”

Para sacarle el jugo a tu publicista, mándalo a su lugar de pensamientos ridículos e irrelevantes.

No lo pienses demasiado y no te molestes con ellos cuando la mayor parte de tus pensamientos pasajeros sean ignorados. Porque ocasionalmente, de vez en cuando, uno de esos pensamientos pasajeros va a convertirse en un anuncio fabuloso para tu negocio.

Yo estaba tratando de sacar “Captain Kannnng-aroo” de mi mente cuando escuché el *ding* del correo de mi computadora. Era Ken Goodrich, el dueño de Goettle.

Miércoles.

Ken también estaba pensando en Captain Kangaroo.

Convertí el correo de Ken en un anuncio para radio de 60-segundos.

“Captain Kangaroo es la razón por la cual yo soy dueño de Aires Acondicionados Goettl. Yo sé que eso suena extraño, pero es cierto. Yo soy Ken Goodrich. Y sucedió así. Cuando yo era un niño, mi familia tenía una televisión Zenith grande que era del tamaño de un pequeño hipopótamo o de un poni de patas muy cortas. Tú probablemente también tuviste una. 

En fin, el Capitán siempre estaba hablando acerca de las bicicletas Schwinn y qué las hacía MEJORES que cualquier otra. Sentado allí en el suelo, de piernas cruzadas, el Capitán me convenció de siempre comprar BUENA calidad hecha con VERDADERA maestría porque trabaja mejor, dura más y te ahorra dinero. Cuando de aires acondicionados se trata, eso es Goettl. Pero espera, se vuelve más extraño. Yo sólo contrato técnicos e instaladores que me recuerdan al Sr. Green Jeans.

Feliz. Trabajador. Él sólo quiere que estés contento. Llama a Goettl. Te mantendrá frío, pero es difícil de escribir. Y si miras a uno de mis técnicos, pídeles una linterna Goettl. Encontrarás el número en goettl.com

Me has escuchado decir: “El entretenimiento es la moneda que compra la atención del público.” Y éste es un ejemplo de eso.

Aquí te digo cómo agarrar un correo de un cliente que divaga y convertirlo en un anuncio muy entretenido:

1Abre tu anuncio desde un ángulo interesante.
Esto aplica a las primeras frases, así como los titulares impresos y en línea.

Cómo va a dejar de escuchar la gente un anuncio que comienza con “El Capitán Kangaroo es la razón por la que soy dueño de Aires Acondicionados Goettl”.

2Haz una propuesta entretenida.
No entretengas y luego propongas. Haz toda la propuesta entretenida. “…una televisión Zenith grande que era del tamaño de un pequeño hipopótamo o de un poni de patas muy cortas”. 

3Haz que el lector/oyente/público se mire a sí mismo en tu anuncio.

“Your family probably had one, too.” 

4When appropriate, tell WHY you are the way you are. Cuando sea apropiado, cuenta POR QUÉ eres como eres.  (Tu Génesis.)

“Sentado allí en el suelo, de piernas cruzadas, el Capitán me convenció de siempre comprar BUENA calidad hecha con VERDADERA maestría porque trabaja mejor, dura más y te ahorra dinero.

5Ahora agrégale “una cosa más” como la guinda del pastel.
“Pero espera, se vuelve más extraño. Yo sólo contrato técnicos e instaladores que me recuerdan al Sr. Green Jeans.”

6Termínalo de una forma que no sea dolorosamente predecible.

“Y si miras a uno de mis técnicos, pídeles una linterna Goettl.”

¿Necesitas un poco de ejercicio intelectual? Pídele a un amigo de negocios que te comparta un recuerdo de la infancia vívido en un correo. No le digas qué estás planificando hacer. Sólo pídele que te comparta una historia que “le haya enseñado una lección valiosa que nunca ha olvidado.” Y luego convierte ese correo en un anuncio para radio de 60 segundos. Si te sientes orgulloso de lo que escribiste y lo puedes leer en voz alta en exactamente 60 segundos, envíale el guión a Indiana Beagle (o el MP3) y el lo posteará feliz en la madriguera del conejo. Indy@WizardOfAds.com

¿Te apuntas?

Roy H. Williams

 


¿Quién Tiene Tiempo Para ir de Compras?

¿Quién Tiene Tiempo Para ir de Compras?

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Los Cognoscenti se recordarán de dos grandes enunciados que destellaban en la pantalla detrás de mí durante los primeros momentos del Taller de los Mundos Mágicos de la Comunicación:

“Lo opuesto de a un enunciado correcto es un enunciado falso. Pero lo opuesto a una verdad profunda puede ser otra verdad profunda.”

  • Niels Bohr, físico

“El test de una inteligencia de primera clase es la habilidad para mantener dos ideas opuestas en la mente al mismo tiempo y aún así retener la habilidad de funcionar.”

– F. Scott Fitzgerald, escritor

Estos dos enunciados acerca de Donald Trump parecen ser mutuamente exclusivos hasta que nos damos cuenta que ninguno de los dos pretende describir a TODA la gente. Gente distinta siente distinto.

Esto lo entendemos cuando se trata de política.

Pero deja que la discusión se convierta en publicidad y pronto vas a escuchar voces comenzar a hablar de Milenials y Gen-Exers y Baby Boomers como si todos los miembros de un grupo de nacimiento estuvieran obligados a tomar sus decisiones basándose en un set compartido y único de valores determinado por el año en el que nacieron.

Es como escuchar a la gente que cree en la astrología. “Tu destino está determinado por tu cumpleaños.”

La única cosa que es más extraña es escuchar a los vendedores al por mayor y distribuidores hablar acerca de las personas involucradas en “N a N” (Negocio a Negocio) como si fueran una especie totalmente diferente. “Roy, yo escucho lo que me dices acerca de utilizar palabras como herramientas de persuasión, pero mi negocio es N a N y lo N a N es diferente. ¿Qué me puedes decir acerca de vender N a N?”

Los enunciados generalizados son el resultado de creer en los estereotipos.

Los estereotipos son atractivos porque nos permiten simplificar realidades complejas.

Los estereotipos son categorías falsas que nos ayudan a sentirnos bien acerca de decisiones estúpidas.

Las personas son extremadamente diferentes.

Las personas todas son iguales.

Ambos enunciados son verdaderos.

Ambos enunciados son falsos.

¿Cómo vas sosteniendo esa inteligencia de primera categoría?

Ahora voy a darte 5 enunciados verdaderos. Algunos van a confirmar tus sospechas y creencias. Otros se te van a atorar en la garganta como una espina de pescado, forzándote a toser y escupir.

Me disculpo de antemano.

1. Tu “cliente apuntado” perfecto probablemente es una categoría falsa.

Esta es una de dos razones por las que tu publicidad tiene un desempeño pobre.

La primera vez que visité las oficinas centrales de Procter & Gamble en Cincinnati, me recibieron calurosamente y me enseñaron el auditorio en el que iba a dar la conferencia. Después que probaron todo el equipo, mi guía me preguntó:

“¿Conoce el slogan oficial de nuestra compañía?”

Negué con la cabeza.

“Confiamos en Dios. Todo el resto, traigan datos.”

En una historia del 9 de noviembre del 2016 del Wall Street Journal, el Oficial en Jefe de Publicidad de Procter & Gamble, Marc Pritchard anunció, “Apuntamos demasiado y nos hicimos demasiado angostos.”

Ejemplo: Las ventas se estancaron cuando P&G dirigió los anuncios de Febreze en FaceBook a los dueños de mascotas y hogares con familia numerosa. Pero las ventas subieron cuando el mismo presupuesto se gastó en llegarle a “cualquiera mayor de 18”.

P&G ha gastado cientos de millones de dólares en pruebas como ésta durante los últimos dos años. El jurado ha regresado con un veredicto: llegar a los que influyen es tan importante como llegarle al que toma la decisión.

¿Ya sentiste la espina de pescado?

2. Los Millenials son fáciles de atraer.

De acuerdo a un artículo del 5 de agosto en el Daily Beast, de Samantha Allen, uno en tres adultos jóvenes todavía vive en la casa de sus padres.

Los teóricos sentimentalistas dicen que esto se debe a que: “Los MIllenials desean espacios seguros.”

Cuando los fabricantes de carros se dieron cuenta que los MIllenials no estaban comprando carros, designaron a “emisarios de la juventud” que se inventaron colores nuevos como “techno pink” y “lona”.

No es “miedo al compromiso” lo que hace que los Millenials no compren carros.

The Economist se preguntó en junio: “¿Por qué los Millenials no están comprando diamantes?” y especuló que era “el tinte de conflicto y explotación” lo que los mantenía alejados.

Pero, de acuerdo a Samantha Allen:

In truth, Millennials are easy to attract. Most of them just don’t have the buying power that most businesses assume they have.

“Los Millenials no son un misterio vasto e inescrutable… la matemática económica básica puede explicar mucho del comportamiento de la generación más joven… Los carros cuestan dinero y los Millenials tienen menos de eso y los diamantes son endiabladamente caros… Así que la próxima vez que tengas una corazonada acerca de por qué los Millenials son como son, pregúntate si la inseguridad económica no sea una mejor hipótesis.”

3. Las compañías crecientes están desesperadas por encontrar empleados.

Espera. ¿No acabamos de decir que uno en tres Millenials todavía viven con sus papás porque son pobres? Sí. Están ahogándose en deudas de la universidad porque les hemos mentido. Les dijimos que un título era la llave para obtener un buen trabajo. Entonces se consiguieron educación pero no tienen habilidades vendibles.

Te sorprendería el número de anuncios de reclutamiento que mis socios y yo escribimos cada semana para nuestros clientes que no pueden encontrar empleados capaces.

Si estás registrado como enfermero o técnico en aire acondicionado, puedes ir a cualquier ciudad en los Estados Unidos y conseguir un trabajo de inmediato con un ingreso arriba del promedio. Yo sé que esto es verdad porque me he pasado los últimos meses arrasando el país en busca de alguno.

4. El tráfico en las tiendas ha bajado, pero las ventas han subido.

La semana pasada hablé con un representante independiente que ha estado vendiendo marcas finas a las tiendas más grandes por más de 20 años.

“Todo el mundo está aterrado por el declive en el tráfico,” dijo él, “pero las ventas no han declinado en realidad.”

Su experiencia es similar a la mía.

El comercio en línea es real y ha devastado a algunas categorías, seguro. Pero para la mayoría de tiendas es tan sólo el coco escondiéndose debajo de la cama.

El tráfico en las tiendas está en descenso y los servicios de negocios de cuentas están fallando porque la gente está reuniendo su información y haciendo comparaciones en línea.

No están comprando en línea tan seguido como están investigando. El resultado es que visitan una única tienda real en vez de tres o cuatro. El tráfico que no estás viendo es el tráfico que se fue a tu competencia.

Tienes que convertirte en la compañía en la que piensa de inmediato la gente y acerca de la que mejor se siente. Así es como incrementas el tráfico. 

5. Los anuncios por radio y televisión están funcionando mejor que nunca.

Sí, estoy consciente que la audiencia de radio ha descendido de lo que era hace 10 años y que la gente está usando sus DVRs para saltarse los anuncios por la tele.

También sé que el entretenimiento es una moneda que te compra la atención del público.

El entretenimiento tiene que – por definición – emplear elementos que son nuevos, sorprendentes y diferentes.

Las bibliotecas de música privada tocan las mismas canciones una y otra y otra vez. Es por eso que estamos gastando menos y menos tiempo escuchando nuestras propias bibliotecas de música.

¿Recuerdas cuando dije que apuntarle a tu cliente perfecto era “una de las dos razones por las que tu publicidad tiene rendimientos pobres”?

La otra razón es porque tus anuncios son predecibles.

La razón por la que son predecibles es porque les estás diciendo a tus clientes potenciales exactamente lo que crees que quieren oír.

Gran error.

Roy H. Williams

El Tiempo y el Dinero son Intercambiables

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El Tiempo y el Dinero son Intercambiables

Siempre podemos ahorrarnos uno, gastando más del otro.

El Tiempo y el Dinero son Intercambiables

Valoramos uno cuando sentimos que nos quedamos cortos del mismo.

El Tiempo y el Dinero son Intercambiables

Gastamos ambos como cera de una candela.

¿Qué es la paciencia sino la quema callada y oscura del tiempo?

¿Qué es el entretenimiento sino la quema deslumbrante y brillante del tiempo?

¿Qué es el juego sino la quema cálida y feliz del tiempo?

¿Qué es la libertad sino la habilidad de quemar el tiempo de cualquier forma que escojamos?

¿Quieres atraer a gente influyente a tu negocio?

Ofréceles pacientemente entretenimiento, juego y libertad.

Van a sentirse atraídos por tu luz

y regresarán como amigos.

Es por eso que una innovadora escuela de publicidad le enseña a la gente cómo convertirse en sommeliers de whiskey.*

La gente influyente está obligada a hacer dinero.

El dinero, para ellos, es un producto representativo del trabajo.

Lo que ellos buscan es libertad, entretenimiento y juego.

Lo que ellos buscan es una forma placentera de pasar el tiempo.

Aristotle Onassis entendía esto.

Ari era un refugiado griego de 17 años que huyó a Buenos Aires en donde comenzó a trabajar como un operador de teléfono en 1923. Éste, en sus propias palabras fue su secreto:

“Asegúrate de estar bronceado, vivir en edificios caros, aún si te tienes que quedar en el sótano, salir a restaurantes caros, aún si sólo te puedes pagar un trago.”

Ari gastó el dinero que hizo como operador de teléfonos en ropa de calidad, una lámpara para broncearse y un único trago cada noche en el bar más ostentoso de Buenos Aires. En unos meses, él se había hecho amigo de toda la gente más importante de esa ciudad. Y con su ayuda, comenzó un negocio de importación de tabaco que le ganó a él, y a ellos, una fortuna.

Allí fue cuando él comenzó a comprar barcos.

Habiendo averiguado que la Compañía Nacional Canadiense de Barcos de Vapor quería vender 2 barcos a precio de chatarra, Ari partió inmediatamente para Canadá y convenció a esa compañía que no sólo le vendiera 2, sino 6 barcos a $US20,000 cada uno. En tan sólo unos años, Ari había amasado la flota privada más grande del mundo y se había convertido en uno de los hombres más ricos y famosos del mundo.

El Aristotle Onassis de diecisiete años sabía instintivamente que la libertad, el entretenimiento y el juego eran las únicas cosas que la gente influyente realmente deseaban. Él conectaba con ellos, no a través del trabajo, sino a través del juego.

Ari se convirtió en un éxito, no porque él supiera cómo gastar el dinero, sino por que él sabía cómo gastar el tiempo, cuando el tiempo era su único activo.

Si no tienes todo el dinero que deseas, tengo tan sólo una pregunta para ti:

¿Cómo estás gastando tu tiempo?

Roy H. Williams

  • Un sommelier de whiskey es un historiador encantado que lleva a la gente a lugares en donde nunca han estado. Equipado con los olores y sabores milagrosos de las épocas y lugares que describe, el sommelier de whiskey es el presidente de un club de conversación cuyos miembros élite sólo se reúnen con invitación. Si tú quieres atraer clientes de primera clase, conviértete en un sommelier de whiskey y sé anfitrión de una reunión semanal en el lugar de tu escogencia. RECUERDA: La gente se siente más cómoda haciendo negocios con gente que les cae bien. 1. Sé agradable. 2. No seas ansioso. 3. Sé paciente. Que no te cuenten entre todos esos pequeños pordioseros que siempre quieren meter la mano entre los bolsillos de la gente con dinero. – Indy

 

El Poder del Mito: Lo Bueno y Lo Malo

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El Poder del Mito: Lo Bueno y Lo Malo

La mayor parte de la gente asocia El Poder del Mito con la serie de televisión de PBS de 1988 con Bill Moyers y Joseph Campbell o con el libro que la acompañaba del mismo nombre. Pero fue John F. Kennedy quien habló acerca del poder del mito con la mayor claridad y percepción. La ocasión fue en su Discurso Inaugural para los graduandos de la Universidad de Yale en 1962.

“Así como cada generación pasada ha tenido que desenmarañarse de una herencia de estereotipos, así en nuestros tiempos debemos superar la repetición consoladora de frases viejas para pasar a una confrontación nueva, difícil pero esencial con la realidad. Pues el gran enemigo de la verdad muchas veces no es la mentira – deliberada, pensada y deshonesta – sino el mito – persistente, persuasivo e irreal. Demasiado seguido nos aferramos a los clichés de nuestros antepasados. Sujetamos todos los hechos a un set prefabricado de interpretaciones. Disfrutamos de la comodidad de la opinión sin la incomodidad del pensamiento.”

Las concepciones previas erróneas son el lado malo y peligroso de los mitos.

Pero los héroes son su lado bueno y peligroso.

Más grandes que la vida misma, un poco exagerados y siempre posicionados en el mejor ángulo, un héroe es una hermosa mentira.

Tenemos héroes históricos, héroes populares y héroes de comics. Tenemos héroes en libros y canciones y películas y deporte. Tenemos héroes de moralidad, liderazgo, bondad y excelencia. Y nada es tan devastador a nuestro sentido de bienestar como un héroe que cae duro. Sí, los héroes son algo peligroso de tener.

Lo único más peligroso es no tenerlos.

Los héroes suben la barra que saltamos y mantienen en alto los estándares con los que vivimos. Son los tatuajes siempre presentes de nuestra psique, la encarnación de todo lo que estamos tratando de ser. 

Creamos a nuestros héroes de nuestras esperanzas y sueños.

Y luego ellos tratan de crearnos a su imagen.

El dicho “El solo nunca se pone en el Imperio Británico” fue verdadero tan recientemente como 1937 cuando la diminuta Inglaterra de hecho, todavía tenía posesiones en cada una de las 24 zonas horarias del mundo.

Es ampliamente conocido que los británicos exploraron, conquistaron y rigieron mucho del mundo durante muchos años, pero lo que no se conoce tanto es lo que los hizo creer que lo podían hacer.

Durante los primeros 1000 años después de Cristo, Grecia y Roma eran las únicas naciones que contaban historias de héroes y campeones. Inglaterra era tan sólo una pequeña isla de rechazados, desterrados y perdedores.

¿Entonces quién inspiró a la diminuta y brumosa Inglaterra a levantarse y conquistar el mundo?

Un simple monje galés llamado Geoffrey – con la esperanza de imbuir en sus compatriotas un sentido de orgullo – armó una historia de Inglaterra que le dio a su gente un pedigrí grande y glorioso. Publicado en 1136, la “Historia de los Reyes de Britania” de Geoffrey era una detallada descripción por escrito de los hechos de la gente inglesa por cada uno de los 17 siglos anteriores a 689 AD… y ni una sola palabra era verdad. Sin embargo, al crear héroes como el Rey Arturo, Ginebra, Merlín y los Caballeros de la Mesa Redonda de su imaginación, Geoffrey de Monmouth convenció una pequeña y triste isla de rechazados, desterrados y perdedores que comenzaran a verse a sí mismos como una nación justa y magnífica. 

Y no mucho después que ellos comenzaron a verse a sí mismos así en sus mentes, se comenzaron a ver a sí mismos así en el espejo.

La mayoría de la gente supone que las historias de héroes son el producto secundario de las grandes civilizaciones, pero yo estoy convencido que son su causa.

Las civilizaciones magníficas siempre han sido las que tienen historias de héroes; modelos más grandes que la vida misma que inspiran a los ciudadanos ordinarios a levantarse y hacer lo imposible.

Yo amo a los héroes imaginarios como el Rey Arturo y Don Quijote.

Yo amo a los héroes civiles como la Madre Teresa y Martin Luther King.

Yo amo a los héroes políticos como Abraham Lincoln y Teddy Roosevelt.

¿Pero qué pasa cuando nuestro héroe es un tonto?

Rezo porque nunca nos enteremos.

Roy H. Williams

 

Recuerdos de Percy

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Recuerdos de Percy

Sus regalos no demostraban que fuera rico. Sus regalos demostraban que se interesaba. Y lo pequeño de sus regalos demostraba que yo podía interesarme también.

Mi larga amistad con Percy comenzó hace exactamente 30 años cuando lo vi en la portada de una revista que estaba sobre una mesita en la casa de un amigo. Él era un caballero sonriente sentado sobre un escritorio lleno de pilas de dinero. El título decía: “¿Por Qué Está Percy Ross Regalando US$20,000,000?”

En la nota principal, el autor Steven Kaplan explicaba cómo Percy Ross contrató un pequeño grupo de personas para que leyeran las 4,000 cartas que recibía cada semana pidiéndole ayuda financiera. Algunas de estas cartas eran publicadas cada semana – junto con su respuesta – en los 800+ periódicos que llevaban su columna sindicada: “Un Millón de Gracias”.

El párrafo 38 citaba a Percy diciendo que había contratado a dos grandes firmas de publicidad para ayudarlo a convertir su columna en un programa de radio, sólo para que ambas le dijeran que no eso no era factible.

A la semana siguiente de leer esa historia, sus lectores tuvieron que nadar entre 4,001 cartas porque decidí agregar la mía propia a la montaña.

“Sr. Ross, no quiero ni necesito de su dinero, pero leí en la revista Robb Report que usted quería sindicar un programa de radio. Yo he hecho esto ya 4 veces, por lo que estoy familiarizado con los problemas que tuvo su gente y yo conozco la forma de esquivar todos esos problemas. Llámeme a su conveniencia y le diré todo lo que necesita saber. ¡Espero escucharlo pronto en la radio!”

Recibí una llamada y un pasaje de avió a Minneapolis. Percy me recogió en el aeropuerto y mientras caminábamos juntos hacia su carro le dije:

“Sr. Ross, en aproximadamente una hora y media usted va a saber todo lo que necesita para tener “Un Millón de Gracias” en varios cientos de estaciones de radio, de gratis. De hecho, usted debería de ganar unas cuantas decenas de miles de dólares al mes de la misma. Lo que necesito que entienda es que yo estoy completamente consciente que estoy a punto de hacerme obsoleto. Usted no sólo no va a necesitar contratarme, tampoco va a necesitar contratar a nadie más.”

“¿Por qué está haciendo eso?”, preguntó él.

“Si esta fuera la única idea valiosa que jamás fuera a tener, haría lo que fuera por monetizarla. Pero me parece que cada uno de nosotros se encuentra con oportunidades más valiosas en un sólo día de las que pudiéramos perseguir en una vida. Pero hoy no se trata de trabajo. Hoy sólo lo estoy ayudando a usted a ayudar a otros.”

Cinco, seis, siete, ocho, nueve pasos y todavía Percy no había dicho nada. Entonces vi hacia mi izquierda.

Dándome la vuelta, lo vi parado en silencio en el parqueo, viéndome fijamente. Se había quedado quieto mientras yo hablaba. Nos quedamos viéndonos el uno al otro por un momento, luego él dijo:

“¿Cuántos años tienes, hijo?”

“Veintiocho, señor.”

“Yo tenía cincuenta cuando descubrí eso.”

Aproximadamente 90 minutos más tarde, Percy me dijo con una sonrisa:

“Roy, estoy muy contento que me hayas dicho lo que me dijiste en el parqueo del aeropuerto, porque si no lo hubieras hecho, en este instante estaría pensando que eras el joven más ingenuo y descuidado sobre la faz de la tierra. ¡Tenías razón! No necesito de la ayuda de nadie para hacer esto. Ni siquiera de la tuya. Me has dado algo que traté de comprar y no pude. Y eso no me sucede muy seguido.”

En el término de 6 meses, Percy estaba en 584 estaciones de radio de gratis, incluyendo WNBC en Nueva York, una estación cuyos anuncios se vendían a US$1,000 hace 30 años. Cuando Percy murió el 10 de noviembre del 2001, su obituario en el Los Angeles Times comenzó con estas palabras:

“Percy Ross, el hijo del comprador de chatarra de Minnesota que hizo y perdió 3 fortunas pero que encontró su mayor felicidad en regalar dólares de plata del dinero que se quedaba mientras sonreía para las cámaras, ha muerto. Tenía 84 años.

Ross, autor de la columna de consejos y dinero “Un Millón de Gracias” de 1983 a 1999 y anfitrión de un programa de radio complementario, murió de causas naturales el 10 de noviembre en su casa en Minneapolis.

Ross, quien frecuentemente entregaba personalmente los cheques, daba US$200 o US$300 para reparar un techo con goteras, remplazar un brazo artificial robado o comprar ropa interior nueva a una señora mayor a quien le daba vergüenza morir en su ropa interior vieja. Le daba libremente un dólar de plata a cualquiera que lo entrevistara o fotografiara y a varios que le escribían.

Pero no se guardaba palabras para rechazar solicitudes de pagar la renta, cuentas médicas y de servicios o deudas de tarjetas de crédito – todo ello cosas que él creía que debía pagar el deudor por sí mismo.

“¿Conoces mi lema, verdad?”, le dijo al entrevistador del Times en 1987. “El que da mientras vive sabe a dónde va… Yo me estoy gozando mi vida.”

Mi recuerdo favorito de Percy fue su respuesta a una mujer que le contó de su mamá mayor empobrecida que tenía nueve hijos adultos, todos igual de pobres que ella.

“El único placer de Mamá es cultivar flores pero no lo puede hacer en el invierno. Justo ahora la tienda tiene un juego de invernadero por tan solo US$400 y mis hermanos se lo podrían construir en el patio de atrás si tan solo usted se lo comprara.”

La respuesta de Percy no tenía precio:

“¡Sí! ¡Tu madre se merece ese invernadero y yo quiero que lo tenga! Voy a hacer como que ella tiene 10 hijos y yo soy en número 10. Definitivamente quiero que Mamá tenga ese invernadero, pero nunca en mi vida he conocido a alguien en los Estados Unidos que no pueda juntar 40 dólares para Mamá. Adjunto mis 40. Por favor dile a los demás que vamos a poder comprarle el invernadero a Mamá tan pronto como ellos contribuyan con 40 dólares cada uno.”

Percy se fue hace 15 años, pero es rara la semana en la que no piense en él y sonría.

Lo que me enseñó Percy es que cada uno de nosotros – sin importar el poco dinero que tengamos – podemos llevarle alegría y tranquilidad a otros, si tan sólo nos tomamos el tiempo de interesarnos.

Haz que tu luz brille en la oscuridad. 

Roy H. Williams