Archive July 29, 2013

¿Los Fortune 500 o los 5.91 Millones?

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¿Los Fortune 500 o los 5.91 Millones?

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Wal-Mart es la compañía más grande de los Estados Unidos, seguida de 3 compañías petroleras y luego del Berkshire-Hathaway de Warren Buffet, Apple Computers, General Motor y General Electric.

Sí.  Hoy Apple es más grande que General Motors y G.E.

“Juanito y Perencejo, llamen a la prensa.

¿Ah, ya lo hicieron?  ¿Y dijo la prensa que el número 500 es Nash-Finch?

¿Quién demonios es Nash-Finch?”

Los del Fortune 500 son los que hacen noticia, pero no son la columna vertebral de la economía de los Estados Unidos.  De hecho, si todas las compañías de los Estados Unidos con más de 500 empleados se agregaran a la famosa lista de Fortune de las 500 corporaciones más grandes de los Estados Unidos, todas esas compañías combinadas sólo harían tres décimas del uno por ciento de los negocios de los Estados Unidos, y menos de la mitad de todos los empleos.

De acuerdo con el Censo de los Estados Unidos, ese país es el hogar de casi 17 millones de únicos dueños, más 5.91 millones de negocios adicionales, como menos de 100 empleados.  Estos 5.91 millones son la columna vertebral de la economía, ya que crean más empleos nuevos que todas las otras compañías combinadas.

Estas 5.91 millones compran la mayor parte de los anuncios de radio, la mitad de los anuncios de TV y la mayor parte de los Google Adwords.  Y también compran más bienes raíces y alquilan más espacios de oficina que los Fortune 500.

La prensa le hace porras al gigante con la lanza, pero yo le canto al niño con la honda.

Si los Fortune 500 desaparecieran de repente de la faz de la tierra, se alzaría un nuevo grupo de gigantes.  Pero si los 5.91 millones de negocios de los Estados Unidos con menos de 100 empleados desaparecieran de repente de la faz de la tierra, la tela de la sociedad se vería despedazada y la democracia dejaría de existir.

La libre empresa no depende de la democracia.

La democracia depende de la libre empresa.

Mi socio, Jeff Sexton, dijo algo el otro día que me impresionó lo suficiente como para apuntarlo:

“Una nación de granjeros, pescadores, leñadores, vaqueros, finqueros, etc., no es lo mismo que una nación de jinetes de escritorio.  Nos enfocamos en la auto-estima cuando nos deberíamos haber enfocado en construir la auto-eficacia.”

No te sientas raro si no estás seguro de la definición de ´auto-eficacia´. Yo tampoco lo estaba, por eso la busque:  “La auto-eficacia es la medida de la habilidad propia para completar tareas y alcanzar metas.”

La auto-eficacia dice: “Yo puedo hacer esto.”  La auto-eficacia es en donde empieza la libertad.

Es a través de las decisiones y consecuencias que aprendemos las lecciones duras que hacen que la paz y la prosperidad sean posibles.

Susan Ryan está utilizando el poder de las decisiones y consecuencias para traer paz y prosperidad a Afganistán.  Susan ha estado enseñándoles a mujeres afganas a convertirse en proveedoras de empleos.  Ella dice:

“Los hombres te ven diferente cuando tienes el poder de darles un empleo.  Una docena de mujeres afganas, cada una de ellas manejando una compañía que genere por lo menos un  millón de dólares al año en ventas, alteraría significativamente el futuro de Afganistán.”

La Capilla de Dulcinea de la Academia del Mago se asienta en frente de la última esquina que sobrevive de una vieja casa de piedra.  Y en la pared de esa vieja casa hay una placa de bronce que reza: “Si las madres manejaran las naciones no habría guerras.  Tomadas del brazo, se pararían y dirían: ´Dejen de hacer eso. Dejen de hacer eso, ahora mismo.´”

Susan Ryan tiene un MBA y es una maestra extraordinaria.  Su compañía, Silk Road Solutions, entrena a gente valiente y ambiciosa a tomar decisiones diferentes y experimentar consecuencias diferentes.

Susan les enseña cómo hacer dinero.

Sus 50 empleados en Afganistán les han enseñado a los habitantes cómo crearse un futuro financiero más feliz.  Susan side:  “Piensa diferente, actúa diferente, crea cambios.”  La gente afgana  ama a la compañía de Susan y el gobierno afgano aprueba lo que ella está haciendo.  No es de sorprenderse que hayan invitado a Susan a llevar Silk Road Solutions a casi todos los demás países del Oriente Medio.

La gente que está ocupada haciendo dinero, no tienen con frecuencia tiempo para hacer la guerra.

Susan Ryan le está enseñando a gente con valentía cómo hacer dinero.

Yo estoy increíblemente orgulloso de ella.

Roy H. Williams

¡Aventura para Parejas!

Toma un consejero matrimonial feliz.

Agrega una cuenta-centavos/terapista de finanzas.

Mezcla buena comida y vino con la romántica arquitectura del campus de la Academia del Mago y el escondido lujo rural de Engelbrecht House y tienes Arrumacos Financieros, una especie de rehabilitación financiera – escape romántico para parejas felizmente casadas.  No sólo cuando hay poco dinero es cuando discutimos acerca del tema.  La gente rica también se pelea por dinero.  El dinero es importante.  El dinero dispara discusiones.  Nosotros te podemos enseñar cómo evitar todo eso.  11 y 12 de septiembre. Dale un vistazo.

P.D.:  Para dejar constancia, Nash-Finch, el número 500 de los Fortune 500 es un distribuidor de comida al por mayor con ventas anuales de 5.2 millardos de dólares.  Es interesante que los volúmenes de venta combinados de un grupo escogido al azar de tan sólo 300 de esas 5.91 millones daría ventas anuales significativamente más altas que las de Nash-Finch.  Y existen exactamente 19,700 grupos al azar de 300 negocios contenidos en esos 5.91 millones.

La Nevada Realidad de la Publicidad

La Nevada Realidad de la Publicidad
Todo empleado tiene una opinión acerca de la publicidad que representa su compañía.  Supongo que esto es natural, porque esos anuncios, por extensión, también representan al empleado.  Y por eso le dicen al jefe lo que piensan “y todos nuestros clientes piensan lo mismo.”
Pero si el desarrollo de una publicidad exitosa fuera tan instintiva como cree la mayor parte de la gente, un porcentaje más alto de los anuncios sería exitoso.
La mayoría de los empresarios confía en sus instintos y preferencias personales para la creación de su publicidad.  Otros le encargan al miembro “creativo” de la familia, a un empleado “artístico”, o peor aún, a un grupo de empleados que “estudió publicidad en la universidad”, que haga sus mensajes y selecciones los medios que van a movilizar su negocio al próximo nivel.
Y los resultados de estas campañas de publicidad casi siempre son decepcionantes.
Philip Stanhope se refirió a esta situación cuando dijo:  “Todo hombre joven se considera suficientemente sabio, así como todo hombre borracho se considera suficientemente sobrio.”
También Joss Whedon podría haber estado hablando de escribir textos para anuncios cuando dijo: “Recuerda de ser siempre tú mismo.  Salvo que tú apestes.”
Pero nadie nunca piensa que apesta.  Nadie considera que su propia compañía sea aburrida o que su propio producto sea promedio.  Cada uno de nosotros vive en el Lago Wobegon, “en donde todas las mujeres son fuertes, todos los hombres bien parecidos y todos los niños arriba del promedio.”
Vemos al espejo y asumimos que todos ven lo que nosotros vemos.  Y luego “creemos que estas verdades son auto-evidentes” en nuestra publicidad.
¿Pero habrá alguien que alguna vez nos mire como nos vemos a nosotros mismos?
La mayoría de la gente tiene una opinión cuando se trata de publicidad.  Y se sienten seguros de que ellos saben qué funcionaría.  Pero es únicamente cuando te permiten jugar con cartuchos cargados – dinero real – que comienzas a sentir lo resbaloso del hielo debajo de ti y te metes la bocanada del aire punzante de la realidad a los pulmones.
El amateur cree que un anuncio va a ser exitoso si captura un aspecto del negocio que es único y bello.
Pero cada negocio es único y bello, al igual que cada copo de nieve se vuelve una montaña.
Cuando has caminado por esa nieve y te has resbalado y caído una y otra vez y dejado las manchas de tu sangre sobre la blancura, entonces aprendes algunas verdades duras que no son auto-evidentes:
El mundo de la publicidad es más ruidoso y está más poblado de lo que alguna vez pudiste haberte imaginado.
A pesar que estás pagando dinero para alcanzarlos, los prospectos de clientes no tienen obligación de darte su atención.
Hasta que te ganas la atención del cliente, tu mensaje no existe.
La gente le presta atención – momento a momento – a lo que sea que sea más interesante.
Es difícil hacer anuncios que sean interesantes.
El mensaje contenido en tu anuncio tiene que ser relevante.
El mensaje contenido en tu anuncio tiene que ser creíble.
La verdad no siempre es creíble.  Y lo creíble no siempre es verdad.  La competencia sabe esto.
Los anuncios suficientemente blandos para no repeler a nadie también son demasiado débiles para atraer a nadie.
Si evalúas cada anuncio preguntando: “¿A quién puede ofender esto?” nunca vas a hacer un anuncio lo suficientemente agudo para penetrar la montonera.
Cada marca atrae a un set de valores diferente en los corazones del cliente.  La estrategia que hizo crecer a las computadoras Apple en una marca mundial no va a funcionar para J.C. Penney.  Sólo pregúntale a Ron Johnson.
Los mejores anuncios contienen entretenimiento, información y esperanza.
La parte más difícil de mi trabajo como publicista es decirle a mis clientes cómo responderle a la gente que se interesa, cuando esa gente le empieza a decir cómo debería de hacer su publicidad.
Cuando te hacen responsable del desempeño de verdadero dinero de publicidad, te gastas tus años formativos experimentando con muchas ideas que hacen sentido perfecto y que deberían funcionar.
Simplemente no lo hacen.
Pero cada amateur cree que lo van a lograr.
Roy H. Williams
Alerta Cognoscenti 1:  Cómo Tener Terceros Pensamientos Gravitacionales.  Taller.
Alerta Cognoscenti 2:  Si escribes anuncios para radio o TV en los que habla una persona para una marca, debes entender las reglas de personajes ficticios.  Y si escribes diálogo entre dos personas en un anuncio, definitivamente necesitas entender estas reglas.  Sólo existe una clase en Hollywood que toman todos los guionistas y esta clase sólo se imparte una vez al año.  Su fundador y maestro durante más de 20 años es David Freeman, un cognoscenti de la Academia del Mago.  El Mago de la Publicidad ha salido de su casa sólo dos veces para recibir una clase y ambas veces fue esta clase.  El Mago ha estado tratando de lograr que David imparta su clase MÁS ALLÁ DE LA ESTRUCTURA en la Academia del Mago durante los últimos 13 años y finalmente accedió.  Engelbrecht House está llena, pero vale la pena agarrar un cuarto de hotel para ser parte de esto.  Si verdaderamente tienes interés en hacer personajes interesantes y creíbles, esta clase es un requisito indispensable.  Indispensable.  14 y 15 de agosto.
Tengo puesto mi sombrero de alcahuete, porque estoy promocionando libros en la madriguera del conejo.  Creo que vas a disfrutar leer un libro escrito por uno de los lectores del Memo del Lunes por la Mañana.  No tienes que comprar más de uno, pero creo que por lo menos vas a encontrar uno que te gustaría leer y, lo que es más importante, el simple hecho de tu compra va a cantarle una brillante nota de aliento al autor.  Eres lo suficientemente grande para cantarle felicidad a alguien que no has conocido nunca, ¿verdad?  Has click sobre el reno y acompáñame.  Eso.  Indy

Roy H. Williams

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La Nevada Realidad de la Publicidad

(Read it in English)

Todo empleado tiene una opinión acerca de la publicidad que representa su compañía.  Supongo que esto es natural, porque esos anuncios, por extensión, también representan al empleado.  Y por eso le dicen al jefe lo que piensan “y todos nuestros clientes piensan lo mismo.”

Pero si el desarrollo de una publicidad exitosa fuera tan instintiva como cree la mayor parte de la gente, un porcentaje más alto de los anuncios sería exitoso.

La mayoría de los empresarios confía en sus instintos y preferencias personales para la creación de su publicidad.  Otros le encargan al miembro “creativo” de la familia, a un empleado “artístico”, o peor aún, a un grupo de empleados que “estudió publicidad en la universidad”, que haga sus mensajes y selecciones los medios que van a movilizar su negocio al próximo nivel.

Y los resultados de estas campañas de publicidad casi siempre son decepcionantes.

Philip Stanhope se refirió a esta situación cuando dijo:  “Todo hombre joven se considera suficientemente sabio, así como todo hombre borracho se considera suficientemente sobrio.”

También Joss Whedon podría haber estado hablando de escribir textos para anuncios cuando dijo: “Recuerda de ser siempre tú mismo.  Salvo que tú apestes.”

Pero nadie nunca piensa que apesta.  Nadie considera que su propia compañía sea aburrida o que su propio producto sea promedio.  Cada uno de nosotros vive en el Lago Wobegon, “en donde todas las mujeres son fuertes, todos los hombres bien parecidos y todos los niños arriba del promedio.”

Vemos al espejo y asumimos que todos ven lo que nosotros vemos.  Y luego “creemos que estas verdades son auto-evidentes” en nuestra publicidad.

¿Pero habrá alguien que alguna vez nos mire como nos vemos a nosotros mismos?

La mayoría de la gente tiene una opinión cuando se trata de publicidad.  Y se sienten seguros de que ellos saben qué funcionaría.  Pero es únicamente cuando te permiten jugar con cartuchos cargados – dinero real – que comienzas a sentir lo resbaloso del hielo debajo de ti y te metes la bocanada del aire punzante de la realidad a los pulmones.

El amateur cree que un anuncio va a ser exitoso si captura un aspecto del negocio que es único y bello.

Pero cada negocio es único y bello, al igual que cada copo de nieve se vuelve una montaña.

Cuando has caminado por esa nieve y te has resbalado y caído una y otra vez y dejado las manchas de tu sangre sobre la blancura, entonces aprendes algunas verdades duras que no son auto-evidentes:

  1. El mundo de la publicidad es más ruidoso y está más poblado de lo que alguna vez pudiste haberte imaginado.
  2. A pesar que estás pagando dinero para alcanzarlos, los prospectos de clientes no tienen obligación de darte su atención.
  3. Hasta que te ganas la atención del cliente, tu mensaje no existe.
  4. La gente le presta atención – momento a momento – a lo que sea que sea más interesante.
  5. Es difícil hacer anuncios que sean interesantes.
  6. El mensaje contenido en tu anuncio tiene que ser relevante.
  7. El mensaje contenido en tu anuncio tiene que ser creíble.
  8. La verdad no siempre es creíble.  Y lo creíble no siempre es verdad.  La competencia sabe esto.
  9. Los anuncios suficientemente blandos para no repeler a nadie también son demasiado débiles para atraer a nadie.
  10. Si evalúas cada anuncio preguntando: “¿A quién puede ofender esto?” nunca vas a hacer un anuncio lo suficientemente agudo para penetrar la montonera.
  11. Cada marca atrae a un set de valores diferente en los corazones del cliente.  La estrategia que hizo crecer a las computadoras Apple en una marca mundial no va a funcionar para J.C. Penney.  Sólo pregúntale a Ron Johnson.
  12. Los mejores anuncios contienen entretenimiento, información y esperanza.

La parte más difícil de mi trabajo como publicista es decirle a mis clientes cómo responderle a la gente que se interesa, cuando esa gente le empieza a decir cómo debería de hacer su publicidad.

Cuando te hacen responsable del desempeño de verdadero dinero de publicidad, te gastas tus años formativos experimentando con muchas ideas que hacen sentido perfecto y que deberían funcionar.

Simplemente no lo hacen.

Pero cada amateur cree que lo van a lograr.

Roy H. Williams

Alerta Cognoscenti 1:  Cómo Tener Terceros Pensamientos Gravitacionales.  Taller.

Alerta Cognoscenti 2:  Si escribes anuncios para radio o TV en los que habla una persona para una marca, debes entender las reglas de personajes ficticios.  Y si escribes diálogo entre dos personas en un anuncio, definitivamente necesitas entender estas reglas.  Sólo existe una clase en Hollywood que toman todos los guionistas y esta clase sólo se imparte una vez al año.  Su fundador y maestro durante más de 20 años es David Freeman, un cognoscenti de la Academia del Mago.  El Mago de la Publicidad ha salido de su casa sólo dos veces para recibir una clase y ambas veces fue esta clase.  El Mago ha estado tratando de lograr que David imparta su clase MÁS ALLÁ DE LA ESTRUCTURA en la Academia del Mago durante los últimos 13 años y finalmente accedió.  Engelbrecht House está llena, pero vale la pena agarrar un cuarto de hotel para ser parte de esto.  Si verdaderamente tienes interés en hacer personajes interesantes y creíbles, esta clase es un requisito indispensable.  Indispensable.  14 y 15 de agosto.

Tengo puesto mi sombrero de alcahuete, porque estoy promocionando libros en la madriguera del conejo.  Creo que vas a disfrutar leer un libro escrito por uno de los lectores del Memo del Lunes por la Mañana.  No tienes que comprar más de uno, pero creo que por lo menos vas a encontrar uno que te gustaría leer y, lo que es más importante, el simple hecho de tu compra va a cantarle una brillante nota de aliento al autor.  Eres lo suficientemente grande para cantarle felicidad a alguien que no has conocido nunca, ¿verdad?  Has click sobre el reno y acompáñame.  Eso.  Indy

Roy H. Williams

“Cuando No Volamos, La Gente Se Muere”

“Cuando No Volamos, La Gente Se Muere”
“Y allí estaba yo, primera vez en Irak, oficial a cargo, primera vez en combate.  Había estudiado en la Academia de las Fuerzas Aéreas durante 4 años. Tenía una maestría en liderazgo.  Y tenía miedo. Saben, la primera vez que escuché los BUUUMs y las sirenas. Y estaba sofocada por las bolsas de arena, con mi chaleco encima y no les voy a decir las palabras que salían de mi boca, pero el saber que un líder debe ser valiente no me hizo valiente. Saber que un líder debería ser de cierta forma no me dio acceso a ser de esa forma. Y cinco, seis años de educación en liderazgo no me dieron lo que necesitaba en ese momento.”
– Kari L. Granger
Estaba hablando por teléfono con un buen amigo que pasó 6 días en una conferencia de alto nivel acerca de liderazgo en una universidad grande la semana pasada.  Cuarenta conferencistas presentaron las investigaciones más recientes.  Le pedí a mi amigo que me compartiera lo que le pareció lo más interesante que había aprendido.
“La importancia del contexto,” dijo él.
“Explica.”
“No escogemos nuestras palabras y nuestras acciones tan cuidadosamente como creemos que lo hacemos.  Nuestros pensamientos, actitudes, palabras y acciones son dramáticamente afectadas por el contexto,”
“No estoy seguro de entenderte,”
“Cada situación tiene un contexto que moldea la forma en la que ocurre esa situación para nosotros y consecuentemente la forma en la que interactuamos con esa situación.”
“Sigo sin estar seguro de entenderlo.” (A veces soy un poco lento.)
Entonces mi amigo me contó de la confencista que más lo había fascinado.  “Nos habló una joven que había estado a cargo de una unidad de mantenimiento de aviones en Irak.  Sesenta y cinco por ciento era el estándar de “misiones exitosas” para reparar aviones dañados dentro de un cierto período de tiempo. Su unidad de mantenimiento estaba operando con un 58 por ciento de misiones exitosas hasta que recibió una llamada a las 2:30a.m. para organizar un equipo, arreglar un avión dañado y traerlo de regreso.  Fue durante ese viaje que ella conoció a las personas cuyas vidas dependían del avión que estaba reparando.  Le dijeron “Si los aviones no vuelan, nos morimos.” Su contexto cambió.  Reparó ese avión con balas volando a su alrededor, lo voló de regreso a donde estaba su unidad de mantenimiento y al día siguiente, su equipo comenzó a operar con un porcentaje de misiones exitosas del ciento por ciento.
Google es maravilloso, ¿verdad? Aunque mi amigo no se podía recordar del nombre de la joven, me tomó tan solo 30 segundos para encontrar un video de 1 hora 46 minutos de Kari L. Granger, relatando esa historia a detalle.  La imagen de ella sobre el título del memo de hoy y todas las citas que encontrarás en él, fueron transcritas de ese video.
“Comencé a conocer a la gente que dependía de nuestros aviones.  Ya sabes, los hermanos, los esposos, los padres, los hijos.  Y comencé a conocer las consecuencias de lo que sucedía cuando nuestro avión no lo lograba; las consecuencias cuando nuestro avión no estaba allí para recoger a la gente o dejar el equipo necesario.  Y un modelo de nuestros aviones en particular que tenía equipo de interferencia electrónica; lo que sucedía cuando no volaban.  En caras reales. Y lo que aprendí fue que cuando no volamos, la genge se muere.  Me alteró todo. Literalmente, ‘Cuando no volamos, la gente se muere.’ Y hablo de ambos bandos. Y las tareas diarias, de momento-a-momento comenzaron a tener un significado completamente diferente.”
Contexto. Ahora lo entiendo.
Esto es lo que voy a hacer: voy a ayudar a mi staff a ver exactamente lo que sucede cuando los anuncios que escribimos y los medios que negociamos no logran traer clientes.  Voy a compartir con ellos – igual que Kari Granger compartió con su equipo de mantenimiento – exactamente lo que sucede cuando nuestra publicidad no funciona.
Voy a hacer mi mejor esfuerzo para mostrarle a mi gente la enorme importancia delas tareas diarias de momento-a-momento que realizamos todos los días.  Voy a ayudarles a entender lo que sucede cuando hacemos bien nuestro trabajo. Y lo que sucede cuando no.
Realmente estoy contento que mi amigo haya ido a esa conferencia de 6-días. Y realmente estoy contento que haya escogido darme ese brillante pedacito de oro que le dio Kari a él.
Y ahora ese pedacito de oro está calentándote la palma de la mano.
¿Qué vas a hacer con él?
Roy H. Williams
You’ve got a room in Engelbrecht House if you register
right now for the Wizard’s extremely special event
with Massimiliano Giorgini, August 2 and 3.
This is the one that people will be talking about
for years to come. Consider this a word to the wise.
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“Cuando No Volamos, La Gente Se Muere”
“Y allí estaba yo, primera vez en Irak, oficial a cargo, primera vez en combate.  Había estudiado en la Academia de las Fuerzas Aéreas durante 4 años. Tenía una maestría en liderazgo.  Y tenía miedo. Saben, la primera vez que escuché los BUUUMs y las sirenas. Y estaba sofocada por las bolsas de arena, con mi chaleco encima y no les voy a decir las palabras que salían de mi boca, pero el saber que un líder debe ser valiente no me hizo valiente. Saber que un líder debería ser de cierta forma no me dio acceso a ser de esa forma. Y cinco, seis años de educación en liderazgo no me dieron lo que necesitaba en ese momento.”
– Kari L. Granger
Estaba hablando por teléfono con un buen amigo que pasó 6 días en una conferencia de alto nivel acerca de liderazgo en una universidad grande la semana pasada.  Cuarenta conferencistas presentaron las investigaciones más recientes.  Le pedí a mi amigo que me compartiera lo que le pareció lo más interesante que había aprendido.
“La importancia del contexto,” dijo él.
“Explica.”
“No escogemos nuestras palabras y nuestras acciones tan cuidadosamente como creemos que lo hacemos.  Nuestros pensamientos, actitudes, palabras y acciones son dramáticamente afectadas por el contexto,”
“No estoy seguro de entenderte,”
“Cada situación tiene un contexto que moldea la forma en la que ocurre esa situación para nosotros y consecuentemente la forma en la que interactuamos con esa situación.”
“Sigo sin estar seguro de entenderlo.” (A veces soy un poco lento.)
Entonces mi amigo me contó de la confencista que más lo había fascinado.  “Nos habló una joven que había estado a cargo de una unidad de mantenimiento de aviones en Irak.  Sesenta y cinco por ciento era el estándar de “misiones exitosas” para reparar aviones dañados dentro de un cierto período de tiempo. Su unidad de mantenimiento estaba operando con un 58 por ciento de misiones exitosas hasta que recibió una llamada a las 2:30a.m. para organizar un equipo, arreglar un avión dañado y traerlo de regreso.  Fue durante ese viaje que ella conoció a las personas cuyas vidas dependían del avión que estaba reparando.  Le dijeron “Si los aviones no vuelan, nos morimos.” Su contexto cambió.  Reparó ese avión con balas volando a su alrededor, lo voló de regreso a donde estaba su unidad de mantenimiento y al día siguiente, su equipo comenzó a operar con un porcentaje de misiones exitosas del ciento por ciento.
Google es maravilloso, ¿verdad? Aunque mi amigo no se podía recordar del nombre de la joven, me tomó tan solo 30 segundos para encontrar un video de 1 hora 46 minutos de Kari L. Granger, relatando esa historia a detalle.  La imagen de ella sobre el título del memo de hoy y todas las citas que encontrarás en él, fueron transcritas de ese video.
“Comencé a conocer a la gente que dependía de nuestros aviones.  Ya sabes, los hermanos, los esposos, los padres, los hijos.  Y comencé a conocer las consecuencias de lo que sucedía cuando nuestro avión no lo lograba; las consecuencias cuando nuestro avión no estaba allí para recoger a la gente o dejar el equipo necesario.  Y un modelo de nuestros aviones en particular que tenía equipo de interferencia electrónica; lo que sucedía cuando no volaban.  En caras reales. Y lo que aprendí fue que cuando no volamos, la genge se muere.  Me alteró todo. Literalmente, ‘Cuando no volamos, la gente se muere.’ Y hablo de ambos bandos. Y las tareas diarias, de momento-a-momento comenzaron a tener un significado completamente diferente.”
Contexto. Ahora lo entiendo.
Esto es lo que voy a hacer: voy a ayudar a mi staff a ver exactamente lo que sucede cuando los anuncios que escribimos y los medios que negociamos no logran traer clientes.  Voy a compartir con ellos – igual que Kari Granger compartió con su equipo de mantenimiento – exactamente lo que sucede cuando nuestra publicidad no funciona.
Voy a hacer mi mejor esfuerzo para mostrarle a mi gente la enorme importancia delas tareas diarias de momento-a-momento que realizamos todos los días.  Voy a ayudarles a entender lo que sucede cuando hacemos bien nuestro trabajo. Y lo que sucede cuando no.
Realmente estoy contento que mi amigo haya ido a esa conferencia de 6-días. Y realmente estoy contento que haya escogido darme ese brillante pedacito de oro que le dio Kari a él.
Y ahora ese pedacito de oro está calentándote la palma de la mano.
¿Qué vas a hacer con él?
Roy H. Williams
You’ve got a room in Engelbrecht House if you register
right now for the Wizard’s extremely special event
with Massimiliano Giorgini, August 2 and 3.
This is the one that people will be talking about
for years to come. Consider this a word to the wise.

Rosas para los Vivos

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Rosas para los Vivos

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Tú y yo somos conscientes de los motivos superficiales que tenemos para las cosas que hacemos, pero es raro que consideremos los motivos más profundos que se esconden detrás de los superficiales.

Pennie y yo hemos estados hablando acerca del futuro y cómo gira alrededor tuyo.

Sí, de ti.

Hoy, 8 de julio del 2013, es el vértice de una convergencia de eventos de 15 años, que comenzaron en 1998. Estamos sentados por un instante en el ojo del huracán, un momento maravilloso de quietud rodeado por un torbellino de actividad antes y después.

Todos los que trabajan en el campus de la Academia del Mago – una docena más o menos – nos pasamos las últimas 2 semanas bajando y moviendo frenéticamente, escogiendo y clasificando miles de artículos de bodegas regadas alrededor del campus.  Hemos añorado esta gran limpia durante años. Libros y obras de arte, muebles y accesorios, música y películas fueron sacadas de sus cajas y otorgados nuevos hogares.  Fue una tarea herculeana, que estaba grabada en nuestro calendario desde hacía varios meses.  Quince años de adquisiciones fueron organizadas y distribuidas en tan sólo 14 días.

Doce personas trabajando durante 80 horas hacen 960 horas-hombre.  Despertamos ayer por la mañana y dimos un profundo suspiro de alivio.

Por una extraña coincidencia, durante esas mismas 2 semanas, Daniel Denny alquiló el equipo para cortar la joroba de 14 pulgadas de la entrada de piedra caliza de la torre.  Luego se echó el concreto – gracias a la generosidad del Cognoscenti Rich Carr – para que se pueda colocar encima la piedra principal dorada y los monumentos de Jane DeDecker puedan ser instalados para nuestra Open House del 4 de octubre.

¡Y la oficina en la torre finalmente también fue completada! Zuuum.  Todo al mismo tiempo, 4 cosas portentosas se unieron, cosas que me habían vuelto loco durante años. Zuuuum.

Y una coincidencia aún más extraña es que el nuevo Vice Rector de la Academia del Mago – Daniel Whittington – comienza a trabajar hoy.  Aunque no lo creas, no calculamos terminar la oficina – el lugar en donde va a trabajar – para coordinarlo con el día de su llegada. Fue completamente accidental.  Comencé a escribirte acerca de Daniel Whittington.  Pero luego dije: “No, le voy a dar una semana o dos para que se ambiente.”

Luego comencé a escribirte acerca de la publicidad digital exterior, radio en línea y los secretos de los videoblogs exitosos.  Pero luego dije: “No, voy a dejar esas cosas para el webcast mensual a las 11a.m.”

Y luego comencé a escribirte acerca de los portales, esos artefactos literarios, musicales y visuales que sirven para mover a un lector, oyente, u observador hacia una nueva perspectiva.  Pero luego dije: “No, los portales hay que enseñarlos dentro de los 12 lenguajes de la mente y eso es demasiado para ponerlo en un Memo del Lunes por la Mañana.”

Y luego pensé en imprimir los detalles de Cómo Negociar un Calendario Exitoso de Publicidad en Radio.  Pero luego dije: “Eso sería – para un porcentaje significativo de lectores del Memo – la cosa más aburrida que jamás hubiera escrito.”

Y luego vino una brillante luz a la oscuridad de mi mente.  “Cuéntales por qué lo haces.  Cuéntales por qué escribes estos memos, por qué Pennie y tú construyeron este campus, por qué ella y tú recolectaron esas miles de cosas juntos.”

Ésta es la razón, el motivo más profundo que se esconde detrás de los superficiales, el motivo realmente importante que frecuentemente es opacado por lo meramente urgente: Pennie y yo queremos que tengas una vida feliz y satisfactoria.

Comenzamos escribiendo el Memo del Lunes por la Mañana en 1994, con la esperanza que pudieras empezar a pensar de forma diferente, tomar mejores decisiones y disfrutar de un éxito mayor.  No te mirábamos con los ojos, pero te mirábamos con la mente.

Compramos y donamos el terreno para el campus de la Academia del Mago y aplicamos para que el gobierno reconociera la escuela como una organización educativa no-lucrativa, para que siempre tuvieras un lugar físico al cuál escaparte, reabastecerte y abrir tu mente a nuevas posibilidades. Nosotros no somos los dueños.  Eres tú.

Construimos la Capilla Dulcinea, la mundialmente famosa Capilla de Bodas Gratis como una expresión de la felicidad y propósito que se pueden encontrar en un compromiso de toda la vida.  Tu capilla es el sitio de casi 1,000 bodas al año.  Las parejas vienen a casarse aquí de muchos países alrededor del mundo.  Qué cool, ¿verdad?  Este momento de transición – este ojo del huracán – representa el pasar una página, el final de un capítulo y el principio del siguiente, ese momento cuando la canción llega al sforzando y se mueve hacia un ritmo diferente.

La Academia del Mago ahora tiene 13 años.  Es el momento de nuestro Bar Mitzvah.

El Beagle Indiana te va a dar los detalles de este Bar Mitzvah y te va a explicar el título del memo de hoy en la madriguera del conejo.

Todo el mundo debería tener un perro que puede hablar.

Roy H. Williams

El Perspicaz Consejo de David McInnis

El Perspicaz Consejo de David McInnis
Yo he experimentado unos pocos momentos memorables.
Entre ellos es una reunión con Zig Ziglar en 1986.  Zig se paró al lado de un pizarrón y nos sonrió a los 20 que estábamos viéndolo atentamente con grandes ojos.  Zig había escrito varios libros bestselles y creado el programa de entrenamiento en ventas más popular de los Estados Unidos.  Nosotros 20 éramos gerentes neófitos, que temblábamos de emoción de haber sido escogidos para estar en ese salón.
Con el marcador en la mano, Zig digo: “Nómbrenme cada atributo del empleado perfecto.”
Nosotros decíamos atributos y Zig los escribía.  Teníamos casi 90 en el pizarrón antes que bajáramos la velocidad.
“¿Se les ocurren otros?”  Laboriosamente nombramos dos docenas más.
Piensen bien.  Quiero que describan al empleado perfecto.  Necesito todos los atributos.”  Estudiamos ese pizarrón hasta que comenzamos a sudar.  Llegamos a 114.
Señalando a la primera palabra de nuestra lista, Zig preguntó: “¿Esto es una habilidad o una actitud?”  Dijimos que era una actitud.  Zig escribió una gran “A” al lado.  Señalando a la segunda palabra, él pregunto: “¿Habilidad o actitud?”  Otra gran “A”.
Veinte minutos después, Zig hizo el último recuento: de los 114 atributos en nuestra lista, sólo 7 podían clasificarse como una “Habilidad”.  Cinco eran “Habilidades/Actitudes”, y 102 de ellos eran sólo “Actitud”.
Zig habría podido ahorrarse 30 minutos, simplemente diciendo la conclusión:  “Los empleados no pierden sus trabajos porque no tengan habilidades.  Pierden sus trabajos porque no tienen buena actitud.”  Pero Zig no quería decir esto y luego tratar de convencernos de su verdad. Zig quería que nosotros lo dijéramos y así convencernos a nosotros mismos de “siempre contratar gente con buena actitud.”Yo estaba sentado allí, empapado de comprensión, y recordé una cuantas frases del famoso desahogo de Elber Hubbard de 1899, Un Mensaje a García.
“Conozco a un hombre de partes verdaderamente brillantes que no tiene la habilidad para manejar un negocio propio y que también es absolutamente inútil para alguien más, porque acarrea consigo mismo la sospecha demente que su empleador lo está oprimiendo, o queriendo oprimir… Esta noche ese hombre camina por las calles buscando trabajo, el viento soplando a través de su raído abrigo.  Nadie que lo conoce se atreve a darle trabajo, pues él es un completo azote de descontento.”
Veinticinco años después de esa reunión con Zig Ziglar, tuve un momento similar con el gran David McInnis.  “Finalmente me di cuenta cómo mejorar la moral de los empleados,” dijo David, “La productividad se dispara y a todo el mundo le encanta venir a trabajar.  Es un programa que nunca falla.  Siempre funciona.”
Me quedé viendo a David.
Él se quedó viéndome a mí.
Finalmente, levanté los hombros y extendí mis palmas hacia arriba.  Viéndome fijamente a los ojos, David dijo: “Despide a toda la gente descontenta.”  Esas palabras me pegaron con tanta fuerza cómica, que comencé a reír.  Pero David no se estaba riendo.
Ninguno de nosotros quiere ser un negrero.  Ninguno de nosotros quiere ser ese jefe sin corazón que no aprecia la humanidad de sus empleados.  Ninguno de nosotros quiere abusar de nuestra gente con ese frío pragmatismo que despliega Wal-Mart.
Y por eso es que muchos negocios se convierten en clubes para empleados.
Sucede así:  un quejón hace una petición razonable y tú la concedes.  Esa petición es expandida y acelerada hasta que cesa de ser un privilegio otorgado a los empleados y se convierte en un derecho inalienable.  Y eso sólo fue con la primera petición en un arroyo interminable de otras que te presenta un staff cada vez más insatisfecho.  Y a ti, tristemente, te miran ahora como un opresivo Rey Jorge.
Pero esta revuelta no se parece a la famosa de 1776.  Esta vez será el Rey Jorge quien le mande la declaración de independencia al quejón.
El consejo de David, y el mío, es que identifiques a tu “azote de descontento” entre tu compañía – si es que lo tienes – y le des a esa persona una sonriente declaración de independencia mientras le das la mano y las gracias por los meses de servicio, diciéndole:  “Ahora eres Libre… libre para irte.”
Es un plan que nunca falla.
Roy H. Williams2013_26_David_McInnis2013_26_David_McInnis
El Perspicaz Consejo de David McInnis
Yo he experimentado unos pocos momentos memorables.
Entre ellos es una reunión con Zig Ziglar en 1986.  Zig se paró al lado de un pizarrón y nos sonrió a los 20 que estábamos viéndolo atentamente con grandes ojos.  Zig había escrito varios libros bestselles y creado el programa de entrenamiento en ventas más popular de los Estados Unidos.  Nosotros 20 éramos gerentes neófitos, que temblábamos de emoción de haber sido escogidos para estar en ese salón.
Con el marcador en la mano, Zig digo: “Nómbrenme cada atributo del empleado perfecto.”
Nosotros decíamos atributos y Zig los escribía.  Teníamos casi 90 en el pizarrón antes que bajáramos la velocidad.
“¿Se les ocurren otros?”  Laboriosamente nombramos dos docenas más.
Piensen bien.  Quiero que describan al empleado perfecto.  Necesito todos los atributos.”  Estudiamos ese pizarrón hasta que comenzamos a sudar.  Llegamos a 114.
Señalando a la primera palabra de nuestra lista, Zig preguntó: “¿Esto es una habilidad o una actitud?”  Dijimos que era una actitud.  Zig escribió una gran “A” al lado.  Señalando a la segunda palabra, él pregunto: “¿Habilidad o actitud?”  Otra gran “A”.
Veinte minutos después, Zig hizo el último recuento: de los 114 atributos en nuestra lista, sólo 7 podían clasificarse como una “Habilidad”.  Cinco eran “Habilidades/Actitudes”, y 102 de ellos eran sólo “Actitud”.
Zig habría podido ahorrarse 30 minutos, simplemente diciendo la conclusión:  “Los empleados no pierden sus trabajos porque no tengan habilidades.  Pierden sus trabajos porque no tienen buena actitud.”  Pero Zig no quería decir esto y luego tratar de convencernos de su verdad. Zig quería que nosotros lo dijéramos y así convencernos a nosotros mismos de “siempre contratar gente con buena actitud.”Yo estaba sentado allí, empapado de comprensión, y recordé una cuantas frases del famoso desahogo de Elber Hubbard de 1899, Un Mensaje a García.
“Conozco a un hombre de partes verdaderamente brillantes que no tiene la habilidad para manejar un negocio propio y que también es absolutamente inútil para alguien más, porque acarrea consigo mismo la sospecha demente que su empleador lo está oprimiendo, o queriendo oprimir… Esta noche ese hombre camina por las calles buscando trabajo, el viento soplando a través de su raído abrigo.  Nadie que lo conoce se atreve a darle trabajo, pues él es un completo azote de descontento.”
Veinticinco años después de esa reunión con Zig Ziglar, tuve un momento similar con el gran David McInnis.  “Finalmente me di cuenta cómo mejorar la moral de los empleados,” dijo David, “La productividad se dispara y a todo el mundo le encanta venir a trabajar.  Es un programa que nunca falla.  Siempre funciona.”
Me quedé viendo a David.
Él se quedó viéndome a mí.
Finalmente, levanté los hombros y extendí mis palmas hacia arriba.  Viéndome fijamente a los ojos, David dijo: “Despide a toda la gente descontenta.”  Esas palabras me pegaron con tanta fuerza cómica, que comencé a reír.  Pero David no se estaba riendo.
Ninguno de nosotros quiere ser un negrero.  Ninguno de nosotros quiere ser ese jefe sin corazón que no aprecia la humanidad de sus empleados.  Ninguno de nosotros quiere abusar de nuestra gente con ese frío pragmatismo que despliega Wal-Mart.
Y por eso es que muchos negocios se convierten en clubes para empleados.
Sucede así:  un quejón hace una petición razonable y tú la concedes.  Esa petición es expandida y acelerada hasta que cesa de ser un privilegio otorgado a los empleados y se convierte en un derecho inalienable.  Y eso sólo fue con la primera petición en un arroyo interminable de otras que te presenta un staff cada vez más insatisfecho.  Y a ti, tristemente, te miran ahora como un opresivo Rey Jorge.
Pero esta revuelta no se parece a la famosa de 1776.  Esta vez será el Rey Jorge quien le mande la declaración de independencia al quejón.
El consejo de David, y el mío, es que identifiques a tu “azote de descontento” entre tu compañía – si es que lo tienes – y le des a esa persona una sonriente declaración de independencia mientras le das la mano y las gracias por los meses de servicio, diciéndole:  “Ahora eres Libre… libre para irte.”
Es un plan que nunca falla.
Roy H. Williams