Archive May 27, 2019

Consecuencias no deseadas

Consecuencias no deseadas

La vida es una serie de consecuencias no deseadas.
Las cosas casi nunca resulta como las planificamos.
Recuerdo una tira cómica de un solo cuadro que leí hace muchos años. Dos hombres en una acera llevan portafolios. Uno de ellos le dice al otro: “Tengo una idea. Compremos un pasquín de chismes y enterrémoslo en el parque con una copia de nuestro plan de cinco años. Luego regresaremos en cinco años y los desenterraremos ambos para ver cuál es más divertido”.
Yo no tengo “metas” y no tengo “planes”; porque no quiero vivir con la presión, la culpa y la atadura que esas palabras siempre parecen acarrear consigo.
Los planes están basados en suposiciones que se escurren como marranos engrasados cuando tratas de sujetarlos.
Los planes detallados son los deseos de una mente científica.
En vez de metas, yo tengo objetivos.
Las metas tienen tiempo de entrega, los objetivos no.
Cuando comenzamos a construir el campus de la Academia del Mago hace 16 años, yo creí que nos iba a tomar como 5 años. Ahora tenemos la esperanza que pueda estar terminado en 12 a 18 meses. Ok, así que se tomó 3 veces y media el tiempo que yo creí que se iba a tomar, pero eso está bien porque no teníamos una “meta” y no teníamos un “plan”. Teníamos un objetivo que perseguimos de acuerdo a nuestro principio guÍa: Nunca pidas dinero prestado.
Durante dieciséis años, la gente me ha preguntado acerca de nuestra línea de tiempo y presupuesto para construir nuestro campus y siempre parecen confundidos con la respuesta: “Va a tardarse lo que se tarde y costará lo que cueste”.
Construimos cuando teníamos dinero. Dejamos de construir cuando no teníamos. El resultado final nunca estuvo en duda. La única variable fue cuánto tiempo tomaría.
Este es otro principio guía: “Cuando algo importa de verdad, que no te importe cuánto tiempo te tome. El tiempo de todas formas va a pasar”.
Mis amigos más disciplinados me dicen que poner líneas de tiempo a sus metas les imponen una presión saludable para cumplirlas. Estos mismos amigos también se quejan acerca del estrés debilitante al que se enfrentan todos los días.
¿Tienes planes que no están procediendo como los planificaste? ¿Tus metas se te están escurriendo como marranos engrasados? Toma en cuenta el consejo de Arianna Huffington: “Simplemente cambia el cana. Estás en control del control”.
Cuando tenía 20, un hombre adinerado me dio este consejo: “Planifica tu trabajo y trabaja tu plan”.
Unos años más tarde, la policía se lo llevó de su casa con las manos esposadas a su espalda. Dudo que ser arrestado por crímenes financieros fuera parte de su plan.
Hoy te ofrezco yo un consejo a ti: Escoge lo que esperas cambiar y haz un poco de progreso hacia eso todos los días. Cuando te comprometes a una acción diaria — no a un resultado — te vas a dar cuenta que la pasión y la esperanza y la casualidad afortunada pronto van a venir a tocar a tu puerta. Te vas a encontrar en el lugar correcto, en el momento correcto, haciendo lo correcto, en la forma correcta. No porque hayas tenido un plan detallado, sino porque hiciste un compromiso y lo seguiste con acciones diarias.
Dicho sea de paso, cambiar el balance de tu cuenta bancaria no es un objetivo, es simplemente la consecuencia de acciones diarias. Así que haz que tu compromiso sea más grande que eso. Y recuerda las palabras de Wes Jackson: “Si la tarea de tu vida se puede alcanzar en tu vida, no estás pensando en grande”.
Roy H. Williams

El cuidado y alimentación de los amigo

El cuidado y alimentación de los amigos imaginarios

El otro día, mi nieto de nueve años, Gideon, me pidió un favor enorme.
“Poobah, tengo 11 amigos imaginarios que necesitan comenzar a quedarse en tu casa”.
“Okay. ¿Pueden dormir todos en el segundo piso?”
“Podrían, pero dudo que todos lleguen a estar juntos allí al mismo tiempo”.
Gideon me contó lo que necesitaba saber de cada uno de ellos y cuáles de ellos salían de paseo durante días enteros — y que no me preocupara — y cuáles iban y venían a través de las ventanas y cuáles dormirían exactamente en qué lugar.
Sólo había un amigo imaginario que continuaría quedándose en la casa de Gideon.
Para mí, los amigos imaginarios no son cosa nueva, Indy y yo tenemos varios de ellos.
Yo, yo mismo, soy un amigo imaginario.
Brian Scudamore, Erik Church, David St. James y James Alish son los líderes principales de O2E Brands. Yo escribo anuncios para sus cuatro franquicias. Hace algunos años, estos tipos comenzaron a traer grupos de sus Socios de Franquicias más exitosos a conocer al “mago en el castillo en la montaña de Texas”.
Okay, yo puedo jugar ese papel. Lo único que tengo que hacer es abrir esa majestuosa torre que Pennie creó y darles un tour del campus mágico que ella creo que la rodea.
Pero Brian y Erik y David y James tenían un plan completamente diferente.
Sin yo saberlo, le dijeron a sus Socios de Franquicia que toda persona nueva tenía que presentarme un regalo cuando me conocieran. Y que ese regalo tenía que ser profundamente significativo. Y que me tenían que contar una historia cuando me lo presentaran. Y que si sus regalos e historias eran aceptables, yo los invitaría a los pisos superiores a pasar un momento juntos.
Yo estaba, por supuesto, avergonzado al principio, pero este pequeño ritual en la galería de arte subterránea se convirtió en algo precios mientras transcurrió el tiempo. Estos encuentros incómodos me enseñaron la importancia de la gente imaginaria en nuestras vidas.
La gente que admiras a distancia — los autores que lees, los actores que te entretienen, las voces en la radio que te cantan y las caras en YouTube que te miran a los ojos — son personas imaginarias que habitan tu mundo.
El personaje siempre es más grande que el actor que le da vida.
Recientemente recibí una carta ilustrada que contenía 7 preguntas de un niño llamado Bennett.
I will conclude today’s memo by answering Bennett’s questions:
Concluyo el memo de hoy respondiendo las preguntas de Bennett:
¿Puedes hacer dos soles?
No, no puedo hablar dos soles a la existencia en el mundo físico, pero sí puedo hablar dos soles en tu mente. “Mientras Bennett estaba parado frente al jardín de su entrada en la mitad de la noche, la oscuridad hacia su izquierda se derritió cuando un círculo brillante, plateado, comenzó a elevarse desde la tierra. Cuando ese círculo de luz llegó a la altura de su hombro izquierdo, una pelota dorada comenzó a elevarse de la tierra a su derecha. Y cuando la luz de la bola dorada tocó la plateada, 12 flores dormidas levantaron sus cabezas, 9 colibríes salieron volando, 6 perros grandes ladraron en español, 3 policías sonaron sus silbatos y un viejo gallo cantó”.
2. ¿Puedes hacer una fotocopiadora?
Sí. Si presiono unos números especiales en mi teléfono y digo “Quiero una fotocopiadora”, una fotocopiadora aparecerá al día siguiente.
3. ¿Cuántos pisos tiene tu castillo?
Cinco: La galería de arte, el Salón de Banquetes, el Ojo de la Tormenta, el Piso de la Biblioteca y la Terraza de las Estrellas.
4. ¿Puedes hacer una cámara?
Sí, cuando toco un botón en mi computadora, una cámara aparecerá en mi entrada dos días después.
5. ¿Puedes hacer una caja de crayones?
Sí, puedo hacer cajas de crayones de la misma forma que puedo hacer cámaras.
6. ¿Tienes una familia de magos?
Sí, hay otros 46 magos en mi familia. Indiana Beagle va a poner algunas fotos de ellos en la madriguera del conejo para ti.
7. ¿Tienes algún comentario?
Sí. Este es mi comentario: Eres un niño muy valiente, Bennett. Haces cosas acerca de las cuales otras personas sólo piensan o hablan. Me dibujaste algo muy bonito y me escribiste una muy buena carta. Porque tienes valentía y porque eres un hacedor y no sólo un hablador, vas a tener éxito en lo que sea que escojas hacer. Estoy esperando conocerte cuando tu papá te traiga a Austin.
Tuyo,
Roy H. Williams

Encuadre

Encuadre

¿Alguna vez has visto a un fotógrafo ver a través de un rectángulo de dedos índice y pulgar para “encuadrar” una foto potencial?
El encuadre es aún más importante cuando se utilizan las palabras para capturar imágenes.
La publicidad, como cualquier otra forma de contar historias, siempre debería comenzar con una secuencia de encuadre.
¿Desde qué ángulo te vas a aproximar al sujeto?
¿Qué va a ser revelado?
¿Qué va a ser excluído?
Más importante, ¿qué va a ser revelado sólo parcialmente, requiriendo que tu lector supla las partes que faltan?
En el prólogo de Dulce Jueves de John Steinbeck, un personaje explica la atracción de la revelación parcial: “Me gusta cuando hablan mucho en un libro y no me gusta que nadie me diga cómo se mira el tipo que está hablando. Quiero imaginarme cómo se mira de la forma en la que habla.”
“¿Sr. Jenkins?”
“Sí, Bobby.”
“¿Cuánto debería pesar un hámster?”
Sabemos de esta secuencia de encuadre que Bobby respeta la sabiduría del Sr. Jenkins y se siente con la suficiente confianza como para preguntarle cualquier cosa que le pasa por la mente. Nos enteramos después que el Sr. Jenkins es dueño de una compañía de aires acondicionados.
Otro anuncio empieza así:
“El Sr. Jenkins me dijo…”
“El Sr. Jenkins me dijo…”
“El Sr. Jenkins me dijo que trabajara en cada sistema como si fuera para mi mamá.”
Sabemos que el Sr. Jenkins cree que sus clientes se merecen atención, cuidado y compromiso. Pero el anuncio no hace estas aseveraciones; llegamos a estas conclusiones por nuestra cuenta debido a la revelación parcial.
“Creo que sé por qué Ken Goodrich me contrató para llevar su compañía de plomería.”
El famoso dueño de una compañía de aires acondicionados también está ahora en el negocio de la plomería. Y la persona que le lleva el negocio es directo, claro y dispuesto a decirnos lo que piensa. Llegamos a estas conclusiones tan sólo 14 palabras dentro del encuadre. Así es cómo Zach Hunt fue presentado en público.
El siguiente anuncio empieza:
“Zach, ¿has escuchado acerca de la comezón del séptimo año?”
Estas diez palabras de encuadre disparan nuestra curiosidad. Queremos escuchar la respuesta de Zach y enterarnos a dónde va Ken Goodrich con esta pregunta.
“Cinco años antes que Teddy Roosevelt fuera el líder de los Cabalgantes Salvajes, Simon Schiffman se salió del tren a estirar las piernas.
Dos íconos heróicos de la historia de los Estados Unidos de hace 125 años… un hombre desconocido se baja del tren… El encuadre ha preparado el escenario. Ahora cautiva la atención del cliente sorprendiéndolo con lo que sucede después.
Roy H. Williams
PS – Como un evento especial, Indy Beagle entrevistó a Ray Bard — el experto mundial en encuadre — y te dejó un rastro de migas para que lo sigas en la madriguera del conejo.

Solamente tres preguntas

Solamente tres preguntas
¿Encontraste tu destino?
¿Conoces tu propósito?
¿Estás listo para la aventura?
Identidad: ¿Quién soy yo?
Propósito: ¿Por qué estoy aquí?
Aventura: ¿A qué me tengo que sobreponer?
La identidad es tu auto-imagen; un compuesto de tus creencias, tus preferencias y tus relaciones. Pedazos y partes de tu identidad van a evolucionar con tus experiencias pero otros pedazos están grabados en tus huesos, invisibles e inmutables.
La publicidad te mueve cuando se conecta con tu identidad.
El propósito es una luz intermitente, revelando una serie siempre mutable de imágenes que demandan tu atención. Pero esa luz intermitente, que guía, proviene de un único lugar. Y ese lugar es tu identidad. ¿Quiénes son las personas dentro de tu círculo de luz?
En una instancia, tu propósito es prestar un oído atento, asegurarte que una persona sepa que la escucharon. En otra ocasión, tu propósito es defender a alguien que no se puede defender a sí mismo. En una tercera instancia, tu propósito es servir de guía a alguien que lo necesita.
Si no sabes por qué estás aquí — o si no tienes ni una idea de qué hacer — es porque no sabes quién eres.
“Encontrar tu pasión” ere tú enfocado en ti.
“Encontrar tu propósito” eres tú enfocado en otros.
Deja de buscar tu pasión. Sé digno de tu propósito y deja que tu pasión te encuentre a ti. Lo único que se necesita es compromiso.
Cuando tenemos una aventura, deseamos estar seguros en casa. Pero cuando estamos seguros en casa, deseamos estar teniendo una aventura.
Aventura es sólo una palabra sofisticada para decir problemas.
Dewey Jenkins me dijo que los problemas se presentan como un problema a ser resuelto y que nuestra aventura está en encontrar una forma de sobrellevarlo. Si ignoras el problema, te escondes de él, te enfadas en su contra o te amedrentas ante él, va a regresar una y otra vez hasta que finalmente hayas aprendido a derrotarlo.
Mr. Jenkins me dijo que entonces es cuando es el momento de celebrar, ¡celebrar, celebrar! Ahora que ya aprendiste a derrotarlo, nunca más vas a volver a tener ese problema. Pero no te preocupes, un problema nuevo y diferente viene en camino para alcanzarte y lleva puesta una sonrisa maligna.
La persona derrotada mira la vida como una serie de dificultades, decepciones y dilemas. La persona victoriosa mira la vida como una aventura consistente de rompecabezas a ser solucionados, batallas qué librar y problemas qué sobrellevar.
¿Crees que todo esto es sólo un juego mental; que lo único que realmente estamos haciendo es dándole a nuestros problemas un nombre nuevo y viéndolos desde una perspectiva nueva?
¡Cómo eres de perceptivo! Eso es exactamente lo que estamos haciendo.
¿Pero cuál de estas dos personas crees que es más feliz?
Roy H. Williams