Solamente tres preguntas

Solamente tres preguntas

Solamente tres preguntas
¿Encontraste tu destino?
¿Conoces tu propósito?
¿Estás listo para la aventura?
Identidad: ¿Quién soy yo?
Propósito: ¿Por qué estoy aquí?
Aventura: ¿A qué me tengo que sobreponer?
La identidad es tu auto-imagen; un compuesto de tus creencias, tus preferencias y tus relaciones. Pedazos y partes de tu identidad van a evolucionar con tus experiencias pero otros pedazos están grabados en tus huesos, invisibles e inmutables.
La publicidad te mueve cuando se conecta con tu identidad.
El propósito es una luz intermitente, revelando una serie siempre mutable de imágenes que demandan tu atención. Pero esa luz intermitente, que guía, proviene de un único lugar. Y ese lugar es tu identidad. ¿Quiénes son las personas dentro de tu círculo de luz?
En una instancia, tu propósito es prestar un oído atento, asegurarte que una persona sepa que la escucharon. En otra ocasión, tu propósito es defender a alguien que no se puede defender a sí mismo. En una tercera instancia, tu propósito es servir de guía a alguien que lo necesita.
Si no sabes por qué estás aquí — o si no tienes ni una idea de qué hacer — es porque no sabes quién eres.
“Encontrar tu pasión” ere tú enfocado en ti.
“Encontrar tu propósito” eres tú enfocado en otros.
Deja de buscar tu pasión. Sé digno de tu propósito y deja que tu pasión te encuentre a ti. Lo único que se necesita es compromiso.
Cuando tenemos una aventura, deseamos estar seguros en casa. Pero cuando estamos seguros en casa, deseamos estar teniendo una aventura.
Aventura es sólo una palabra sofisticada para decir problemas.
Dewey Jenkins me dijo que los problemas se presentan como un problema a ser resuelto y que nuestra aventura está en encontrar una forma de sobrellevarlo. Si ignoras el problema, te escondes de él, te enfadas en su contra o te amedrentas ante él, va a regresar una y otra vez hasta que finalmente hayas aprendido a derrotarlo.
Mr. Jenkins me dijo que entonces es cuando es el momento de celebrar, ¡celebrar, celebrar! Ahora que ya aprendiste a derrotarlo, nunca más vas a volver a tener ese problema. Pero no te preocupes, un problema nuevo y diferente viene en camino para alcanzarte y lleva puesta una sonrisa maligna.
La persona derrotada mira la vida como una serie de dificultades, decepciones y dilemas. La persona victoriosa mira la vida como una aventura consistente de rompecabezas a ser solucionados, batallas qué librar y problemas qué sobrellevar.
¿Crees que todo esto es sólo un juego mental; que lo único que realmente estamos haciendo es dándole a nuestros problemas un nombre nuevo y viéndolos desde una perspectiva nueva?
¡Cómo eres de perceptivo! Eso es exactamente lo que estamos haciendo.
¿Pero cuál de estas dos personas crees que es más feliz?
Roy H. Williams

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