Archive December 18, 2023

Un fanático de la pesca con moscas en las 13 colonias de los Estados Unidos

No sé si él era un patriota estadounidense o un leal británico. Lo único que sé es que era propietario de una edición de 1726 de “El caballero pescador” un libro empastado en cuero acerca de la pesca con moscas.
Ese libro tenía 50 años cuando Thomas Jefferson escribió la Declaración de Independencia.
Hablando de Jefferson, ese mismo pescador con moscas compró una primera edición del set de cuatro volúmenes empastado en cuero de “Memoria, Correspondencia y Misceláneos” escrito por Thomas Jefferson y publicado en 1829. Esto me lleva a pensar que nuestro amigo pescador con moscas compró una copia de 103 años de la edición de 1726 de “El caballero pescador” aproximadamente en el mismo momento, más o menos hace 200 años.
No había libros modernos en su colección.
Acabo de darme cuenta de algo. Nuestro amigo pescador con moscas obviamente era un Patriota Estadounidense, si no, no hubiera comprado el libro de Thomas Jefferson “Memorias, Correspondencia y Misceláneos” en 1829.
“Espera un momento Roy, identificaste al hombre como un ‘Fanático de la Pesca con Moscas’ en el título del Memo del Lunes por la Mañana de hoy. ¿Qué te llevó a llamarlo así?”
Lo llamo un “fanático de la pesca con moscas” porque la mayoría de los 18 libros en su colección se trataban acerca de pesca con moscas, incluyendo una edición de 1750, una de 1760 y una de 1823 de “El pescador completo” de Izaak Walton.
Compré su colección entera porque los libros son cool, especialmente los libros que tienen siglos de existir.
Lo que hubiera sido VERDADERAMENTE cool, sin embargo, es si este amante de los libros que vivió durante los años de Thomas Jefferson, John Adams, Benjamin Franklin, Alexander Hamilton y George Washington también hubiera tenido un original, primera edición de Don Quijote de la Mancha. ¿No hubiera sido es cool?
Sólo existen 10 copias conocidas de ese libro en todo el mundo y la última en cambiar de manos se vendió hace 35 años, por 1,500,000 dólares. No hay universidades que tengan una copia y no hay copias disponibles para ser vistas por el público excepto la que está en manos de los ciudadanos de los Estados Unidos de América y ésa está cuidadosamente custodiada en la Biblioteca del Congreso.
¿Ya adivinaste?
Nuestro amigo pescador con moscas colonial, de hecho, sí fue propietario de una edición de 1605 de la obra maestra de Cervantes y yo la compré con el resto de su colección.
El misterio es que mi copia es aproximadamente 8 pulgadas por 11 pulgadas más grande que la edición de 4 pulgadas por 6 pulgadas propiedad de la Biblioteca del Congreso. Mi copia es, sin lugar a dudas, extraordinariamente vieja. Los atributos que me llevan a esta conclusión no son fácilmente falsificados.
La tapa está envuelta en los restos de piel vieja y frágil — piel de animal muy estirada — y las páginas son sustanciales y gruesas. No es, sin embargo, la versión pirata no autorizada publicada en Portugal en 1605, porque la mía tiene el frontispicio y página de título correctas de 1605, idénticas a la edición de 1605 de 4 pulgadas por 6 pulgadas que está en la Biblioteca del Congreso.
Mi copia tiene la cubierta de piel y conexiones, como la edición portuguesa de 1605 y la edición inglesa de 1620, pero no es ninguna de estas dos. Aparentemente es una Edición de Presentación de hace siglos, si algo semejante en efecto existía hace tanto tiempo.
La impresión parece ocupar más o menos las mismas dimensiones que el primer libro más pequeño, pero las páginas en sí son más grandes y más sustanciales, como si la imprenta original hubiera sido utilizada en papel de tamaño más grande, dejando un montón de papel sin imprimir al margen del texto de tamaño original.
Meredith Mann, una especialista en la Biblioteca del Nueva York, escribe: “Don Quijote fue impreso por primera vez en Madrid en 1605. Fue un éxito inmediato — la primera edición se agotó rápidamente y nuevas fuero impresas tanto en España como en toda Europa. No puedo dejar de mencionar que la División de Libros Raros tiene una de estas raras ediciones tempranas, en un encuadernado español contemporáneo y típico en piel, marcado a mano en su espina.”
No estaba describiendo mi libro cuando escribió eso en el 2015, pero pudiera haberlo estado haciendo.
Tenemos, por el momento al menos, un unicornio raro y no identificado.
No dudo que mis amigos en la Sociedad Cervantes se alegren de identificar nuestro unicornio y que la División de Libros Raros de la Biblioteca de Nueva York ofrezca generosamente responder preguntas de los investigadores.
En cualquier caso, estoy contento. Mi Don Quijote es viejo y raro y maravilloso; hermoso por dentro, pero por fuera rudo y desaliñado como el propio Quijote. Este Quijote me recuerda al Quijote dentro de sus páginas; él comenzó en una biblioteca pero luego salió he hizo las cosas acerca de las cuales leemos. Este libro ha vivido lo que Hunter S. Thompson hablaba cuando decía:
“La vida no debería ser una travesía hacia la tumba con la intención de llegar seguros y en un cuerpo lindo y bien preservado, sino derrapándonos por la curva en una nube de humo, totalmente usados, totalmente agotados y proclamando ruidosamente ‘¡Wow! ¡Qué viaje!’”
Hasta que sepamos a ciencia cierta lo que es, lo mantendré en una cajilla de seguridad en el banco. Si resulta ser tan único como aparenta ser hasta ahora, Pennie y yo planeamos prestárselo a la universidad American que lo mantendrá en exposición al público. Nos mataría la consciencia mantener ese tesoro escondido cuando podría llenar de placer a otros.
Me quedaré, sin embargo, con mis libros de Thomas Jefferson y de pesca con moscas en la gran biblioteca de la pasarela sobre el salón de discursos del Ojo de la Tormenta en la Academia del Mago.
¡Cualquier cosa puede suceder! Nunca lo olvides.
Las mejores cosas en tu vida están por venir. Las miro en tu futuro, esperando pacientemente que llegues para poder saltarte encima y sorprenderte y hacerte bailar de la alegría.
Me sonrío, pensando en tu felicidad.
Feliz Navidad.
Roy H. Williams
P.D.: Descubrí esta colección colonial de libros sólo porque mi amigo Dewey Jenkins vino a la ciudad y me dio una gran cantidad de dinero para “ir y conseguir más de esas cosas locas que te gustan que siempre tienen historias interesantes.” Dewey vino a Austin principalmente para celebrar nuestro logro de una meta salvaje y loca que nos propusimos hace 11 años. Si puedes encontrar una copia de “El Sr. Jenkins me dijo”, te prometo que la vas a disfrutar y que te enseñará cosas que te harán ganar mucho dinero.

Irwin, Bob, Frank, Placido y Aretha

Irwin Michnick, el hijo de un peletero judío ucraniano nacido en Brooklyn, era un músico de jazz que escribía comerciales para radio y jingles de publicidad para compañías como L & M cigarrillos y Ken-L Ration comida para perros.
Bob Levenson era un escritor de publicidad en Doyle Dane Bernbach que necesitaba una tonada para ir con las palabras: “A todo el mundo no le gusta a algo, pero a nadie no le gusta Sara Lee.” Irwin Michnick recibió la llamada.
Pero fue una llamada distinta la que llevó a Irwin Michnick a ganar un Premio Tony y un Premio a los Clásicos Contemporáneos del Salón de la Fama de los Escritores de Canciones.
Frank Sinatra, Elvis Presley, Placido Domingo y más de 70 otras super estrellas de música han grabado la canción que escribió Michnick.
Josh Groban la incluyó en su álbum del 2020, Harmony.
Aretha Franklin la cantó en el funeral de la activista de derechos humanos Rosa Parks.
El senador Edward Kennedy pidió que la cantaran en su funeral también. Y lo fue.
La canción nos enseña que la pasión no crea al compromiso, sino que el compromiso crea a la pasión. Es una canción que nos enseña que podemos alcanzar lo milagroso si tan sólo estamos dispuestos a intentar lo ridículo.
¿Recuerdas la cita de Ze Frank que te compartí la semana pasada? ¿En la que Ze habla de cómo el héroe se lanza a la batalla contra todo pronóstico, empujando fieramente, con los hombros hacia atrás, a pesar de saber que no puede ganar, que va a perder al final?
Irwin Michnick escribió la música y Joe Darion escribió la letra. Es la canción de la Academia del Mago, esa escuela para emprendedores y escritores de anuncios y educadores y sacerdotes e investigadores y cualquier otro agente de cambio que se a visto infectado por un sueño imposible.
¿Ya recordaste la canción? Claro que sí. Comienza así: “Soñar el sueño imposible; pelear al enemigo imbatible; soportar con tristeza insoportable; correr hacia donde los valientes no se atreven a ir.”
Probablemente no recuerdas a Irwin Michnick porque era conocido profesionalmente como Mitch. Mitch Leigh.
Te apuesto a que puedes adivinar qué tiene Indy Beagle para ti en la madriguera del conejo.
En otras noticias relacionadas con sueños imposibles, la semana pasada compré una copia extremadamente vieja del libro que escribió Miguel de Cervantes que inspiró la canción de Mitch Leigh y Joe Darion.
Tal vez te cuente acerca de ello al principio del otro año.
Ciao por Ahora,
Roy H. Williams

Las dos veces que leemos Don Quijote

Por allá en el 2012, Ze Frank grabó un video que he contemplado durante 11 años.
“¿De qué se trataba?”
Acerca del héroe y el payaso.
“¿Qué lo hace tan interesante para que lo hayas contemplado durante tanto tiempo?”
El héroe y el payaso son la misma persona.
“Vas a tener que explicarme eso.”
Esta es la transcripción. Léela:
“Una vez tuve la suerte de tomar una clase con el gran maestro de payasos Giovanni Fusetti y una de las cosas acerca de las que él habló fue de la idea antigua de un héroe. En los mitos griegos, los humanos eran sometidos a fuerzas masivas y desconocidas fuera de su control. Los caprichos de los dioses — dioses inconstantes — los dioses del viento, las olas y la guerra, de la suerte, el amor, la vejez y la muerte. Y desde el Monte Olimpo, los humanos, los humanos parecían pequeñas hormigas enfrentando todas estas cosas. Giovanni dijo que a pesar de estos factores desconocidos, el héroe empuja, empuja contra todas estas fuerzas, empuja fieramente, los hombros hacia atrás, a pesar de saber que no puede ganar, que al final va a morir. El payaso, por otra parte, celebra el caerse, el fallar, lo absurdo de rebotar por el fondo, el absurdo de tan siquiera intentarlo…”
– Ze Frank, Injusto, 22 de junio, 2012
“Está bien, es fue interesante. Pero no veo cómo puedas seguir pensando en eso 11 años después.”
Me dio respuesta a una pregunta.
“¿Entonces cuál es la pregunta?”
¿Cómo puede una persona ver a Don Quijote y ver un héroe y otra persona verlo y ver un payaso?
“A veces piensas en porquerías verdaderamente extrañas. Lo sabes, ¿verdad?”
Sí, lo sé.
“Necesito que me amarres todo eso.”
Cervantes escribió Don Quijote en 1605 y durante los siguientes 418 años, la interpretación que le da una persona a ese libro ha dependido casi por entero en dónde y cuándo vivieron.
“¿En serio?
Síp. En serio.
“¿Por qué?”
¿Por qué, qué?
“Por qué depende en dónde y cuando vivieron?”
Hay dos momentos específicos cuando al gente lee la historia de Don Quijote:
Cuando una nación está persiguiendo un bello sueño, los artistas de esa nación pintarán, esculpirán y escribirán obras acerca de héroes que pelean contra todo pronóstico. Y van a hacerle porras a Don Quijote, un héroe visionario que vio belleza, justicia y honor en una chica pueblerina común que no sabía que él estaba vivo.
Generaciones más tarde, exhaustos, descorazonados y frágiles, esas mismas naciones se van a reír de lo absurdo de creer en héroes y sus comediantes van a burlarse de la tontería de la determinación sin descanso. Y van a despreciar a Don Quijote, un hombre que vio visiones de belleza, justicia y honor en una chica pueblerina común que no sabía que él estaba vivo.
“¿Entonces qué forma del Don Quijote es en la que cree los Estados Unidos en este momento?”
Respóndeme esto Indy: ¿Sientes que nuestra nación está persiguiendo un bello sueño? ¿O sientes que estamos exhaustos, descorazonados y frágiles?
“Considerando que todos están sospechando de todos en este momento, yo diría que lo segundo.”
Indy, quiero que investigues a los padres fundadores y descubras si ellos estaban leyendo Don Quijote cuando estaban soñando en los Estados Unidos y peleando contra todo pronóstico para escapar de debajo de la suela del Rey Jorge.
“¿Quieres que lo ponga en la madriguera del conejo?”
Eso depende de ti, mi pequeño amigo beagle, pero espero que lo hagas.
“Lo haré bajo una condición.”
Dímela.
“Cuéntame qué trajo esto a colación. Necesito saber por qué me estás contando todo esto.”
¿Recuerdas lo que le dije a todas esas personas que vinieron a Austin a escuchar mi última presentación del Péndulum hace 11 años?
“Recuerdo que la torre estaba llena, pero dijiste muchas cosas durante esos 2 días. ¿Acerca de cuál de esas cosas te refieres?”
Fue cerca del final, cuando alguien me preguntó qué tan pronto volvería a enseñar el Pendulum.
“Recuerdo que les dijiste que no lo volverías a enseñar por lo menos durante los siguientes 10 años. Y todo el mundo estuvo shoqueado y te preguntó por qué. Y tú les dijiste que era porque no iban a haber noticias ni felices ni buenas durante los siguientes 10 años, sino que iban a ser los peores 10 años de todos los 80 años de este viaje redondo del Pendulum. Dijiste que no iba a haber ni siquiera un destello de luz al final del túnel hasta en el 2024, cuando todo comenzaría lentamente a estar mejor, poco a poco, a la velocidad de la agricultura.”
Tienes una buena memoria, Indy.
“Tengo una pregunta más.”
Te la respondo en la madriguera del conejo.
Roy H. Williams
P.D.: The West Wing, Sports Night, Studio 60, The Newsroom… Indy Beagle y yo coincidimos que Aaron Sorkin es el mejor escritor de diálogo en cámara de nuestra generación. Esto es lo que Aaron le dijo al columnista David Brooks en el Hotel Jerome en Aspen, Colorado, el lunes 29 de junio del 2015:
“Todo regresa a Don Quijote. Este tipo que sentía que estaba viviendo en un mundo que estaba tan sólo un poco — que se había caído por el borde de la mala educación y lo ordinario — y él era un viejo enclenque que estaba experimentando demencia y que decidió que puedes ser un caballero si tan sólo te comportas como tal. Yo simplemente encuentro eso tan romántico.”