Irwin, Bob, Frank, Placido y Aretha

Irwin, Bob, Frank, Placido y Aretha

Irwin Michnick, el hijo de un peletero judío ucraniano nacido en Brooklyn, era un músico de jazz que escribía comerciales para radio y jingles de publicidad para compañías como L & M cigarrillos y Ken-L Ration comida para perros.
Bob Levenson era un escritor de publicidad en Doyle Dane Bernbach que necesitaba una tonada para ir con las palabras: “A todo el mundo no le gusta a algo, pero a nadie no le gusta Sara Lee.” Irwin Michnick recibió la llamada.
Pero fue una llamada distinta la que llevó a Irwin Michnick a ganar un Premio Tony y un Premio a los Clásicos Contemporáneos del Salón de la Fama de los Escritores de Canciones.
Frank Sinatra, Elvis Presley, Placido Domingo y más de 70 otras super estrellas de música han grabado la canción que escribió Michnick.
Josh Groban la incluyó en su álbum del 2020, Harmony.
Aretha Franklin la cantó en el funeral de la activista de derechos humanos Rosa Parks.
El senador Edward Kennedy pidió que la cantaran en su funeral también. Y lo fue.
La canción nos enseña que la pasión no crea al compromiso, sino que el compromiso crea a la pasión. Es una canción que nos enseña que podemos alcanzar lo milagroso si tan sólo estamos dispuestos a intentar lo ridículo.
¿Recuerdas la cita de Ze Frank que te compartí la semana pasada? ¿En la que Ze habla de cómo el héroe se lanza a la batalla contra todo pronóstico, empujando fieramente, con los hombros hacia atrás, a pesar de saber que no puede ganar, que va a perder al final?
Irwin Michnick escribió la música y Joe Darion escribió la letra. Es la canción de la Academia del Mago, esa escuela para emprendedores y escritores de anuncios y educadores y sacerdotes e investigadores y cualquier otro agente de cambio que se a visto infectado por un sueño imposible.
¿Ya recordaste la canción? Claro que sí. Comienza así: “Soñar el sueño imposible; pelear al enemigo imbatible; soportar con tristeza insoportable; correr hacia donde los valientes no se atreven a ir.”
Probablemente no recuerdas a Irwin Michnick porque era conocido profesionalmente como Mitch. Mitch Leigh.
Te apuesto a que puedes adivinar qué tiene Indy Beagle para ti en la madriguera del conejo.
En otras noticias relacionadas con sueños imposibles, la semana pasada compré una copia extremadamente vieja del libro que escribió Miguel de Cervantes que inspiró la canción de Mitch Leigh y Joe Darion.
Tal vez te cuente acerca de ello al principio del otro año.
Ciao por Ahora,
Roy H. Williams

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