¡Descorcha el champán de la felicidad!

¡Descorcha el champán de la felicidad!

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¿Qué? ¿No miras los tiempos felices?
¡Pero si están allí!
Justo allí adentro de ti!
Ah, ya lo veo. Tienes algo que te impide ver y sentir y vivir los tiempos espumantes y claros que se esfuerzan por ascender desde las profundidades de tu alma.
Puedo ver que estás preocupado.
Ese es el problema.
La preocupación es el corcho que impide que el champán de la felicidad te esparza una sonrisa en la cara y un brillo en tus ojos y la felicidad en tu corazón.
Si me lo permites, voy a tratar de hacer por ti lo que Julius Rosenwald y Thomas Jefferson hicieron por mí.
Julius Rosenwald fue un hombre de negocios inmensamente exitoso que usó su dinero — todo — para ayudar a gente a elevarse sobre sus circunstancias y experimentar las maravillas del mundo en el que vivían.
Esto es lo que Julius Rosenwald me escribió hace 100 años:
“Temprano en mi carrera de negocios, aprendí el disparate de preocuparme por nada. Siempre he trabajado tan duro como puedo, pero cuando algo salió mal y no podía ser arreglado, lo descarté de mi mente.”
Amigo mío, cuando algo sale mal y no se puede arreglar, sácalo de tu mente.
Un ejército de personas nos rodea, cuyo único trabajo es hacernos sentir miedo y amedrentados. No debes permitir que esa gente capture tu atención.
Los periodistas nos han estado gritando titulares engañosos e inflamatorios desde los días de la Revolución Americana.
Pero los periodistas y podcasters de hoy han descubierto nuevas formas de gritar. Emails y sitios web y YouTube y cable y servicios de streaming y profundamente infelices. Ellos alimentan nuestras preocupaciones como atizadores que alimentan la leña en las calderas de los trenes a vapor.
Ellos quieren que nos subamos en sus carriles de hierro para que nos puedan llevar a donde quieren.
No te subas a su tren. Salta. Thomas Jefferson lo hizo.
Él dijo:
“No tomo un solo periódico, no leo ni uno al mes y definitivamente soy más feliz por ello.”
Siguió diciendo:
“Los anuncios contienen las únicas verdades en las que uno puede contar en un periódico. El hombre que no lee nada está mejor educado que el hombre que sólo lee los periódicos.”
Thomas Jefferson evitó las noticias y dijo que era infinitamente más feliz por ello.
Tú deberías hacerlo también.
Julius Rosenwald y Thomas Jefferson descubrieron que Jesús estaba diciendo la verdad en Mateo, capítulo seis cuando dijo:
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”
No te preocupes.
Sé feliz.
Roy H. Williams

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