Tu personalidad empuja tu negocio

Tu personalidad empuja tu negocio

Mi amigo David Freeman me dio una herramienta hace unos 20 años que he usado con mucha eficacia. David le enseña a guionistas y novelistas cómo crear personajes ficticios que te atraen hacia ellos como imanes.
No es mi objetivo enseñarte la técnica de David el día de hoy, ni te voy a enseñar una versión simplificada. Lo que espero hacer es ayudarte a entender que tu negocio tiene una personalidad. Si no la tiene, entonces no tienes una marca; tienes un logo y una guía de estilo visual.
Una marca poderosa es un personaje imaginario que vive en la mente del consumidor, nada distinto a esos personajes imaginarios que habitan las grandes novelas y shows de TV y las películas. Si te sientes conectado a una marca, es porque esa marca representa algo en lo que crees.
Cada uno de nosotros es una pieza de rompecabezas y cuando vemos una pieza de forma extraña que va a cazar en un agujero de forma correspondiente en la auto-imagen que estamos tratando de completar, sentimos que tenemos que tener esa pieza.
Si eres dueño de un negocio, la personalidad de ese negocio va a ser un reflejo de tu propia personalidad. Y las áreas de tu negocio que necesitan mejoras usualmente van a reflejar las áreas de tu vida que necesitan mejoras.
Tu personalidad empuja tu negocio. Es por esto que tu negocio siempre va a reflejar tu personalidad. Realmente necesitas capitalizar eso.
Los consultores de mercadeo más brillantes van a:
Identificar las características de tu marca. Es totalmente posible que tu nunca tuviste la intención que tu marca tuviera esas características, pero siempre van a estar allí. Los mejores consultores de marca quieren responder la pregunta: “¿Qué mueve a esta marca a pensar, hablar, actuar y ver el mundo en la forma en que lo hace?”
Amplificar esas características de manera que la marca tenga una personalidad distintiva. No nos identificamos con los productos o servicios que no tienen una personalidad.
Construir todos los mensajes para que reflejen la personalidad que ha estado allí siempre. Cuando haces esto, la eficiencia de mercadeo se acelera y la adquisición de clientes crece a un nuevo nivel.
Hace una semana me reuní con el dueño de una compañía de fabricación de muebles que diseña todos sus propios productos. Luego de pasearme por su página web, le dije: “Cualquiera que ame Apple y Tesla va a amar tus muebles”.
Sus ojos se agrandaron y me dijo: “¡Esas son las marcas que idealizamos mi equipo y yo! ¿Cómo lo supiste?”
Le respondí: “Tus diseños reflejan los mismos valores y creencias que esas marcas.”
“Rechazas los estilos y tradiciones establecidos.”
“Vas detrás de esa imagen limpia y simple y la sensación de diseño elegante.”
“Creaste un jardín amurallado; tus cosas no se mezclan bien con otras. Y tus cosas con caras.”
“En tu interior, eres un líder y no un seguidor.”
Estas son las características que definen la marca que creaste. Todo lo que necesitas hacer ahora es comenzar a comunicarte con el público en la voz de esa marca.
No estaba seguro de compartir las características que definen las marcas creadas por Steve Jobs e Elon Musk contigo porque sería muy fácil hacerte decir: “¡Yo también creo en esas cosas! Soy igual que Steve Jobs e Elon Musk.”
Aunque pueda ser que tu cosmovisión se traslape con la de Steve e Elon, es muy poco probable que compartas el mismo diamante de personalidad. Habiendo utilizado esta herramienta durante aproximadamente 20 años, nunca he visto una compañía que refleje a Tesla y Apple en cada uno de sus 4 puntos cardenales.
Las características que definen tu compañía — tu marca — probablemente son diferentes de las marcas creadas por Steve Jobs e Elon Mus. Es difícil construir to propio diamante de personalidad porque no te ves a ti mismo en la misma forma que otras personas lo hacen. Es difícil leer la etiqueta cuando estás adentro de la botella.
Necesitas a alguien afuera que mire tu marca y te ayude a entender la personalidad de este maravilloso personaje imaginario que creaste de manera inconsciente.
Este es el primer paso esencial que hace que todos los otros elementos de tu plan de mercadeo se reúnan y canten en armonía.
Roy H. Williams

Comments are closed.