“Mork llamando a Orson. Responde, Orson.”

“Mork llamando a Orson. Responde, Orson.”

He estado en un estado de ánimo reflexivo últimamente. Desconectado de mi amada rutina de escribir un océano de anuncios a la mitad de la noche, he estado examinando la vida de la gente que afilaron sus habilidades a tal grado que perforaron el cielo y se encontraron a sí mismos habitando cuerpos hechos de aces de luz.
Una personalidad más grande que la vida, saturada en talento deslumbrante, es combustible. Dale a esa persona la más pequeña chispa de oportunidad e instantáneamente van a prender fuego.
Ernest Hemingway encarnó el machismo triste de la Generación Perdida y se convirtió en un ícono cultural. Hunter S. Thompson encarnó la contracultura psicodélica de la siguiente generación y se convirtió en un ícono cultural. Al llegar al final del Juego Salvaje del Sr. Sapo, ambos se dispararon.
Pero años antes que él halara ese gatillo, Thompson escribió:
“La vida no debería ser un viaje a la tumba con la intención de llegar seguros en un cuerpo lindo y bien preservado, sino derraparse en la curva cubierto de una nube de polvo, completamente usado, totalmente agotado y proclamando fuertemente ‘¡Vaya! ¡Qué Buen Viaje!’”
Robin Williams tenía 27 años cuando se encontró la mínima chispa de oportunidad que lo envolvió en destellos dorados de una carrera y una vida y le prendió fuego. Entró en las salas de los Estados Unidos como Mork, un visitante en la Tierra del planeta Ork, en un show llamado Mork y Mindy que salió al aire en ABC de 1978 a 1982.
Cada episodio terminaba con Mork cerrando los ojos y — a través de sus pensamientos — contactando a un ser invisible llamado Orson, con quien él compartía sus observaciones del día.
Justo ahora estás esperando que yo te cuente que Robin Williams se ahorcó a sí mismo, pero tú ya lo sabes, así que no necesito mencionarlo.
Me interesa el personaje invisible como dios llamado Orson. Es un nombre interesante para un dios, ¿no lo crees?
Mi teoría es que el guionista del show estaba pensando, consciente o inconscientemente, acerca de Orson Welles, el talento deslumbrante que nos dio La Guerra de los Mundos, un evento radial de 1938 que nunca ha sido igualado y El Ciudadano Kane, la película de 1941 que Orson escribió, dirigió, produjo y en la que actuó en el papel principal.
El Ciudadano Kane frecuentemente es citada como la mejor película hecha jamas.
Si Robin Williams, un ser híper creativo de otro plantea, está hablando a un gigante épico de ese otro planeta, no me sorprende que el gigante de ese mundo se llame Orson.
David Thomson, escribiendo para The Guardian el 22 de octubre del 2009, dijo:
“El Orson Welles de 1936-42 trabajaba 20 horas al día, comía comidas dobles para poder continuar, perseguía mujeres jóvenes bonitas como un demonio y vivió como si no hubiera mañana. Él trabajaba, al mismo tiempo, en la radio, en el teatro y en preparación para su gran película. Él era una figura gigantesca en la vida de los Estados Unidos: una ofensa a Hollywood en la forma en que alcanzaba un contrato a carta abierta y un niño prodigio de tal arrogancia que se decía de él: ‘Allí, por la gracia de Dios, va Dios.’”
“Si Orson Welles nunca hubiera hecho El Ciudadano Kane, él sería un fenómeno. Pero lo hizo y eso nos convierte a todos en sus hijos. Sus verdaderos hijos te pueden decir que esa era una vida difícil y triste qué llevar. Lamentablemente.”
“Pero recuerda esto: Orson murió solo en 1985 y puedes leer los reportes como señales de tristeza. Al contrario, sospecho que él estaba emocionado al extremo al final. La verdadera tristeza es tener US$5Millardos y no saber qué hacer con ello.”
Orson Welles y yo nunca nos conocimos, pero le doy crédito de darme el mejor consejo acerca de escribir anuncios que he recibido.
Orson escribió:
“Quiero darle a la audiencia una pista de una escena. Nada más que eso. Dales demasiado y no van a contribuir nada por sí mismos. Dales tan sólo una sugerencia y los tienes trabajando para ti. Eso es lo que le da significado el teatro: cuando se convierte en un acto social.”
– Orson Welles
Cada página web de comercio electrónico busca el involucramiento del cliente. Cada bloguero busca el involucramiento del lector. Cada autor de podcasts espera el involucramiento del escucha y cada YouTubero está tratando de alcanzar el involucramiento del vidente. Y una de las formas principales que ellos miden el involucramiento es por la cantidad de tiempo que pasas con ellos.
Orson Welles nos dijo cómo hacerlo: Dale a tu audiencia una pista de una escena. Haz que participen llenando lo que dejaste fuera. Haz que trabajen para ti contando tu historia. Hazlos cocreadores. Cuando se convierte en un acto social para el comprador, lector, escucha o vidente el hecho de tomar lo que les estás dando — y llenar lo que dejaste fuera — allí es cuando alcanzaste el involucramiento.
Gracias por estos cuantos minutos que me das cada semana.
Siempre espero este tiempo que paso contigo.
Roy H. Williams
P.D.: Indy Beagle encontró un video de Robin Williams que realmente quiere que mires y que te está esperando en la página 1 de la madriguera del conejo. Simplemente haz clic sobre la imagen de Indy Beagle al principio de esta página y ¡Shazbot!, estás dentro.

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