El interesante Iván y la atractiva Alvina

El interesante Iván y la atractiva Alvina

El interesante Iván y la atractiva Alvina

Iván y Alvina están empezando sus 20s.

Iván nació y creció en Bulgaria. Alvina en Siberia.

Cuando Alvina mira a Iván tocando un teclado en un café en el Mar Negro, se convierten en amigos por carta. Y luego se enamoran. Y luego se casan. Sueñan con mudarse hacia el oeste.

Canadá dice que los va a aceptar como inmigrantes, si aprenden a hablar francés.

Los pianistas de café autodidactas no ganan suficiente dinero como para pagarse los sueños, así que Iván y Alvina se duermen en el carro para poder pagar un tutor que les enseñe francés. Todos los días, se pasan largas horas aprendiendo y practicando su nouvelle langue étrange. No hay dinero para nada más.

Iván y Alvina pisan suelo canadiense con los ojos brillantes, sonrisas grandes y 4 mil dólares; el dinero justo para pagar la primera y última renta para vivir en el sótano sin terminar en un edificio. No queda dinero para comida ni transporte.

Pero se tienen el uno al otro y están viviendo su sueño. ¡Este es el oeste! Así que Iván y Alvina nunca dejan de sonreír, nunca dejan de reír, nunca dejan de sentirse agradecidos.

Iván consigue un trabajo como albañil para un hombre mayor que no siempre le puede pagar a Iván lo que le debe. Pero es un hombre honesto, así que paga el balance del sueldo de Iván pendiente dándole herramientas.

Luego de muchos meses de trabajar para este hombre, Iván tiene el conocimiento, las herramientas y la bendición del hombre para comenzar un negocio propio.

Iván y Alvina llegaron al Canadá hace exactamente 11 años. El año pasado su negocio ganó más de 20 millones de dólares. Parece que va a ganar 30 millones el próximo año. Ninguno de los dos tiene aún 40 años.

Te comparto esta historia para alentarte y para dejarte un poco con la intriga de Iván y Alvina. Nada de esta preciosa historia real aparece en la página de Acerca de Nosotros de nuestro sitio web. Ni una palabra. Ni siquiera sus nombres.

¿Recuerdas lo que te escribí la semana pasada en el Memo del Lunes por la Mañana?

“Las historias que inspiran nunca se tratan acerca de acumulación. Se tratan acerca de sacrificio. ¿Qué has sacrificado y por qué? ¿Estás dispuesto a contar esa historia?”

Aquí te dejo algunas ideas finales para que las consideres:

  1. Nunca dejes de sonreír, nunca dejes de reír, nunca dejes de sentirte agradecido.
  2. Nunca vas a llegar a tu destino si te paras a tirarle piedras a todo perro que te ladra.
  3. La única cosa segura es arriesgarse.

¡Ah! Y olvidé mencionar dos diminutos detalles de esta maravillosa historia de destino poético, hecho en casa.

Iván y Alvina terminan sótanos sin terminar.

Y nunca han necesitado hablar ni una palabra de francés desde el día en que llegaron al Canadá.

Que tengas una semana maravillosa.

Roy H. Williams

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