Gánate el Corazón y la Mente lo Seguirá

Gánate el Corazón y la Mente lo Seguirá

2016_36_nonfiction_definition_780Gánate el Corazón y la Mente lo Seguirá

La ciencia es el estudio de la realidad objetiva.

El arte es el estudio de la realidad subjetiva.

La realidad subjetiva es la percepción a través de filtros. Es una realidad interpretada, realidad romántica, realidad imaginada. Es tu propia ficción personal.

Ya hemos hablado antes de esto, pero creo que necesitamos repasarlo:

Las ondas electromagnéticas existen sin importar si tú las percibes. Ellas no son ficción. Pero los colores existen en la realidad subjetiva, como resultado de transformaciones provistas por nuestros sentidos. Los colores son ficción. 

Las vibraciones que viajan en el aire o el agua son objetivas, reales, no ficticias. Pero el sonido es una ficción que sólo existe en nuestra mente.

De igual forma, los químicos disueltos en el aire o el agua existen en la realidad objetiva, no ficticia. Pero los olores y sabores son puramente subjetivos, ficticios. Los colores, sonidos, olores y sabores no existen, como tales, afuera de nuestros cerebros. Y cualquier asociación que experimentemos en conexión a un color, sonido, sabor u olor también son puramente subjetivas.

Cada uno de nosotros vive en un mundo privado que es en su mayor parte una ficción subjetiva.

Nuestra habilidad para comunicarnos está basada en la suposición que otra gente va a interpretar el estímulo subjetivo en formas que son similares a las nuestras. Pero cuando sus reacciones surgen de diferentes entornos y experiencias, la comunicación se torna más difícil.

¿Alguien dijo política?

El color, el sonido, el olor y el sabor son ficciones muy convincentes. Tan convincentes, de hecho, que muchas veces las tomamos como la “realidad”. Es por esto que tenemos tantas discusiones. 

“Enmarcar” una conversación es montar el escenario para una ficción que está a punto de comenzar.

El actual estilo de comunicación en los Estados Unidos es declarativo y descriptivo, dejando poco espacio para sutilezas o una interpretación compleja. El impacto de este estilo declarativo es frecuentemente clínico y rimbombante.

El corazón duda de los enunciados declarativos porque nos dicen qué pensar y creer.

Los enunciados evocativos nos sacan las respuestas desde nuestro interior.

Lleva a una persona a una respuesta y usualmente la van a descubrir.

Lleva a una persona a la verdad y se van a aferrar a ella.

Somos dueños de cada verdad que sale de nuestro interior. Es por esto que es muy raro que un argumento nos cambie algo que hemos realizado.

Si seguiste a Indiana Beagle al interior de la madriguera del conejo la semana pasada, viste una declaración de Brando Sanderson “El propósito de un cuenta historias no es el decirte cómo pensar, sino darte preguntas qué ponderar.”

Sanderson podría haber estado hablando acerca de enunciados evocativos.

Mira el principio de El Mago de la Publicidad y vas a ver Las Siete Leyes del Universo de la Publicidad. Las leyes 3 y 7 explican por qué las historias son tan poderosamente persuasivas:

“El Intelecto y la Emoción son compañeros que no hablan el mismo lenguaje. El intelecto busca la lógica para justificar lo que las emociones ya decidieron. Gánate el corazón de la gente y sus mentes lo seguirán.”

“Involucra la Imaginación, luego llévatela a donde quieras. En donde la mente ya se ha paseado, el cuerpo seguramente la seguirá. Las personas sólo van a los lugares en los que ya han estado en sus mentes.”

Las historias bien contadas se ganan el corazón y llevan a la gente a un viaje dentro de sus mentes.

¿Qué tan bien estás contando tus historias?

Las mejores historias tienen un arco narrativo y un arco de personajes.

Arco Narrativo: una secuencia de eventos que se desarrollan; una historia continua que fascina la mente.

Arco de Personaje: una profundización gradual de nuestro entendimiento de las motivaciones de un personaje, revelada a través de cómo éste piensa, habla, actúa y mira el mundo. El arco de personaje es el viaje interior de ese personaje a través del curso de la historia.

Una campaña publicitaria es más que una serie de anuncios.

Una buena campaña tiene un arco narrativo que engancha la mente del cliente, revelando capa tras capa de información acerca de tu compañía, tu producto, tu servicio.

Una buena campaña publicitaria tiene un arco de personaje que involucra al corazón del cliente, permitiéndole sentir que entiende por qué tú haces lo que haces.

¿Tu compañía tiene una campaña publicitaria, o sólo has estado corriendo una serie de anuncios?

¿Necesitas una visita a la Academia del Mago para entender todo esto?

Ven, te llevamos de la mano.

(Este es el nuevo taller que te dijimos la semana pasada.)

Roy H. Williams

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