¿Cuánto es Demasiado Para Dejar Fuera?

¿Cuánto es Demasiado Para Dejar Fuera?

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¿Cuánto es Demasiado Para Dejar Fuera?

¿Te Recuerdas?

1993 fue el año en el que Prince se cambió el nombre a un símbolo impronunciable, supuestamente una combinación de los símbolos para hombre y mujer. Para utilizar el símbolo en medios impresos, Warner Bros. tuvo que organizar un envío masivo de discos floppy con una letra hecha a la medida. El símbolo pronto sería apodado “El Símbolo del Amor” y se referirían de Prince como “El Artista Anteriormente Conocido como Prince.” Más tarde, se cambió el nombre de regreso a Prince y se convirtió en “El Artista Anteriormente Conocido como `El Artista Anteriormente Conocido Como Prince´”. 

Cuando retas la sabiduría tradicional, la primer mano en levantarse frecuentemente será la de un guardián del status quo que va a retarte con un “argumento atípico, señalando a la rara excepción como si refutara tu premisa.

Pero lo atípico no refuta la regla. De hecho, los que se dedican a ala estadística consideran que los datos son más confiables cuando tienen un número adecuado de casos atípicos. Los datos que se presentan uniformemente, usualmente indican un sesgo en los métodos utilizados para recolectar la información.

¿Existe gente en tu vida que refuta cada una de tus sugerencias con un argumento atípico? Aprende a incluir los casos atípicos en tu argumento de tesis. Cuando comienzas admitiendo las raras excepciones, das lugar a que los Guardianes se calmen y comiencen a escuchar.

Menciona las excepciones y las puedes dejar a un lado. Menciona y deja a un lado.

En las mentes de las personas altamente organizadas, tu idea va a parecer incompleta y todavía-no-lista cuando no existe un plan para lidiar con las excepciones.

Cuando dejas fuera las excepciones, estás dejando demasiado fuera.

Debes hacer más que explicar por qué va a funcionar tu idea.

Debes explicar dónde y cuándo no va a funcionar.

Pero cuando has admitido que estás consciente de los agujeros, comprime tu concepto básico al menor número de palabras posible.

Más corto pega más fuerte.

Hace doscientos años, Thomas Jefferson dijo: “El talento más valioso de todos es no utilizar dos palabras cuando una basta,” y doscientos años antes que él, William Shakespeare dijo: “La brevedad es el alma del ingenio.”

Jefferson y Shakespeare sabían que la exformación* es una herramienta maravillosa para mantener la atención de los lectores, oyentes y público en general.

La exformación hace uso de lo que la audiencia ya conoce o puede descifrar fácilmente a través del contexto.

La información es lo que incluyes.

La exformación eslo que excluyes.

Cuando Victor Hugo le escribió a su editor para preguntarle cómo estaba siendo recibido por el público su último libro Los Miserables, Hugo simplemente escribió “?”, a lo que su editor respondió “!”, para indicar que el libro se estaba vendiendo bien. Este intercambio no tendría ningún significado para un tercero porque el poder de la exformación depende de conocimiento previo que cada participante trae a la fiesta.

¿Sabes qué trae a la fiesta tu audiencia?

Si les cuentas lo que ya saben, los aburres. O peor, los insultas suponiendo que son ignorantes. Pero si supones que ya saben cosas que no conocen, fallas en conectar con ellos. Pierdes su tiempo. Eres irrelevante.

Cuando se habla en público, si sospechas que tu audiencia pueda estar familiarizada con algunas de las ideas de tu presentación, es importante que admitas ese hecho. Considera decir: “Me doy cuenta que algunas de las personas en la sala probablemente saben más que yo acerca del tema de hoy, pero no quiero suponer que todos están familiarizados con todas las ideas.” Aquí es cuando debes levantar tu propia mano mientras barres a la audiencia con tu mirada y dices: “¿Tengo su permiso para explicar brevemente algunas de las cosas que ya conocen, sólo para que no dejemos a nadie atrás? ¿Estaría bien si lo hago?” Deja tu propia mano levantada mientras observas a la audiencia. Busca asentimiento. Pueda ser que necesites repetir la pregunta mientras dejas tu propia mano en el aire.

Cuando hayas visto a suficientes personas levantar sus manos, asegúrate de sonreír y decir “Gracias” a la vez que bajas la tuya.

Haz esto y te conectarás con un alto porcentaje de la sala.

Deja fuera este paso importante y dejaste fuera demasiado.

Roy H. Williams

Tor Nørretranders acuñó el término exformación en 1998 para referirse a la información explícitamente desechada.

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