Pertenecer

Pertenecer

 

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Pertenecer

Más o menos el 10 por ciento de la población en los Estados Unidos se preocupa de tener suficiente dinero para pagar la renta y suficiente comida en la despensa que alcance hasta el día de pago. Un buen día es cuando su peor miedo es si su carro les va a arrancar o no para llegar al trabajo. A esto se le llama vivir en la miseria.

Yo lo hice durante años. Tal vez tú también lo has hecho.

Otro 10 por ciento de los Estados Unidos tiene estas necesidades básicas cubiertas, pero  un hogar disfuncional – o tal vez en un barrio con problemas – les impide sentirse seguros. Estas almas infelices llevan los oscuros grilletes del miedo y el terror mientras caminan en silencio por lo que David llamó “el valle de la sombra de la muerte.”

Yo no pretendo tener una solución.

En el otro extremo del espectro está el 15 por ciento cuya mayor preocupación es si tienen o no suficiente reconocimiento de la gente que les importa su opinión.

Y luego estamos el resto de nosotros, el 65 por ciento en la mitad que estamos “descifrando las cosas mientras avanzamos”. usualmente, nuestra mayor necesidad es que estamos buscando en dónde pertenecer. Cada uno de nosotros está bustando una tribu espejo que finalmente nos vea y nos conozca y nos valore y nos eche de menos cuando estamos ausentes.

Pennie y yo pasamos los últimos 15 años construyendo un lugar para que esa tribu se reúna. Estos Memos del Lunes por la Mañana son una especie de faro guía…

Ok, estoy de regreso. Me tuve que limpiar una lágrima de la mejilla que rodó cuando me invadió la mente el recuerdo de un amigo. No estaba pensando en él cuando comencé esta pieza, pero las palabras “faro guía” rompieron el dique de un recuerdo que decidí dejar fluir.

Hace más de doce años decidí dar una clase acerca de dejar escapar tu Intuición. La llamamos “Libera al Beagle”. Como es mi costumbre, abrí esa clase haciendo que cada uno de los 30 estudiantes se levantara y nos dijera sus nombres y algo de sí mismos. La última persona que se levantó fue un hombre de pelo blanco sentado en la esquina más alejada en la última fila.

“Mi nombre es Keith Miller.” Se detuvo y su mirada severa barrió la sala. “Mientras estaba sentado aquí escuchándolos presentarse, me di cuenta que nunca en mi vida he estado rodeado de tantos extraños… desadaptados… revoltosos… renegados… rebeldes y rompe-reglas.” La sala tuvo el silencio de la tumba. “Es casi como si el mago hubiera sonado la llamada del mono albino y este grupo extraño la hubiera respondido.” Luego gritó con alegría: “¡Y no les puedo decir el privilegio que es contarme entre ustedes!” La sala explotó con risas y aplausos.

Cuando vi lo magistralmente que él había manejado la sala sin decirnos nada acerca de sí mismo, me pregunté: “¿Podría éste ser ese Keith Miller?”

Durante la primera pausa, me escabullí a mi biblioteca y saqué un libro de pasta dura, El Sabor del Vino Nuevo, un libro monumental que vendió más de 4 millones de copias cuando salió en 1965. Se lo pasé en privado a Keith y le dije: “¿Podría convencerlo de firmar esto?”

Sus ojos bajaron y frunció un poco el ceño. Él había tenido la esperanza de no ser descubierto.

Escogí no inquirir acerca de la secuencia de eventos que llevaron a Keith a buscar las sombras del olvido. Ésa es una de las marcas de nuestra tribu; no te hacemos que respondas por tu pasado. Sólo te conocemos por el futuro que estás tratando de crear. El involucramiento entusiasta de Keith en la academia durante los siguientes 10 años dejó claro que había encontrado un hogar. Él murió en el 2012 a los 84 años.

Por Dios, cómo lo extraño.

Cada uno de nosotros necesita saber que pertenecemos.

Si tú crees que la sabiduría tradicional es más seguido tradición que sabiduría…

Si puedes abrazar felizmente a un amigo cuyas visiones religiosas y políticas difieren tremendamente de las tuyas…

Si quieres hacer una diferencia…

Si quieres que tu futuro sera más brillante que tu pasado…

Si tienes la valentía para permitir que tus decisiones dicten tus acciones…

Existe la fuerte posibilidad que puedas ser parte de la Tribu del Mono Albino de Keith Miller.

Nunca volví a dar esa clase. Libera al Beagle fue una cosa de una vez, aunque mucha gente que estuvo allí me ha dicho desde entonces que fue su clase favorita de todos los tiempos.

¿Será que la deberíamos hacer de nuevo? Puedes votar que Sí enviando un correo a daniel@WizardAcademy.org. Para votar que No, no hagas nada. Si suficientes de ustedes la quieren, tal vez la añadimos al calendario de la Academia del Mago para el 2015.

Esto no es de lo que pensaba escribir hoy, pero el recuerdo de Keith me arrastró.

Yo sé que me vas a perdonar.

Porque eso es lo que hacen los monos albinos.

Roy H. Williams

Los Pedazos Mercadeables no son eslogans. Son “pedazos” de tu mensaje de mercadeo creados cuidadosamente, muy memorables y son absolutamente esenciales para la sincronización de tus medios masivos con tu mercadeo en línea y tu comunicaciones cara-a-cara y voz-a-voz con tus clientes. El desastre espera calladamente en las sombras a cualquier compañía que no está encima de sus pedazos mercadeables.

Febrero 18 y 19. Pertenecer

Más o menos el 10 por ciento de la población en los Estados Unidos se preocupa de tener suficiente dinero para pagar la renta y suficiente comida en la despensa que alcance hasta el día de pago. Un buen día es cuando su peor miedo es si su carro les va a arrancar o no para llegar al trabajo. A esto se le llama vivir en la miseria.

Yo lo hice durante años. Tal vez tú también lo has hecho.

Otro 10 por ciento de los Estados Unidos tiene estas necesidades básicas cubiertas, pero  un hogar disfuncional – o tal vez en un barrio con problemas – les impide sentirse seguros. Estas almas infelices llevan los oscuros grilletes del miedo y el terror mientras caminan en silencio por lo que David llamó “el valle de la sombra de la muerte.”

Yo no pretendo tener una solución.

En el otro extremo del espectro está el 15 por ciento cuya mayor preocupación es si tienen o no suficiente reconocimiento de la gente que les importa su opinión.

Y luego estamos el resto de nosotros, el 65 por ciento en la mitad que estamos “descifrando las cosas mientras avanzamos”. usualmente, nuestra mayor necesidad es que estamos buscando en dónde pertenecer. Cada uno de nosotros está bustando una tribu espejo que finalmente nos vea y nos conozca y nos valore y nos eche de menos cuando estamos ausentes.

Pennie y yo pasamos los últimos 15 años construyendo un lugar para que esa tribu se reúna. Estos Memos del Lunes por la Mañana son una especie de faro guía…

Ok, estoy de regreso. Me tuve que limpiar una lágrima de la mejilla que rodó cuando me invadió la mente el recuerdo de un amigo. No estaba pensando en él cuando comencé esta pieza, pero las palabras “faro guía” rompieron el dique de un recuerdo que decidí dejar fluir.

Hace más de doce años decidí dar una clase acerca de dejar escapar tu Intuición. La llamamos “Libera al Beagle”. Como es mi costumbre, abrí esa clase haciendo que cada uno de los 30 estudiantes se levantara y nos dijera sus nombres y algo de sí mismos. La última persona que se levantó fue un hombre de pelo blanco sentado en la esquina más alejada en la última fila.

“Mi nombre es Keith Miller.” Se detuvo y su mirada severa barrió la sala. “Mientras estaba sentado aquí escuchándolos presentarse, me di cuenta que nunca en mi vida he estado rodeado de tantos extraños… desadaptados… revoltosos… renegados… rebeldes y rompe-reglas.” La sala tuvo el silencio de la tumba. “Es casi como si el mago hubiera sonado la llamada del mono albino y este grupo extraño la hubiera respondido.” Luego gritó con alegría: “¡Y no les puedo decir el privilegio que es contarme entre ustedes!” La sala explotó con risas y aplausos.

Cuando vi lo magistralmente que él había manejado la sala sin decirnos nada acerca de sí mismo, me pregunté: “¿Podría éste ser ese Keith Miller?”

Durante la primera pausa, me escabullí a mi biblioteca y saqué un libro de pasta dura, El Sabor del Vino Nuevo, un libro monumental que vendió más de 4 millones de copias cuando salió en 1965. Se lo pasé en privado a Keith y le dije: “¿Podría convencerlo de firmar esto?”

Sus ojos bajaron y frunció un poco el ceño. Él había tenido la esperanza de no ser descubierto.

Escogí no inquirir acerca de la secuencia de eventos que llevaron a Keith a buscar las sombras del olvido. Ésa es una de las marcas de nuestra tribu; no te hacemos que respondas por tu pasado. Sólo te conocemos por el futuro que estás tratando de crear. El involucramiento entusiasta de Keith en la academia durante los siguientes 10 años dejó claro que había encontrado un hogar. Él murió en el 2012 a los 84 años.

Por Dios, cómo lo extraño.

Cada uno de nosotros necesita saber que pertenecemos.

Si tú crees que la sabiduría tradicional es más seguido tradición que sabiduría…

Si puedes abrazar felizmente a un amigo cuyas visiones religiosas y políticas difieren tremendamente de las tuyas…

Si quieres hacer una diferencia…

Si quieres que tu futuro sera más brillante que tu pasado…

Si tienes la valentía para permitir que tus decisiones dicten tus acciones…

Existe la fuerte posibilidad que puedas ser parte de la Tribu del Mono Albino de Keith Miller.

Nunca volví a dar esa clase. Libera al Beagle fue una cosa de una vez, aunque mucha gente que estuvo allí me ha dicho desde entonces que fue su clase favorita de todos los tiempos.

¿Será que la deberíamos hacer de nuevo? Puedes votar que Sí enviando un correo a daniel@WizardAcademy.org. Para votar que No, no hagas nada. Si suficientes de ustedes la quieren, tal vez la añadimos al calendario de la Academia del Mago para el 2015.

Esto no es de lo que pensaba escribir hoy, pero el recuerdo de Keith me arrastró.

Yo sé que me vas a perdonar.

Porque eso es lo que hacen los monos albinos.

Roy H. Williams

Los Pedazos Mercadeables no son eslogans. Son “pedazos” de tu mensaje de mercadeo creados cuidadosamente, muy memorables y son absolutamente esenciales para la sincronización de tus medios masivos con tu mercadeo en línea y tu comunicaciones cara-a-cara y voz-a-voz con tus clientes. El desastre espera calladamente en las sombras a cualquier compañía que no está encima de sus pedazos mercadeables.

Febrero 18 y 19.

Pertenecer

Más o menos el 10 por ciento de la población en los Estados Unidos se preocupa de tener suficiente dinero para pagar la renta y suficiente comida en la despensa que alcance hasta el día de pago. Un buen día es cuando su peor miedo es si su carro les va a arrancar o no para llegar al trabajo. A esto se le llama vivir en la miseria.

Yo lo hice durante años. Tal vez tú también lo has hecho.

Otro 10 por ciento de los Estados Unidos tiene estas necesidades básicas cubiertas, pero  un hogar disfuncional – o tal vez en un barrio con problemas – les impide sentirse seguros. Estas almas infelices llevan los oscuros grilletes del miedo y el terror mientras caminan en silencio por lo que David llamó “el valle de la sombra de la muerte.”

Yo no pretendo tener una solución.

En el otro extremo del espectro está el 15 por ciento cuya mayor preocupación es si tienen o no suficiente reconocimiento de la gente que les importa su opinión.

Y luego estamos el resto de nosotros, el 65 por ciento en la mitad que estamos “descifrando las cosas mientras avanzamos”. usualmente, nuestra mayor necesidad es que estamos buscando en dónde pertenecer. Cada uno de nosotros está bustando una tribu espejo que finalmente nos vea y nos conozca y nos valore y nos eche de menos cuando estamos ausentes.

Pennie y yo pasamos los últimos 15 años construyendo un lugar para que esa tribu se reúna. Estos Memos del Lunes por la Mañana son una especie de faro guía…

Ok, estoy de regreso. Me tuve que limpiar una lágrima de la mejilla que rodó cuando me invadió la mente el recuerdo de un amigo. No estaba pensando en él cuando comencé esta pieza, pero las palabras “faro guía” rompieron el dique de un recuerdo que decidí dejar fluir.

Hace más de doce años decidí dar una clase acerca de dejar escapar tu Intuición. La llamamos “Libera al Beagle”. Como es mi costumbre, abrí esa clase haciendo que cada uno de los 30 estudiantes se levantara y nos dijera sus nombres y algo de sí mismos. La última persona que se levantó fue un hombre de pelo blanco sentado en la esquina más alejada en la última fila.

“Mi nombre es Keith Miller.” Se detuvo y su mirada severa barrió la sala. “Mientras estaba sentado aquí escuchándolos presentarse, me di cuenta que nunca en mi vida he estado rodeado de tantos extraños… desadaptados… revoltosos… renegados… rebeldes y rompe-reglas.” La sala tuvo el silencio de la tumba. “Es casi como si el mago hubiera sonado la llamada del mono albino y este grupo extraño la hubiera respondido.” Luego gritó con alegría: “¡Y no les puedo decir el privilegio que es contarme entre ustedes!” La sala explotó con risas y aplausos.

Cuando vi lo magistralmente que él había manejado la sala sin decirnos nada acerca de sí mismo, me pregunté: “¿Podría éste ser ese Keith Miller?”

Durante la primera pausa, me escabullí a mi biblioteca y saqué un libro de pasta dura, El Sabor del Vino Nuevo, un libro monumental que vendió más de 4 millones de copias cuando salió en 1965. Se lo pasé en privado a Keith y le dije: “¿Podría convencerlo de firmar esto?”

Sus ojos bajaron y frunció un poco el ceño. Él había tenido la esperanza de no ser descubierto.

Escogí no inquirir acerca de la secuencia de eventos que llevaron a Keith a buscar las sombras del olvido. Ésa es una de las marcas de nuestra tribu; no te hacemos que respondas por tu pasado. Sólo te conocemos por el futuro que estás tratando de crear. El involucramiento entusiasta de Keith en la academia durante los siguientes 10 años dejó claro que había encontrado un hogar. Él murió en el 2012 a los 84 años.

Por Dios, cómo lo extraño.

Cada uno de nosotros necesita saber que pertenecemos.

Si tú crees que la sabiduría tradicional es más seguido tradición que sabiduría…

Si puedes abrazar felizmente a un amigo cuyas visiones religiosas y políticas difieren tremendamente de las tuyas…

Si quieres hacer una diferencia…

Si quieres que tu futuro sera más brillante que tu pasado…

Si tienes la valentía para permitir que tus decisiones dicten tus acciones…

Existe la fuerte posibilidad que puedas ser parte de la Tribu del Mono Albino de Keith Miller.

Nunca volví a dar esa clase. Libera al Beagle fue una cosa de una vez, aunque mucha gente que estuvo allí me ha dicho desde entonces que fue su clase favorita de todos los tiempos.

¿Será que la deberíamos hacer de nuevo? Puedes votar que Sí enviando un correo a daniel@WizardAcademy.org. Para votar que No, no hagas nada. Si suficientes de ustedes la quieren, tal vez la añadimos al calendario de la Academia del Mago para el 2015.

Esto no es de lo que pensaba escribir hoy, pero el recuerdo de Keith me arrastró.

Yo sé que me vas a perdonar.

Porque eso es lo que hacen los monos albinos.

Roy H. Williams

Los Pedazos Mercadeables no son eslogans. Son “pedazos” de tu mensaje de mercadeo creados cuidadosamente, muy memorables y son absolutamente esenciales para la sincronización de tus medios masivos con tu mercadeo en línea y tu comunicaciones cara-a-cara y voz-a-voz con tus clientes. El desastre espera calladamente en las sombras a cualquier compañía que no está encima de sus pedazos mercadeables.

Febrero 18 y 19.

 

 

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