El Poder del Silencio

El Poder del Silencio

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El Poder del Silencio

Cuando Jacqueline Bouvier se casó con JFK, ella se convirtió en “La Sra. Kennedy.”

Ella fue la Princesa Di de su generación.

Después del asesinato de su esposo, la voz de Jacqueline casi nunca volvió a ser escuchada en público. Se convirtió rápidamente en la mujer más misteriosa y glamorosa sobre la tierra. Cuando se casó con Aristotle Onassis, el hombre más rico del mundo, ela se convirtió para siempre en “Jackie `O´.”

“Como mucho en su vida, la meta de su estilo personal era mantenerse oculta. Un alisador químico disfrazaba el cabello naturalmente rizado que ella detestaba. El pelo tizado enmascaraba una línea de cabello baja. Guantes de cabrito cubrían manos grandes, fuertes, hombrunas… el corte de sus chaquetas ocultaba artísticamente el ancho de sus hombros y la musculatura pronunciada de su espalda y brazos. la falda ocultaba caderas que ella creía eran demasiado anchas. Los zapados estaban especialmente cortados para hacer que pies grandes se vieran más pequeños y femeninos. Lentes de sol escondían ojos cafés tan separados que su oculista tenía que hacer órdenes especiales para un puente adecuado. Los lentes oscuros tenían la ventaja adicional de guardar emociones que, desde la infancia, ella se había tomado extremos dolorosos por ocultar.”

– Barbara Leaming, Mrs. Kennedy, (2011)

Pero, vaya, ella era glamorosa.

“De una forma u otra, todo el glamour sigue la fórmula anotada por el fotógrafo de Hollywood, George Hurrel: `Saca lo mejor, esconde lo peor y deja algo a la imaginación.´ El misterio es un elemento esencial del glamour ya que provee un espacio en blanco para la imaginación, un pedazo en el que la audiencia puede proyectar sus propios deseos.”

– Virginia Postrel, El Poder del Glamour 

El silencio, también, provee un espacio en blanco y un misterio. Es un tipo de glamour. Muy pocas personas lo utilizan a su máxima capacidad.

“Nada fortalece la autoridad tanto como el silencio.”

– Leonardo da Vinci

Nassim Nicholas Taleb, también entiende este poder del silencio. “Nunca digas no dos veces si lo dices en serio.

Taleb también observa: “Al que llamamos un ´buen escucha´es usualmente alguien con indiferencia habilidosamente pulida.” Y cuando esa misma fría indiferencia te voltea a ver, el silencio puede herir como el hielo. “Te recuerdas mejor de los emails que mandaste sin respuesta, que de los que no respondiste.”

Roger Lincoln dice:

“Hay dos reglas para el éxito.

 Nunca digas todo lo que sabes.

¡Ja! El silencio – la voz del Misterio – ataca de nuevo.

Tal vez deberíamos estudiarlo.

Creo que voy a comenzar

ahora.

Roy H. Williams

 

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