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Lo Que Hago Hoy Es Importante

Porque Estoy Intercambiando Mi Vida Por Eso

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El Quijote mira el girar del molino, como los brazos agita un gigante que debe ser derrotado.

Peter Pan no envejecerá, sólo si se puede escapar de un cocodrilo que hace tic-toc porque se tragó un reloj.

En 1904, una Sra. Snow ya vieja le habló de su fallecido esposo al autor J.M. Barrie en la noche de estreno de su obra de teatro, Peter Pan: “… y él hubiera amado tanto esta noche.  Los piratas y los indios; él realmente era un niño, ¿sabía usted?, justo hasta el final.  Supongo que todo es obra del cocodrilo que hace tic-toc, ¿verdad?  El tiempo nos persigue a todos.  ¿No cree que es cierto?”

Don Quijote no vence a su gigante, sino que es elevado en sus brazos giratorios y estrellado contra el suelo.  Sí, cada uno de nosotros es perseguido por el mismo cocodrilo que atormentaba al Capitán Garfio y a Peter Pan; tic-tic-tic-tic… El tiempo es el molino de viento del Quijote.

¿Te puedo hacer una pregunta personal?  ¿Una pregunta verdaderamente personal? ¿Qué estás comprando con las horas de tu vida?

Rita Mae Brown dijo:  “Yo creo que tú eres tu obra.  No intercambies de lo que está hecha tu vida, tiempo, por nada más que dólares.  Ése trato apesta.”

De nuevo te pregunto, ¿qué estás comprando con las horas de tu vida?

Anne Tyler comienza su libro, Back When We Were Grownups, con las palabras: “Había una vez una mujer que descubrió que se había convertido en la persona equivocada.”

Esa frase me asusta un poco.  Algunas veces a mí también me preocupa estar convirtiéndome en la persona equivocada.  ¿Tú no?

Tú y yo luchamos por respirar y nos secamos lágrimas de los ojos, con los pies descalzos volando en la carrera diaria en contra del tiempo.

“El sentido del tiempo de los “norteamericanos” es muy especial.  Tienen corta la paciencia.  Todo tiene que ser rápido, hasta la comida y el sexo, los cuáles son tratados ceremoniosamente por el resto del mundo.  Los gringos se inventaron dos términos que no tienen traducción a la mayoría de idiomas: ´snack´ y ´quickie´, para referirse a comer parados y amarse al vuelo … también eso, a veces, parados.  Los libros más populares son manuales:  cómo volverse millonario en diez fáciles lecciones, cómo perder quince libras en una semana, cómo recuperarte de tu divorcio, y así.  La gente siempre está buscando atajos y formas de escapar codas que consideran desagradables: la fealdad, la vejez, el sobrepeso, la enfermedad, la pobreza y el fracaso en cualquiera de sus aspectos.”

– Isabel Allende, Mi País Inventado

Nuestra carrera contra el tiempo es una carrera que vamos a perder.  Pero quedarme sin tiempo no es lo que me da miedo. A este carro se le va a acabar la gasolina.  Lo que me asusta es la idea de gastarme tiempo irremplazable en una desesperada carrera hacia un destino sin valor.

John Steinbeck habla del destino sin valor en Sea of Cortez,

“La mayor parte de estar ocupado es un tic nervioso.  Conocemos a una señora que está obsesionada con la idea de cenizas en un cenicero.  Ella no es haragana.  Se pasa una buena parte de su vida asegurándose que no queden cenizas en ningún cenicero y para asegurarse que se va a mantener ocupada, tiene un montón de ceniceros.” pág. 182, (1941)

Nos pasamos la vida buscando la seguridad y detestamos cuando la obtenemos.

En el capítulo 5 del libro de Ursula K. Le Guin, La Mano Izquierda de la Obscuridad, una adivina, Faxe, le responde la pregunta a Genry con una pregunta propia:

“¿Qué es seguro, predecible, inevitable – la única cosa cierta que sabemos acerca de tu futuro y el mío?”

“Que vamos a morir.”

“Sí, ésa es la única pregunta que puede responderse, Genry, y ya conocemos la respuesta… Lo único que hace posible la existencia es la inseguridad permanente e intolerable; no saber qué viene después.”

No te equivoques; el futuro aún no está escrito.  Pues somos una especie dotada con el don de escoger.

Los griegos creían que: “Una civilización florece cuando su gente planta árboles bajo los cuales nunca se van a sentar.”  Wes Jackson le agrega a esta idea una frase brillante propia: “Si el trabajo de tu vida puede terminarse mientras vives, no estás pensando en grande”

Lo confieso:  mi esperanza, mientras estoy escribiéndote esta nota, es que te lances hacia un propósito.  Porque si tú y yo dejamos este mundo mejor de lo que lo encontramos, verdaderamente somos una civilización.

Entrenar y dar ánimo a los futuros ciudadanos es el trabajo de vida más ambicioso de todos.

Los niños son mensajes vivos

que una madre envía hacia un futuro que ella no verá.

En agradecimiento a todas las madres en todas partes,

Feliz Día de la Madre.

Roy H. Williams

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