Hace dos mil años, Confucio era tan viejo para la gente en China como Cristóbal Colón lo es para nosotros hoy. Quinientos treinta y dos años antes que los reyes magos siguieran su estrella a Belén, Confucio escribió:
“Aprendemos sabiduría mediante tres métodos: Primero, mediante la contemplación, el cual es el más noble; Segundo, mediante la imitación, el cual es el más fácil; y Tercero, mediante la experiencia, el cual es el más amargo.”
Yo estoy de acuerdo con Confucio, pero creo que es la sabiduría que se gana con la amarga experiencia que se queda más profundo con nosotros. El niño que pasa de aldea en aldea gritando: “¡El lobo! ¡El lobo!” Aprende cosas acerca de los lobos y los aldeanos que nadie más puede saber.
Alguna vez yo fui un gritador de lobos itinerante.
Hay una luz roja intermitente en mi alma que me impide escribir anuncios de “activación de ventas” que peguen duro, no porque me sean extraños, sino porque soy extremadamente bueno para ello.
Cuando era un vendedor de anuncios de 20 años, los dueños de negocios me decían: “Enséñame qué puedes hacer con un monto pequeño de dinero y, si funciona, hablaremos de un compromiso a largo plazo.”
Como era joven, confiado y estúpido, yo escribía anuncios de activación de ventas que sólo podían medirse con un sismógrafo y mi carrera despegó como carro de carreras en pista de piedrín. Me dicen que el piedrín aún está volando en alguna parte entre Júpiter y Marte.
Me ponía la corbata alrededor del cuello como bufanda y nunca me amarraba los zapatos. La gente me decía: “Tienes desamarrados los zapatos”.
Yo sonreía y decía: “Sí. Yo sé.”
Ese joven tonto era el hombre del círculo de diamante de los Cadillacs. Era como la Coca-Cola, chico, estaba en todas partes. Cuando la gente llamaba a preguntar si entregaba lo que ofrecía, él respondía: “¿Quieren una muchedumbre? Las muchedumbres cuestan dinero. ¿Qué tan grande quieren la muchedumbre?”
Durante 3 años fue el Rey de Hacer Que Pasen Cosas Grandes, Rápido.
Estaba girando en círculos más rápido que un corredor de NASCAR un sábado por la noche y ganando más dinero que un cirujano de corazón.
Pero no le gustaba la persona en la que se había convertido.
Estaba pensando acerca de cuánto detestaba trabajar con anunciantes ansiosos e impacientes cuando se dio cuenta de algo: “Cada uno de esos bastardos nerviosos es un adicto a resultados a corto plazo y yo soy su dealer.”
Estaba escribiendo el equivalente en publicidad a cocaína-crack con metanfetaminas.
En 1942, Edwin Arlington Robinson escribió:
“El mundo no es una prisión, sino una especie de kindergarten, en donde millones de niños confundidos tratan de escribir Dios con los trozos equivocados.”
Habiéndome dado cuenta que había tratado de escribir éxito con los trozos equivocados, me salí del carro que había estado conduciendo en el carril rápido hacia ninguna parte y vi lo que T.S. Elliot estaba tratando de decir cuando escribió:
“No vamos a cesar de explorar
Y al final de nuestra exploración
Habremos llegado a donde comenzamos
Y conoceremos ese lugar por primera vez.”
Finalmente parado con los dos pies sobre la tierra, vi con nuevos ojos lo que se necesitaba hacer y conocí el lugar por primera vez.
Vi las Siete Verdades que corresponden con los Estas son las Siete Verdades:
Nunca vas a ver una muchedumbre más grande que cuando gritas: “¡El lobo!”
Cualquier cosa que da resultados grandes, rápido, va a funcionar cada vez menos bien mientras más tiempo la hagas.
No puedes construir una compañía fuerte y resistente sobre trucos y promesas vacías.
Cualquier cosa que funcione cada vez mejor mientras más la hagas, va a dar resultados decepcionantes al principio.
Toma un poco de tiempo que la gente sienta que de verdad te conoce.
Es por eso que ganarse el corazón de los clientes requiere meses de cortejo con sentido.
El dueño de negocios promedio no tiene la fe y la paciencia para construir una marca atractiva. (Esto es particularmente cierto de los dueños de negocios que confían más en las métricas de lo que confían en sus propios corazones.
Han habido algunas pocas ocasiones en los últimos 35 años cuando clientes de mucho tiempo me han persuadido para usar los Siete Secretos de la Activación de Ventas para darles un toque duro de cocaína crack con metanfetaminas. En cada ocasión, ambos el cliente y yo lo hemos lamentado.
La desintoxicación es una mierda.
Oh-oh. Tú quieres saber cómo se hace. Puedo sentir la fuerza de tu curiosidad vibrando a través del teclado debajo de mis dedos. ¡Quieres saber los siete secretos de la cocaína crack con metanfetaminas!
(suspiro)
Antes que pienses que te escribí una ficción, te diré cómo se hace, pero me lavo las manos de los desastres que te aguardan.
ADVERTENCIA FINAL: Antes de hacer clic en este link, créeme cuando te digo que el crack con metanfetaminas es adictivo. La gente que conoce los Siete Secretos de la Activación de Ventas usualmente tienen una sobredosis y matan su negocio.
Rara vez he visto una excepción.
Roy H. Williams