Jeffrey y Joe

Jeffrey y Joe

Estas son historias de un día brillante, una noche oscura y un monstruo.
La historia del día brillante sucedió el año pasado justo antes de Navidad. Te recordarás que te conté haber encontrado una copia sin descubrir de 400 años de la edición de 1605 de Don Quijote en una subasta de muebles usados en un pueblito en Nueva Inglaterra.
Este es el resto de esta historia:
Después de haber comprado ese libro (y otros 18 libros igual de viejos), me enteré que el lugar más cercado que podía enviarme esos libros estaba a 35 minutos en carro de la casa de subastas. Cuando los llamé, ellos dijeron:
“Hombre, tenemos más de 200 órdenes apiladas a nuestro alrededor que tienen que estar empacadas y enviadas antes de Navidad y más personas vienen todos los días. Estamos enterrados aquí por las próximas dos o tres semanas. Tus libros simplemente van a tener que esperar.”
Descorazonado y preocupado que alguien se pudiera dar cuenta que un libro de 2-millones-de-dólares estaba puesto sobre la mesa en un edificio de subastas vacío en un pueblo rural, me estaba quejando con Joe Davis mientras él miraba su teléfono. Cuando terminé de contarle mi historia, Joe me vio y dijo:
“Me puse en el vuelo de las 6:30AM para Baltimore. Mañana por la noche estoy de vuelta con tus libros.”
Joe Davis es una de esas extrañas personas que mira y resuelve problemas inmediatamente. Joe vive su vida basado en las palabras inmortalizadas por Nike.
“Sólo hazlo”.
¿Tienes la suerte de tener un Joe Davis en tu vida? ¿Les has dicho últimamente cuánto significan para ti?
Ahora la historia de la noche oscura y el monstruo.
Hace veinte años, Pennie y yo hicimos un cheque para comprar varias hectáreas en una meseta alta y mucha de la tierra del valle abajo. Nuestro plan era construir la Academia del Mago, luego donar la tierra y todas las construcciones a una organización no lucrativa que la manejara para siempre como una organización educativa.
Unos meses después de comprar esa tierra, publicamos el libro de Jeffrey y Bryan Eisenberg, Llamado a la acción. Los hermanos financiaron la impresión del libro, pero utilizamos mi editorial para darle un número ISBN y distribuirlo a nivel nacional.
En el negocio de los libros, las librerías le pagan al distribuidor, luego el distribuidor le paga a la editorial, luego la editorial le paga al autor dos veces al año.
El libro llegó a las cuatro listas de bestsellers: The New York Times, The Wall Street Journal, BusinessWeek y USA Today. El primer cheque de Jeffrey y Bryan iba a ser por más de US$100,000. Ellos lo necesitaban para refrescar su cuenta bancaria ya que eso fue aproximadamente lo que cobró la imprenta por imprimir decenas de miles de libros.
BANG. Recibí una llamada de Adrian Van Zelfden. Su voz temblaba.
“Roy, tu nombre apareció en una noticia pública esta mañana. El IRS está en proceso de quitarte tu casa, carros, muebles, cuentas bancarias y cualquier otra cosa que puedan encontrar a tu nombre.”
“Adrian, eso es demencial, hay un error.”
“Roy, esto no puede ser un error. Esto está por suceder.”
El reporte financiero que estaba viendo mostraba que aún teníamos mucho dinero en varias cuentas bancarias, así que cuando Adrian me dijo cuánto le debíamos al IRS, dije:
“Bueno, entonces lo pagamos.”
Te presento al Monstruo:
Teníamos copias de todas nuestras declaraciones de impuestos, junto con fotocopias de todos los cheques, pero nuestro contador nunca envió esos cheques al IRS. Durante un período de 5 años, nuestro contados había sacado de forma sistemática cada centavo de nuestras cuentas bancarias, dejando únicamente el efectivo de esos cheques sin enviar al IRS para mantener a flote el barco.
El cheque que hicimos para comprar la meseta le pegó a ese barco como un torpedo.
Fue entonces cuando averiguamos que estábamos en la quiebra. El contador que había estado con nosotros durante 5 años había estado llevando 2 sets de libros. Un set demostraba los montos en dólares que debían haber estado en nuestras cuentas bancarias, el otro set revelaba que no había nada allí.
La semana siguiente era cuando se suponía que le debía estar haciendo un cheque de seis cifras a mi amigo Jeffrey.
Cuando le puse mi total atención al problema y vi que todo se había esfumado, llamé a Jeffrey y le conté exactamente lo que estaba sucediendo. Él me dijo inmediatamente:
“Vas a recuperarte de esto y todos tus acreedores van a obtener su dinero, pero por favor quiero que me pagues de último”.
“¿De último?”
“Sí, págame de último. Yo he estado donde estás y me he sentido como tú te sientes ahora, y es por eso que necesitas escucharme: No te permitas pensar en cosas que están fuera de tu control. No pienses en lo que no puedes hacer. Sólo piensa en lo que puedes hacer, hoy, antes de irte a acostar. Haz lo que puedas cada día, todos los días, y no pienses en lo que no puedes hacer. Vas a salir de esto.”
Jeffrey me llamó todos los días para asegurarte que siguiera en el marco adecuado de pensamientos. Le habló con sabiduría y esperanza a mi vida ese día y lo considero como el consejo más valioso que he recibido jamás.
¿Estás en un lugar oscuro?
Yo he estado donde tú estás y me he sentido como te sientes ahora, y es por eso que me tienes que escuchar: No te permitas pensar en cosas que están fuera de tu control. No pienses en lo que no puedes hacer. Sólo piensa en lo que puedes hacer, hoy, antes de irte a acostar. Haz lo que puedas cada día, todos los días, y no pienses en lo que no puedes hacer. Vas a salir de esto.
Roy H. Williams
P.D.: El IRS envió múltiples avisos de cierre, pero nuestro contador se había ofrecido generosamente a recoger y ordenar el correo todos los días, así que supongo que esos avisos se fueron directo a la trituradora. Aunque nos pudimos escapar de la bala de la bancarrota, sí aprendí que el 22% de todos los negocios han sido, o serán, víctimas de estafas y un tercio entero de todas las bancarrotas de negocios pequeños en los Estados Unidos son el resultado directo de estafas. Las Malas Noticias: tu departamento de policía no tiene el poder humano para investigar las estafas. Es por eso que el 2% de las estafas son las que son perseguidas y casi ninguna resulta en cárcel. Tienes varios amigos que han perdido grandes sumas de dinero a estafas pero que nunca hablan de eso porque creen que se miran estúpidos. Fue tan sólo cuando comencé a compartir esta historia que me enteré qué tan común es.—
RHW

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