Mosquitos atrapados en ámbar

Mosquitos atrapados en ámbar

¿Recuerdas esa escena en Jurassic Park en donde el fundador del parque revela que había extraído la sangre de un dinosaurio sacándola de un mosquito atrapado en savia fosilizada de árbol?
Olvídate de la sangre. Olvídate del dinosaurio. Nuestro interés está en ese mosquito atrapado en ámbar.
Algunas veces creo que el tiempo es el ámbar en el que nosotros los mosquitos estamos cautivos.
Como demostró Edwin Abbot en su libro rompe-barreras,”Tierra plana: un romance en muchas dimensiones”, vivimos en 4 dimensiones: Altura, Ancho, Profundidad y Tiempo. Tenemos acceso a las 3 dimensiones inferiores, pero no acceso a las 7 dimensiones de la Teoría M que se sitúan por encima y más allá de nuestro “continúo espacio-tiempo” de 4 dimensiones.
De acuerdo a la física teórica, esas 7 dimensiones son tan reales como las 4 en las que vivimos. Y esta es la parte interesante: los seres en esas dimensiones están fuera del tiempo. Están encima de él. Nosotros, sin embargo, somos como esos mosquitos atrapados en ámbar. El tiempo no nos expande; nos inhibe, nos sujeta, nos hace usar vendas en los ojos que no nos permiten observar las cosas que están sucediendo en las dimensiones arriba nuestro. Esto parecería confirmar la idea que no somos seres físicos que ocasionalmente tenemos una experiencia espiritual, sino seres espirituales que estamos teniendo una experiencia física temporal.
Te estarás preguntando qué catapultó mi mente hacia este extraño cielo metafísico esta mañana, así que te lo voy a contar. Mi socio Craig Artur vive en Townsville Australia, en donde su invierno es nuestro verano y su noche es nuestro día. Esto nos da a Craig y a mí una breve ventana para platicar cuando él está terminando su día y yo estoy empezando el mío.
Esta mañana abrí mi computadora justo cuando Craig me envió un meme de Cat Damon. Decía:
“Mi hijo acaba de entrar al cuarto y dijo: ‘Papi, tengo miedo de morir. No de ir al infierno, no creo que exista ese lugar, pero supongo que tengo miedo que no haya nada. No había nada antes, así que ¿qué pasa si no hay nada después?’”
Cat Damon termina esta historia con estas palabras:
“Mi hijo tiene 37 años y está haciendo ácido.”
Yo no estoy haciendo ácido. Mi droga de ocasión es la “Especulación”. Se prepara combinando Conocimiento e Intuición en partes iguales. No se requiere revolver esta mezcla. La Especulación explota a la existencia cuando estos dos ingredientes entran en contacto.
La Especulación es susceptible al sesgo de confirmación, por supuesto. Vemos confirmación rápidamente en lo que ya creemos.
Hay otra fórmula, más popular que la mía, que es igual de susceptible al sesgo de confirmación, aunque a sus practicantes les gusta creer que su fórmula es objetiva, confiable y científica. Esta fórmula más popular es “Conocimiento más Datos”.
¿Estoy en contra de los datos? Por supuesto que no. Pero te puedo decir que los usuarios más hábiles de la data — personas como Sean Jones, Dewey Jenkins, Cedric Yau, Vi Wickam, Gene Naftulyev, Pyotr Belov, Jeffrey y Bryan Eisenberg, John Quarto von Tivadar, y Luis Castañeda — esta gente siempre se pregunta a sí misma si los datos pueden indicar algo más que lo que ven a simple vista.
Pero la mayoría de gente no se cuestiona su interpretación inicial de los datos. En las palabras de Andrew Lang, ellos usan los datos “como un borracho usa un poste — para apoyo más que iluminación.”
Conocimiento + Intuición = Especulación
Conocimiento + Datos = Especulación
Mi observación ha sido que estas 2 fórmulas son realmente 2 caminos distintos que llevan precisamente al mismo destino. La llave que abre esa puesta dorada de los milagros es tener un socio independiente que está usando la fórmula que tú NO estás usando. Cuando ambos llegan a la misma conclusión — aún si llegaron a ella por direcciones distintas — puedes tener mucha más confianza que encontraste la respuesta que estabas buscando.
Los datos son una breve imagen expresada en números de una base de datos o de una hoja de datos. Los datos son el razonamiento racional, secuencial, deductivo del hemisferio izquierdo de tu cerebro.
La intuición es una breve imagen de la realidad expresada en símiles, metáforas e instintos. Es la lógica del hemisferio derecho de tu cerebro, que no tiene palabras y que busca patrones.
Los datos se puede recoger y procesar por la IA más reciente y mejor.
La Intuición se recoge y procesa por la IA original y verdadera.
Una utiliza chips y procesadores. La otra utiliza neuronas y sinapsis.
Estas son las cosas que se dispararon en mi mente cuando mi socio Craig me envió un meme esta mañana.
Roy H. Williams

Comments are closed.