“Esto está bueno.”

“Esto está bueno.”

“Esto está bueno.”

Cuando nuestro hijo mayor era un infante, le ponía una cucharada de comida de bebé frente a su boca, sonreía mi sonrisa más radiante y decía: “Esto está bueno”.
Aprendí esto, por supuesto, de ver a la Princesa Pennie.
Más tarde esa primavera, yo estaba sentado frente a él cuando se sacó un bombón de la boca, lo puso junto a mis labios y dijo: “esto está bueno”. Pennie y yo nos reímos hasta que salieron lágrimas de nuestros ojos.
No pretendo que mi historia sea inusual. Cada papá tiene cientas como ésta. La parte extraña es que Pennie y yo todavía utilizamos esa frase cada día y lo hemos estado haciendo durante más de un tercio de siglo.
Cuando nos encaminamos a hacer algo que hemos estado anticipando hacer con emoción “Esto está bueno” es una exclamación de anticipación. Cuando estamos estamos saliendo de un evento que disfrutamos, “esto está bueno” es una declaración de satisfacción. Cuando nos la estamos pasando muy bien, “esto está bueno es un recordatorio de capturar ese momento y guardarlo seguro en el cofre de tesoros de nuestro corazón para poder volver a vivirlo en un día de lluvia.
La creación de un idioma privado es uno de los beneficios de casarte con tu mejor amigo.
¿Tienes un idioma privado que sólo lo entienden las personas más cercanas a ti? Si no lo tienes, te aliento a que captures una frase la próxima vez que todos se estén riendo. Estará allí, bailando en el aire mientras continúe la risa. Simplemente alcanza y agárrala. El único permiso que necesitas es el tuyo propio.
Las frases privadas se vuelven en mascotas maravillosas.
Otra cosa interesante que sucedió esa primavera — y lo menciono sólo porque hoy es el 1 de abril — es que mi amigo Charlie el Feliz me dio una Biblia nueva extraña porque pensó que yo la iba a encontrar interesante. Y sí lo hice.
Se llamaba La Biblia Cronológica de Reese. Tenía todos los mismos versos que la otra Biblia, pero estaban reordenados de forma radical in lo que pretendía ser el orden cronológico. De acuerdo a Reese, nuestro universo fue hablado a la existencia en un 1 de abril y Jesús nació en Belén en otro 1 de abril, muchos años después. Reese declaraba que los primeros cristianos celebraban el nacimiento de Jesús el 1 de abril y que por eso fue que se burlaban de ellos diciéndoles “tontos de abril”.
No hay forma de saber si las teorías de Reese eran ciertas, y no importaba de todas formas, pero Charlie sabe que siempre estoy dispuesto a prestar un oído cuando alguien disputa la sabiduría tradicional.
La parte que me fascinó fue que nadie sabe el origen del Día de los Tontos de Abril. history.com dice esto: “Aunque el Día de los Tontos de Abril, ha sido celebrado durante varios siglos por varias culturas, sus orígenes exactos continúan siendo un misterio”.
Las teorías de Reese tuvieron tan poca tracción que es casi imposible encontrar referencias en línea acerca de él. Pero aún si Reese estaba equivocado, la primavera está aquí, los pajaritos se coquetean, las ardillas platican y las flores están desplegando lo suyo.
Pero tal vez, tal vez, Reese tenía razón.
Y si es así: “Feliz Navidad”.

Roy H. Williams

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