Ojalá que este sea el año en el que das ánimos
La publicidad exitosa toca el hambre, deseos y necesidades de una persona. Mi trabajo como publicista profesional es identificar estas necesidades y hablarles.
Si tienes un corazón que te late en el pecho, tienes hambre, deseos y necesidades.
Podemos intelectualizar nuestras necesidades conscientes, pero no podemos intelectualizar las inconscientes.
Todos tus amigos, todos tus vecinos, todo el continente, todo el mundo, tiene una necesidad inconsciente de ánimos justo ahora.
La razón por la cual la historia se repite es porque le ponemos muy poca atención la primera vez.
Cuando la gente está frustrada, asustada o enojada, elevan a un hombre fuerte para que se convierta en su líder. Nos sonreímos recordando al grandioso Winston Churchill de Inglaterra, un sirviente devoto de su nación, el propio exagerado Teddy Roosevelt, un sirviente devoto de su propia nación. ¿Y quién puede olvidar al petulante Douglas MacArthur vadeando la orilla de la playa en las Filipinas? ¿O el hombre de mirada de acero, George S. Patton, quien le dio ánimos a sus hombres, sus aliados y su nación cuando dijo: “El objeto de la guerra no es morir por tu país, sino hacer que el otro bastardo muera por el suyo.”
Nos da ánimos el pavoneo del hombre fuerte.
Pero no todos los hombres fuertes son buenos.
Rusia estaba frustrada, asustada y enojada cuando recurrió a Josef Stalin en 1929.
Alemania estaba frustrada, asustada y enojada cuando un hombre fuerte derribó su democracia en 1933.
Japón estaba frustrado, asustado y enojado cuando el niño que se creía un dios mandó aviones a bombardear Pearl Harbor.
La gente frustrada, asustada y enojada le dieron el poder a Manuel Noriega de Panamá, Pol Pot de Cambodia, Saddam Hussein de Iraq e Idi Amin de Uganda.
Pareciera que todos, en todas partes, ahora, están frustrados, asustados y enojados; la gente al otro lado de la calle y a la vuelta de la esquina; la gente al otro lado del océano y a la vuelta del mundo.
27 de enero del 2017: Mikhail Gorbachev, el hombre que presidió sobre la disolución de la Unión Soviética, dijo: “Parece como si el mundo se estuviera preparando para la guerra.”
El antídoto contra la frustración y el miedo es dar ánimos.
El antídoto contra el enojo es escuchar, sonreír y extender una mano.
He decidido que este año es mi año de dar ánimos.
Yo creo que eso es lo que necesita ahora la gente.
¿Me acompañas?
Voy a ser irracionalmente optimista, ridículamente animado y no le pondré atención al miedo. O por lo menos ese es mi plan. Y voy a dar cumplidos sinceros y honestos a donde quiera que vaya.
Los ánimos pueden ser conjurados de los materiales más escasos.
Si tú haces esto conmigo, te puedo asegurar que la gente va a decir que estamos siendo tontos e ingenuos y muchos de ellos nos van a acusar de ver el mundo a través de lentes color de rosa. Nos van a decir que no estamos siendo razonables.
“El hombre razonable se adapta al mundo; el no razonable persiste en tratar de adaptar el mundo a él.
Por eso, todo el progreso depende del hombre no razonable.”
- George Bernard Shaw
- Sí, van a decir que no estamos siendo razonables.
- Yo estoy bien con eso.
- ¿Tú?
Roy H. Williams
