El Mito de Sigue-Tu-Pasión
Uno de los libros que voy a escribir algún día, es una colección de historias verdaderas recolectadas de gente extremadamente exitosa.
Mi negocio de consultor de publicidad y ponente de seminarios me ha llevado a estar cara-a-cara con muchas de las estrellas más brillantes del cielo empresaria. Y rara vez pierdo la oportunidad de preguntarles:
“¿Te puedes recordar del momento justo cuando escogiste el camino de la encrucijada que te llevó a donde estás hoy? ¿Cómo te metiste en este negocio?”
Nunca – ni una vez – me ha dicho una persona exitosa: “Seguí mi pasión.”
Pero ésta es la respuesta que escucharás una y otra vez de gente que está en la cárcel.
El mundo está lleno de gente con dinero que no son, ni han sido nunca, exitosas. Gente que robó el dinero, heredó el dinero, se casó con el dinero, se ganó el dinero en la bolsa o en la lotería, estafó a otros y les quitó el dinero, o le dieron el dinero en un juicio, no califican como “exitosos” en mi opinión confesamente subjetiva.
El mito de “Sigue-Tu-Pasión” es permeante, porque la gente exitosa usualmente son apasionadas. Pero esa gente sería apasionada de cualquier cosa que escogieran hacer.
Sus trabajos no les dan pasión.
Ellos les dan pasión a sus trabajos.
Lo mismo aplica para los matrimonios exitosos.
Los soñadores que dicen “Es que no puedo encontrar mi pasión”, siempre reaccionan como si hubiera pateado a su perrito cuando les digo que la pasión no es un éter mágico que puede ser localizado y accesado. La pasión es el proyectil que vuela de la colisión triple entre la determinación, el compromiso y la acción.
Mientras estamos en ésas, quitémosle la máscara a otro par de mitos:
(1.) La pasión no siempre se manifiesta como felicidad. También hay pasión detrás de la tristeza profunda.
(2.) La pasión no siempre tiene seguridad. La preocupación es pasión confundida, pasión temerosa, pero pasión al final de cuentas.
No hagas lo que te apasiona.
Apasiónate por lo que haces.
No sigas tu pasión.
Deja que tu pasión te siga a ti.
La pasión se crea cuando la determinación y el compromiso se unen con la nitroglicerina de la acción. Leonardo da Vinci lo dijo hace 480 años y lo dijo en italiano. Ésta es la traducción más clara:
“La gente de logros rara vez se sientan y dejan que les sucedan las cosas. Ellos salen y les sucecen a las cosas.”
Escucha a Leonardo.
Sal y sucédele a algo.
Cuando escuchemos la risa y el baile,
el llanto y el dolor, sabremos que están volando los proyectiles.
Roy H. Williams
¿Alguna vez te has fijado que todo el mundo quiere ser normal, pero nadie quiere ser promedio? ¿Hay alguna diferencia?
“Queremos alentar la grandeza en los hombres. Queremos alentar la ambición. Creemos que nadie quiere ser un tipo de gris-normal. Vivimos, nos parece, en una época bajo el maleficio de la normalidad, caracterizada por la elevación de lo mediocre.” – Robert Moore y Douglas Gillette, Rey, Guerrero, Mago, Amante: Redescubriendo los Arquetipos del Masculino Maduro