Economista Ganador del Premio Nóbel Está de Acuerdo con la Academia del Mago

Economista Ganador del Premio Nóbel Está de Acuerdo con la Academia del Mago

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Economista Ganador del Premio Nóbel

Está de Acuerdo con la Academia del Mago

Los encabezados generalmente cuentan la verdad de forma más poderosa que lo estrictamente preciso, una tendencia que perturba en estos tiempos de noticias de una frase.

La imagen mental conjurada en la mente por el encabezado “Economista Ganador del Premio Nóbel Está de Acuerdo con la Academia del Mago,” nos dice que el Ganador del Nóbel (1.) conoce de la Academia del Mago y (2.) hace una afirmación al respecto.

No ha sucedido ninguna de estas cosas.  ¿Entonces cómo pudo decir eso el escritor de ese encabezado?  El Memo del Lunes por la Mañana que recibiste el 29 de julio se titulaba ¿Los Fortune 500 o los 5.91 Millones?  Tal vez recuerdes haberlo leído.

En ese memo, yo dije:

Los Fortune 500 son los que hacen las noticias, pero no son la espina dorsal de la economía de los Estados Unidos. De acuerdo con el Censo de los Estados Unidos, ese país alberga a casi 17 millones de negocios de un sólo dueño, además de 5.91 millones de negocios adicionales con menos de 100 empleados.  Estos 5.91 millones son la espina dorsal de la economía, ya que ellos crean más trabajos nuevos, que todas las otras compañías combinadas.  La prensa va a hacerle porras al gigante con la lanza, pero yo le canto al muchacho con la honda.

Si los Fortune 500 desaparecieran de repente de la faz de la tierra, un nuevo grupo de gitantes se levantaría.  Pero si los 5.91 millones de negocios de los Estados Unidos con menos de 100 empleados desaparecieran de repente de la faz de la tierra, el tejido de nuestra sociedad se vería destrozado y la democracia se iría.

La libre empresa no depende de la democracia.

La democracia depende de la libre empresa.

El 17 de agosto del 2013, más de 2 semanas después que apareció ese Memo del Lunes por la Mañana, Jeffrey Eisenberg mandó una historia del New York Times del 17 de agosto en el que el Profesor Sterling de Economía de Yale, Robert J. Shiller, contempló las recién publicadas preocupaciones de Edmund Phelps, el receptor del Premio Nóbel de las Ciencias Económicas del 2006.

De acuerdo con Shiller:

“El Profesor Phelps discierne una tendencia preocupante… A él le preocupa el corporatismo, una filosofía política en la que la actividad económica es controlada por grandes grupos de interes o el gobierno.  Una vez que el corporatismo se apodera de una sociedad, dice él, la gente no aprecia adecuadamente las contribuciones y desafíos de los individuos que crean e innovan.  Una economía con una cultura corporatista puede copiar y hasta sobrepasar otras por un tiempo, dice él, pero, al final, siempre se va a quedar atrás.  Sólo una sociedad emprendedora puede ser líder.”

No estoy sugiriendo que Phelps o Shiller fueron influenciados por lo que escribí.  De hecho, estoy razonablemente convencido que nunca han oído hablar de mí.  Pero sí me siento dentro del blanco cuando digo que ambos están de acuerdo conmigo.

A Phelps le preocupa el corporatismo.  ¿A mí?  A mí me preocupa una tendencia perturbadora hacia frases exageradas.  Hoy le dí al memo un encabezado atrevido para subrayar mi punto, pero hay mejores ejemplos a nuestro alrededor.

Una historia reciente se jactaba con el encabezado: “¿Hemisferio Derecho, Hemisferio Izquierdo? Científicos Descartan la Popular Teoría.”  Googléalo y vas a encontrar docenas de variaciones de esa historia reposteada por loros cibernéticos que nunca se paran a contemplar lo que escuchan antes de graznarlo ante el mundo entero.

Invierte 3 minutos para realmente leer esa historia y encontrarás que el encabezado es falso y engañoso hasta un punto absurdo.  El descubrimiento por el cuál ganó el Premio Nóbel en Fisiología de 1981 el Dr. Roger Sperry sigue igual de orgulloso y recto como antes.  Ésta es una cita textual de la historia que supuestamente “descarta” los descubrimientos del Dr. Sperry:

“`Es absolutamente cierto que algunas funciones del cerebro ocurren en uno u otro lado del cerebro’, explicó Jeff Anderson, M.D., Ph.D., autor principal del estudio. ‘El lenguaje tiende a estar en el izquierdo, la atención más en el derecho.  Pero la gente no tiende a tener una red más fuerte del lado izquierdo o el derecho del cerebro.  Parece que es más determinado conexión a conexión.'”

Escarba ese estudio del Dr. Anderson y encontrarás que él simplemente hace un resumen de lo que siempre hemos sabido:  ambos lados del cerebro están en uso constante.  No existe un momento en el que los pensamientos y los recuerdos asociados a esos pensamientos se encuentren contenidos enteramente en un lado.

¿Esto es noticia?

Yo creo que esta tendencia hacia exagerar tiene sus raíces en el “corporatismo” denunciado por los Profesores Schiller y Phelps.  Escucha a los presentadores mejor pagados de la radio y la televisión y escucharás a niñitos sociópatas que han aprendido a gritar “lobo” más fuerte y más frecuente que sus compañeros.

El corporatismo premia a cualquier vocero que pueda controlar el pensamiento de otros.

Una sociedad que ya no tiene tiempo para contemplación, escolaridad, o investigación independiente está a la merced de niñitos sin consciencia y que están desesperados por obtener atención.

El tiempo y la atención son una moneda más valiosa que los diamantes y el oro.  Tan sólo tenemos unos cuantos momentos.  Es descorazonado engañar a una persona para que te los dé.

Los gritos falsos de “¡Lobo!” deberían tirarse al olvido, junto con esos loros cabezas-hueca que los recalientan, repiten y retuitean.

Eso opino.

Roy H. Williams

“No malgastes el tiempo, pues de eso está hecha la vida.”

– Benjamin Franklin

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