Hay un momento para empezar y un momento para esperar.
Cuando lo has pensado detenidamente, toma una acción. Pero cuando no lo has pensado, espera.
Lo importante rara vez es urgente y lo urgente rara vez es importante. No te vuelvas esclavo de lo meramente urgente.
La percepción es ver cosas que no todo el mundo mira. La intuición es reconocer las conexiones y los patrones que ocurren debido a esas conexiones.
La máxima información está disponible y la máxima contemplación es posible, sólo hasta el último minuto posible.
Si alguna vez te sientes mal por procrastinar, simplemente recuerda que Mozart escribió la obertura de Don Giovanni la mañana que se estrenó.
La procrastinación es el alma rebelándose contra estar aprisionada. Pero si procrastinas demasiado tiempo, tu decisión la van a tomar las circunstancias.
Mozart fue bautizado Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart. Theophilus, en griego, quiere decir “amado de Dios”. En una carta anunciando su nacimiento, su padre dijo que su nombre era Wolfgang Gottlieb Mozart. Gottlieb, en alemán, quiere decir “amado de Dios”.
Cuando tenía 21 años, Mozart comenzó a llamarse a sí mismo Amadè, que es húngaro para “amado de Dios”.
Mozart se llamó a sí mismo Amadeus sólo una vez, cuando firmó una carta “Wolfgangus Amadeus Mozart”, como broma (algo así como Indiana Beagle llamándose a sí mismo “Indianus Beaglus” en la imagen al principio del Memo del Lunes por la Mañana). Amadeus, en latín, quiere decir “amado de Dios”.
“Johannes Chrysostomus” precede al nombre “Wolfgangus Theophilus Mozart” porque él, un católico, nació el 27 de enero, en la fiesta de San Juan Crisóstomo en el oeste, hasta la reforma del calendario en 1969.
Pero me distraigo. Estábamos hablando de la tiranía de lo “meramente urgente” contra la información, la contemplación y la procrastinación.
Esperar sirve un propósito. En el panfleto de Manley Miller: “Papalinas: grasosas, saladas, historias verdaderamente buenas de crecer en Nueva Orléans”, él escribe:
Me convertí en pastor cuando aún era joven y tonto como para decir: “Está bien, Dios, si no soy pastor en jefe para cuando tenga 30 años, entonces voy a dejar de ser pastor. Simplemente voy a tomar eso como una señal tuya de que esto no es lo que se supone que debo estar haciendo”.
Más adelante, descubrí que la razón de por qué Jesús no empezó su ministerio hasta que tenía 30 años es porque no te podías convertir en rabino hasta que tuvieras 30. No tenías suficiente experiencia de vida.
Jesús tenía 12 años cuando María y José lo encontraron enseñando en la Sinagoga y dice que él “hablaba con mucha sabiduría”. Pero cuando, a los 30 años, comenzó su ministerio, dice que él hablaba con mucha autoridad.
Tienes una aptitud para algo cuando tienes talento para ello.
Pero desarrollas habilidad con la larga experiencia.
Y va a tomar algún tiempo llegar hasta allí.
De igual forma, hay una larga travesía de la sabiduría a la autoridad.
Cuando tienes algo que decir que vale la pena ser escuchado, eso es sabiduría.
Pero cuando la gente te respeta lo suficiente para escucharte, eso es autoridad.
Esperar no es desperdiciar.
Y ahora vamos a hacer un giro de 90 grados e irnos en una dirección tangencial. Agárrete fuerte.
Estas son las 5 Cosas Principales de las que la Gente se Arrepiente Cuando Está Muriendo:
Quisiera haber tenido la valentía de vivir una vida más verdadera conmigo mismo, no la vida que otros esperaban que viviera.
Quisiera no haber trabajado tanto. Quisiera haber pasado más tiempo con mi familia.
Quisiera haber tenido la valentía de expresar mis sentimientos.
Quisiera haber seguido en contacto con mis amigos.
Quisiera haberme permitido a mí mismo ser más feliz.
— Bronnie Ware,
Una enfermera australiana que pasó varios años cuidando de pacientes durante las últimas 12 semanas de sus vidas.
Hechos finales acerca de Mozart:
Cuando Mozart tenía 20 años, Thomas Jefferson firmó a Declaración de Independencia.
Cuando Mozart tenía 32 años, se ratificó la Constitución de los Estados Unidos.
Cuando Mozart tenía mi edad, ya tenía 31 años de muerto.
¿Cuánto tiempo me queda?
¿Cuánto tiempo te queda? Sólo te pregunto esto porque soy tu amigo.
Roy H. Williams