¿Qué, entonces, es una mujer?

¿Qué, entonces, es una mujer?

“La cosa con la reducción sistemática de una mujer a sus partes es que ella no siempre sabe qué está pasando cuando está sucediendo. Simplemente un día ella se despierta y se da cuenta que todo lo que ella era era,
Una cara,
Un escote,
Dos piernas,
Un par de manos,
El bamboleo de su pelvis,
El pico de sus pechos.
Éramos tan solo las partes sin cuerpo en las vitrinas. Un día nos despertamos para enterarnos que los diamantes nunca fueron chocolate, sólo eran color café, todo ese tiempo. Y nuestros cuerpos, que son al fin nuestros de nuevo, pueden moverse todo lo que queramos, aunque permanezcan como una biblioteca de nuestras vidas — del dolor y la vergüenza, y de lo que dejamos o no dejamos que nos hicieran otras personas.”
– Taffy Brodesser-Akner, The New York Times, 23 de abril del 2019
“El número de ‘likes’ que recibe una foto es correlativo a la sexualización en Instagram. Esto confirmó parcialmente el concepto de Simone de Beauvoir acerca de la auto-objetivización, con la cual las mujeres jóvenes generalmente se miran a sí mismas como objetos para que los que las miran juzguen a través de ‘likes’.”
– Amber L. Horan,
“¡Imagínate esto! La objetivización contra el empoderamiento en las fotos de mujeres en las redes sociales.”
“En una sociedad en la que los medios son la fuerza más persuasiva para moldear las normas culturales, el mensaje colectivo que recibimos es que el valor de una mujer y su poder residen en su juventud, su belleza y su sexualidad y no en su capacidad, su ser interior o sus pasiones.”
– Sonia Suarez
Como la mayoría de hombres, a mí me han fascinado las mujeres desde hace mucho tiempo. ¿Pero qué, exactamente, define “mujer”? Las definiciones son tan conflictivas que creo que cualquiera que intente definir “mujer” es casi seguro que va a ser criticado. ¿Pero cuándo ha eso sido un impedimento a una mente curiosa? El escrutinio actual del misterio y la magia de una mujer comienza con unas cuantas citas que nos muestran “a la mujer perfecta” que sólo puede existir en la mente de un hombre. El psicólogo Carl Jung la llama el ánima. Yo la llamo “La Mujer Imaginaria”.
“¿Qué conocemos de las diosas, esas elusivas figuras femeninas, más fuertes que los hombres humanos, más peligrosas que las deidades masculinas, quienes representan no a las mujeres reales, sino los sueños de hombres reales?”
– Alice Bach, Mujeres en la Biblia hebrea, pág. 17
“Creo que la idealización de mujeres es intrínseca a los hombres. Hay varias formas de idealizar a las mujeres, especialmente de manera sexual, basada en casi todos los casos en su falta de accesibilidad. Cuando una mujer funciona como un objeto amoroso inalcanzable, ella se reviste de una cualidad mítica.”
– James Dickey, Entrevistas propias,  pág. 153
Miguel de Cervantes nos dio un ejemplo perfecto de una mujer imaginaria hace 418 años. Don Quijote mira una chica pueblerina en la distancia — de nombre Aldonza Lorenzo — y dice:
“Su nombre es Dulcinea, su reino, Toboso, el cuál está en La Mancha, su condición debe ser de princesa, por lo menos, pues ella es mi reina y señora y su belleza es sobrenatural, pues en ella uno encuentra la realidad de lo imposible.”
En el libro, Don Quijote nunca se encuentra con Dulcinea. Él sólo la mira en la distancia. Como Helena de Troya — la cara que lanzó 1,000 barcos — Dulcinea es la ánima, la mujer perfecta que sólo puede existir en la imaginación de un hombre. Todo lo que logra y soporta Don Quijote es en su nombre y para su honra.
“Las chicas en patalones que les abrazan la figura divagan por High Street con las manos entrelazadas mientras radios pequeños se posan sobre sus hombros y plañen canciones de amor en sus oídos. Los chicos más jóvenes, derrochando savia, se sientan en las aceras de la Farmacia Tanger´s ingiriendo barros futuros con pajillas. Ellos miran a las chicas con sus ojos de cabra a nivel y hacen comentarios crudos entre sí con sus entrañas jadeando de deseo.”
— John Steinbeck
“Freda era una hazaña, una acuarela virtual de una mujer cuyos humores y manerismos eran tan eléctricos como su salvaje pelo negro. Su sonrisa de por sí, un flash de dientes blancos como Ipana, la cabeza hacia atrás, detenía a los hombres en su camino, los atrasaba en el tráfico y amenazaba a sus esposas de tal manera que hasta los lecheros estaban vedados de llevar pedidos al a casa de Freda.”
“A la edad de treinta y cinco años, Freda tuvo una mastectomía. El arco y flecha que fue su terapia, para fortalecer lo que quedaba de los músculos de su pecho. Su cuerpo que había sido perfecto, el modelo de un escultor, y ella que se ponía sus camisas de verano amarradas debajo de sus pechos, sin sostén la mayoría de tiempo. Ella aún usaba las camisas amarradas a las costillas, pero ahora eran camisas de dormir de hombre, la tela más gruesa para no traslucirse; pero frecuentemente ella se inclinaba y yo podía ver el lugar con cicatriz y hueso en donde había estado el pecho. Nunca sube si ella estaba amargada por la pérdida, si ella miraba la deformidad en el espejo y tenía nostalgia por un momento en el que había estado entera. Ella nunca lo dijo. Yo nunca pregunté. Ella no era una mujer hecha mártir por la tragedia, ni tampoco estaba familiarizada con la auto-compasión. Ella una vez trató de matar a mi padrastro, de quien siempre habló usando su nombre completo, Bill McClain, las dos palabras atropellándose en su acento extraño para sonar como ‘Bimicain’ y parecer un fungicida.”
– Lorian Hemingway, Walk on Water, pág. 38-39
“Media docena de estudios globales, hechos por gente como Goldman Sachs y Columbia University, han descubierto que las compañías que emplean a mujeres en grandes cantidades tienen mejor desempeño que su competencia en todas las medidas de rendimiento.”
– Katty Kay y Claire Shipman, The Atlantic, 14 de abril del 2014
El Dr. Nick Grant me dijo una vez:
“Los hombres se preocupan de lo alto y lo bajo. Las mujeres se preocupan de lo cercano y lo lejano.”
Le pregunté qué quería decir con eso. Él me dijo:
“Cuando un hombre está hablando, él está pensando subconscientemente, ‘¿Qué piensas de mí ahora que dije esto? ¿Estoy más alto o más bajo en tu estima?’ Pero cuando una mujer está hablando, ella está pensando, ‘¿Qué piensas de mí ahora que dije esto? ¿Nos pone más cerca o más lejos?’”
Puede que no estés de acuerdo con eso, pero como lo dije al principio: “cualquiera que intente definir “mujer” es casi seguro que va a ser criticado.”
Un estudio del Instituto Internacional de l paz de 182 acuerdos de paz firmados entre 1989 y el 2011 encontró que cuando las mujeres son incluidas en los procesos de paz, hay 35 por ciento de incremento en la probabilidad que el acuerdo de paz va a durar 15 años o más.
Los Hombres Sabios de la Historia de Navidad en el capítulo dos de Mateo han sido celebrados durante dos mil años. ¿Pero qué hubiera sucedido si hubieran sido Mujeres Sabias?
“Tres mujeres sabias hubieran pedido direcciones, hubieran llegado a tiempo, ayudado en el parto, limpiado el establo, hecho comida, llevado regalos prácticos y hubiera habido paz en la tierra.”
Feliz Navidad,
Roy H. Williams

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