En la punta de los dedos de un escritor de anuncios

En la punta de los dedos de un escritor de anuncios


“Hoare escribe con la licencia de un no-experto: tú puedes sentir el deleite que obtiene en estar libre de todo lo que no sean sus entusiasmos.”
John Williams estaba describiendo a Philip Hoare cuando escribió esa frase, pero hubiera podido estar escribiendo acerca de mí. Como un no-experto, soy libre de especular y llegar a mis propias conclusiones.
También tú lo eres.
Y también lo es tu cliente.
Tú, yo, y tu cliente, todos afirmamos que utilizamos el razonamiento deductivo, pero eso simplemente no es cierto. El razonamiento deductivo — la base del método científico — requeriría que trabajáramos diligentemente para refutar en lo que creemos.
¿Conoces a alguien que verdaderamente haga eso?
En vez de utilizar el razonamiento deductivo, nosotros utilizamos el razonamiento inductivo para buscar la información que confirma que nuestros valores, creencias, instintos y preferencias ha estado en lo correcto todo este tiempo.
Cuando nos vemos confrontados con información contradictoria, nuestro sesgo de confirmación se activa para asegurarnos que la información contradictoria no es correcta, así que la ignoramos con un movimiento mental de la mano.
Permíteme ayudarte con ese movimiento que aleja la información contradictoria. Yo soy un escritor de anuncios. El pensamiento mágico, el razonamiento inductivo y el sesgo de confirmación brillan en la punta de mis dedos.
Mi trabajo es hablarle a lo que ya existe dentro de ti. Tú tienes más que suficiente información. Permíteme estar de acuerdo con lo que ya crees.
Google y Facebook van a utilizar sus algoritmos para ayudarnos a construir una comunidad en donde podemos rodearnos de personas que piensan como nosotros quienes comparten nuestras opiniones y creencias. Todo el que no está de acuerdo con nosotros está desinformado, no informado, engañado por hechos defectuosos, rumores tontos o genios malvados.
El pensamiento mágico, el razonamiento inductivo y el sesgo de confirmación brillan en las puntas de los dedos de cada genio malvado. Pero yo no soy un genio malvado. Yo soy el genio que está de acuerdo contigo.
El pensamiento mágico es difícil de explicar, pero Kurt Anderson hace un buen trabajo:
“Los estadounidenses siempre han sido pensadores mágicos y creyentes apasionados de lo no cierto. Esa nación fue fundada por puritanos en Nueva Inglaterra que querían crear una utopía cristiana mientras esperaban la inminente segunda venida del Cristo al Final de los Días. Al sur, un montón de gente estaba convencida, absolutamente convencida, que ese lugar en el que nunca había estado estaba lleno de oro esperando ser recogido del suelo de Virginia. Se quedaron allí buscando y esperando oro durante 20 años antes de finalmente enfrentarse a los hechos y decidieron que no se iban a convertir en ricos de la noche a la mañana.”
“Este fue el principio de los Estados Unidos. Luego tuvimos siglos de ‘precaución a los compradores’ de charlatanes y engaños médicos a un grado extremo, junto con sectas y religiones cada vez más exóticas, extravagantes e increíbles.”
“Todas esas cosas se reunieron y se sobrecargaron en los 1960s, cuando tenías derecho a tu propia verdad y tu propia realidad. Una generación más tarde, vino el internet, dándole a cada una de esas realidades, no importa qué tan falsas o locas sean, su propia forma de infraestructura mediática.”
Una historia maravillosa es brillante y atractiva, sin importar que sea verdadera o no. Esta es la base de cualquier publicidad exitosa.
“Hoare escribe con la licencia de un no-experto: tú puedes sentir el deleite que obtiene en estar libre de todo lo que no sean sus entusiasmos.”
John Williams escribió esas palabras en su recomendación del nuevo libro de Philip Hoare: “Albert y la ballena: Albrecht Dürere y cómo el arte imagina nuestro mundo”.
La reseña del libro hecha por John Williams se titula, apropiadamente: “Libros de los tiempos”.
Roy H. Williams
NOTA: Gran, GRAN madriguera del conejo hoy. — Indy Beagle
“Un hombre sabio cambia su forma de pensar de vez en cuando, pero un tonto no lo hace nunca. El cambiar de forma de pensar es la mejor evidencia que, en efecto, piensas.” — Desmond Ford

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