Cómo deberían ser las cosas contra cómo en realidad lo son

Cómo deberían ser las cosas contra cómo en realidad lo son

Cómo deberían ser las cosas contra cómo en realidad lo son

Una persona infeliz que habla acerca de cómo “deberían ser las cosas” tiene que tomar una decisión.
Necesitan actuar, o
Necesitan callarse y continuar con sus vidas.
Lo siento si eso sonó frío y áspero. Permíteme explicarlo.
“Cómo deberían ser las cosas” es un mundo de fantasía. Quejarse que no vives allí no tiene sentido.
“Cómo son las cosas en realidad” es el mundo en donde vivimos. Aprende a navegar ese mundo y puedes ir a donde quieras.
No estoy diciendo que tienes que hacer las paces con el status quo.
No estoy diciendo que tengas que aceptar las cosas como son.
No estoy diciendo que estés impotente para cambiar las cosas.
Estoy diciendo que las quejas improductivas no tienen sentido.
Actúa o cállate. No te pases tu vida creyendo que eres una víctima y tratando de convencer a todo el mundo de eso.
“¿Pero ni siquiera puedo decirle a la gente cómo me siento?”
Depende a qué gente. ¿Ellos tienen el poder de cambiar las cosas? Si lo tienen, entonces sí, cuéntales cómo te sientes. Y luego convence a otra gente para que haga lo mismo. Comienza una revolución. Crea un futuro que sea mejor que el pasado. El progreso depende de la gente como tú.
Pero si compartes tu indignación con gente que no tiene el poder para cambiar las cosas y no tienes ninguna intención de hablarle a la gente que sí tiene ese poder, entonces sólo te estás quejando, lloriqueando y gimiendo.
A nadie le gusta un quejica.
La diferencia entre una víctima y un revolucionario es que la víctima no actúa más allá de quejarse con sus amigos.
Un revolucionario se arriesga al ridículo y a la derrota. Gastan tiempo, energía y dinero en el esfuerzo para hacer el futuro mejor que el pasado.
Puedes hacer una diferencia si estás dispuesto a pagar el precio.
George Bernard Shaw dijo:
“El hombre razonable se adapta al mundo; el hombre no razonable persiste en tratar de adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo progreso depende del hombre no razonable.”
Y luego dijo:
“No tienes un lugar en el mundo estando de guardia, sino atacando y siendo bien atacado tú mismo.”
¿Estás dispuesto a caer bajo el ataque si eso es lo que se necesita para cambiar las cosas?
Aun si no estás de acuerdo con ellas, yo admiro a las personas que hacen más que sólo quejarse con sus amigos.
Pero en cada instancia, siempre estoy de acuerdo con esa persona fantástica que no toma ninguna posición salvo cuando también están dispuestos a actuar, esa persona que eleva cada conversación a un tema agradable y que hace que te sientas feliz de estar a su alrededor.
Roy H. Williams

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