El secreto del Poobah Mitzvah

El secreto del Poobah Mitzvah

El secreto del Poobah Mitzvah

Hace veinticinco años, hice tres cosas importantes.
La segunda más importante de ellas fue el lanzamiento del Memo del Lunes por la Mañana, aún cuando nadie pueda recordar cómo se llama. “He estado leyendo tu cosa de los Lunes durante más de 10 años”, es como comienza mi canción favorita. Nunca me canso de escucharla.
La tercera cosa más importante que hice en 1994 fue quedarme dormido en una moto y luego que me pasara un carro encima mientras estaba tirado inconsciente en la mitad de la calle. “Hipotermia inducida” es el nombre médico para quedarse dormido involuntariamente debido a un rápido descenso de tu temperatura corporal.
Fue el primer miércoles después del Día de Acción de Gracias — 30 de noviembre — y cada vendedor de mi lista de clientes necesitaba que lo calmara y le dijera que Santa no había sido secuestrado y que la Navidad no había sido cancelada.
Mi día comenzó escribiendo anuncios a las 2AM y terminó conmigo subiéndome a mi 1000cc BMW a las 10PM para manejar de la oficina a la casa.
El sol se había puesto detrás del horizonte y un frente frío había barrido todo el calor. “Cuatro millas, sin semáforos, sin tráfico. Voy a llegar a casa en tiempo récord.”
Una hora y media después, me desperté en la emergencia con muchos huesos rotos, ninguno de los cuales podía ser puesto de vuelta en su lugar. Me retuvieron durante la noche — 12 horas — para asegurarse que no tuviera heridas internas y luego estaba de vuelta en el trabajo a las 10:30AM. La Navidad y los vendedores no pueden ser retrasados.
Escribí con una mano — mi izquierda descoordinada — durante más de un año. Cuando me dolía el brazo derecho, alargaba mi mano izquierda para levantarlo y ponerlo sobre la mesa. Pero ese accidente de moto fue la menos importante de las 3 cosas que sucedieron ese año y la creación del Memo del Lunes por la Mañana fue la número dos, aún y cuando los primeros 100 de esos memos se convirtieron pronto en la trilogía de El Mago de la Publicidad.
El evento más importante de 1994 — por mucho — fue que Pennie y yo les dijimos a nuestros hijos que cada uno de ellos podía escoger una ciudad en el mundo y que yo los llevaría allí durante una semana mientras el otro se quedaría en casa con su mamá.
Rex tenía 13 ese verano. Jake 11.
Una semana solos en una ciudad extraña con tu Papá es un rito-de-paso fascinante. Es probablemente la cosa más inteligente y mejor que he hecho jamás.
Permite que tu hijo o hija, nieto o nieta, amigo o vecino, escoja su ciudad sin guía, sin consejos, sin sugerencias de ninguna clase. Ellos tienen que tomar su decisión por sí mismos y luego anunciarla.
Me maravillan las ciudades que escoge la gente y sus razones detrás de sus decisiones.
Rex decidió que quería pasar 3 días en Las Vegas y luego volar en un avión diminuto al Gran Cañón en donde pasaríamos otros 3 días en una serie de desaventuras.
Jacob escogió Juneau, Alaska en donde fuimos a hacer pesca en alta mar, kayak en el océano, buscamos oro, aterrizamos en un helicóptero en el glaciar Mendenhall y luego caminamos por allí peligrosamente sobre el hielo resbaloso mientras el agua se recogía y entraba en agujeros sin fondo tan grandes como para tragarse a un humano. Pasamos una semana paseando por ese lindo pueblo de Alaska accesible sólo por aire, agua y tren. Juneau tiene tan solo 27 millas de pavimente y muchas de esas millas son el camino al aeropuerto. Pero más de 150 millas de túneles para buscar oro se encuentran escondidas en esas montañas.
El hijo de Rex, Hollister, cumplió 13 años este verano. Escogió Long Beach, California. Si estás leyendo esto el lunes 19 de agosto del 2019, Hollister y yo aún estamos allí. Indy Beagle nos prometió que él subiría fotos nuestras en la madriguera del conejo.
El hermano de Hollister, Gideon, va a escoger una ciudad en dos veranos. Su hermana pequeña, Edie, va a escoger su ciudad en el 2029 y el hijo de Jacob, Vance, va a escoger la suya en el 2030.
Los niños judíos esperan su bar mitzvah cuando cumplen 13 años y sus hermanas esperan su bat mitzvah cuando cumplen 12 o 13, dependiendo de la tradición de sus familias.
Nuestra tradición familiar no tenía un nombre cuando Rex y Jake escogieron sus ciudades hace 25 años, pero la Princesa Pennie y los nietos más viejos llaman a este evento el Poobah Mitzvah.
A algunos hombres los conocen como Abuelo, o Abuelito, o cualquier otro nombre cariñoso. Yo soy Poohbah.
Un Poobah Mitzvah es como el Memo del Lunes por la Mañana; no importa cómo lo llames. Lo único que importa es si lo haces.
No, no es demasiado tarde. La gente en tu vida nunca es demasiado vieja para tener una aventura contigo y la ciudad que visiten no tiene que ser lejos.
Pero sólo pueden estar ustedes dos. Esta es una de esas raras experiencias en las que tres son demasiados.
Si decides hacer esto con alguien a quien quieras, envía un párrafo o dos con fotos a tu beagle favorito, indy@WizardOfAds.com
Sospecho que los va a poner en la madriguera del conejo.
Y casi lo olvido; Indy dice Aruú.
Roy H. Williams

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