Cuando estuvimos profundamente asustados

Cuando estuvimos profundamente asustados

Cuando estuvimos profundamente asustados

Pocas personas lo recuerdan porque fue hace tanto tiempo.

Abril, 1962– Los Estados Unidos tratan de derrocar a Fidel Castro de Cuba en la invasión de la “Bahía de Cochinos”.

Julio, 1962– El primer ministro soviético Nikita Khrushchev llega a un acuerdo secreto con Fidel Castro para poner misiles nucleares soviéticos en Cuba y frenar cualquier atentado futuro de invasión.

14 de octubre, 1962– Un avión de espionaje U-2 estadounidense toma fotografías de los misiles nucleares soviéticos siendo ensamblados en Cuba, a tan sólo 90 millas de la costa de la Florida.

22 de octubre, 1962– El presidente estadounidense, John F. Kennedy aparece en la televisión nacional anunciando una cuarentena militar de Cuba, advirtiendo a la población estadounidense de las potenciales consecuencias globales. “Será la política de esta nación considerar cualquier misil nuclear lanzado desde Cuba contra cualquier nación en el Hemisferio Oeste como un ataque de parte de la Unión Soviética sobre los Estados Unidos, requiriendo una respuesta total en venganza sobre la Unión Soviética.”

24 de octubre, 1962– Nikita Khrushchev dice que el bloqueo de los EEUU es un “acto de agresión” y a los barcos soviéticos que se dirigen hacia Cuba se les ordena proseguir.

Las fuerzas de los EEUU son puestas en DEFCON 2, que quiere decir que una guerra que involucre el Comando Aéreo Estratégico es inminente.

26 de octubre, 1962 — John F. Kennedy se entera que el trabajo en las bases de los misiles procede sin interrupción y que un avión de espionaje U-2 estadounidense ha sido derribado sobre Cuba y que su piloto, el Mayor Rudolf Anderson, está muerto.

El mundo se balancea al borde de una guerra nuclear entre superpoderes.

Los estadounidenses en todas partes se detuvieron y vieron el cielo.

Y luego dos de ellos escribieron una canción:

Le dijo el viento nocturno a la ovejita:

“¿Ves lo que yo veo,

Allá hasta arriba en el cielo, ovejita?

¿Ves lo que yo veo?

Una estrella, una estrella, bailando en la noche

Con una cola tan grande como un cometa,

Con una estrella tan grande como un cometa.”

Esta era la imagen de un misil nuclear seguido de su cola ardiente en la noche. Pero también era la imagen de una estrella puesta sobre Belén, brillando su luz sobre un bebé envuelto en sábanas.

Le dijo la ovejita al niño pastor:

“¿Escuchas lo que yo escucho,

Sonando por todo el cielo, niño pastor?

¿Escuchas lo que yo escucho?

Una canción, una canción, sobre las copas de los árboles

Con una voz tan grande como el mar.

Con una voz tan grande como el mar.”

Le dijo el niño pastor al gran rey:

“¿Sabes lo que yo sé

En tu cálido palacio, gran rey?

¿Sabes lo que yo sé?

Un Niño, un Niño tiembla del frío,

Llevémosle a Él plata y oro.

Llevémosle a Él plata y oro.”

Le dijo el rey a la gente en todas partes:

“¡Escuchen lo que les digo,

Oren por paz, gente en todas partes!

Escuchen lo que les digo,

El Niño, el Niño, durmiendo en la noche,

Él nos traerá bondad y luz.

Él nos traerá bondad y luz.”

Durante las horas más oscuras de la Crisis de los Misiles en Cuba, un veterano francés de la Segunda Guerra Mundial que vivía en Nueva York, Noël Regney, escribió la letra y su esposa de Brookly, Gloria, escribió la música.

Y mientras vivieron, ninguno de los dos pudo cantarla hasta el final sin llorar.

Feliz Navidad,

Roy and Pennie Williams

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