Por eso es que me caes bien

Por eso es que me caes bien

 

 

 

Por eso es que me caes bien
Otros te juzgan por los resultados de lo que logras, pero tú te juzgas a ti mismo por tus intenciones. Tú te juzgas a ti mismo como te juzga Dios. Por eso es que me caes bien.

No tienes poder sobre los caprichos de tus circunstancias; el estar en el lugar correcto en el momento correcto no es una cuestión de habilidad, sino de suerte. Pero tú tratas de hacer lo correcto de la forma correcta por las razones correctas. Por eso es que me caes bien.

Has fracasado, pero no eres un fracasado. Has tenido éxito, pero no eres un éxito. Has tratado y has llorado y reído y forcejeado como un pollito saliendo de su cascarón. Por eso es que me caes bien.

Estás herido y roto y tienes cicatrices feas porque corres a ayudar a los que amas. Cuando estás en el lugar incorrecto en el momento incorrecto, no te das fácilmente por vencido. Por eso es que me caes bien.

Te permites que te caiga bien la gente por las razones más ridículas. Tomas tu inspiración en donde sea que la encuentres. Tienes un sentido del humor extraño y te puedes reír de ti mismo. Por eso es que me caes bien.

Te caes pero te vuelves a levantar. Eres mejor cuando nadie te ve. Y sabes cómo guardar un secreto. Por eso es que me caes bien.

Uno puede amar a alguien que no le cae bien.

Pero lo que yo te guardo es algo diferente.

Yo te miro como tú eres.

Te miro real.

Y me caes bien.

– Roy H. Williams

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