Viendo a través de puertas antiguas

Viendo a través de puertas antiguas

Jeffrey Eisenberg y yo estábamos viendo a través de un par de puertas antiguas en la Galería de Subastas de Austin cuando vi una notable pintura al óleo en la pared que estaba detrás y susurré maravillado: “Ozymandias”.
El catálogo describía la pintura como “caballo arábigo y entrenador con esfinge egipcia, firmado en la parte inferior derecha por Maksymilian Novak-Zemplinski (polaco, nacido 1974), fecha 2000.”
Pero yo reconocí la pintura por lo que era. He amado “Ozymandias” desde el 9o grado.
Lo recuerdas, ¿verdad? Bryan Cranston leyó ese famoso poema en el episodio final de “Breaking Bad”. El título del episodio era “Ozymandias” y TV Guide lo nombró el “mejor episodio de televisión del Siglo XXI”. También fue el único episodio de una serie de TV en jamás alcanzar un perfecto 10-de-10 en la escala de IMDb con más de 200,000 votos, poniéndolo en el lugar número uno para el episodio de televisión mejor ranqueado jamás:
A un viajero vi, de tierras remotas.
Me dijo: hay dos piernas en el desierto,
De piedra y sin tronco. A su lado cierto
Rostro en la arena yace: la faz rota,
Sus labios, su frío gesto tirano,
Nos dicen que el escultor ha podido
Salvar la pasión, que ha sobrevivido
Al que pudo tallarlo con su mano.
Algo ha sido escrito en el pedestal:
«Soy Ozymandias, el gran rey. ¡Mirad
Mi obra, poderosos! ¡Desesperad!:
La ruina es de un naufragio colosal.
A su lado, infinita y legendaria
Sólo queda la arena solitaria».
Cuando regresé a casa de la subasta, me pasé 90 maravillosos minutos cazando todas las pistas de cómo llegó a existir ese poema.
Fue en 1817 que Percy Bysshe Shelley y su amigo poeta, Horace Smith, leyeron la noticia que la cabeza esculpida del faraón egipcio Ramsés II había sido retirada de su tumba en Tebas por un aventurero italiano y que pronto viajaría a Gran Bretaña.
Shelly le sugirió a Smith que cada uno de ellos escribiera un poema acerca de eso y que titularan cada uno de sus poemas “Ozymandias”, el nombre griego para el faraón egipcio Ramsés II.
Mira el poema como apareció en el periódico en ese día en 1818 y verás que Percy Bysshe Shelley lo firmó “Glirastes”. Lo hizo como una broma personal exclusiva para su esposa, Mary Shelley, quien, incidentalmente, publicó su famosa novela “Frankenstein” ese mismo año.
Mary frecuentemente firmaba sus cartas a Percy como “tu afectuoso ratoncito”. Así que Percy combinó “Gliridae” (latín para ratoncito) con “Erastes” (griego para amante) para crear Glirastes (que quiere decir amante de ratoncitos).
Así que ahora conoces cómo el segundo poema más buscado en Google llegó a ser publicado sin que nadie en Londres sospechara que había sido escrito en una apuesta con un amigo por uno de los poetas mas famosos del mundo quien escogió firmarlo con un seudónimo hecho como broma personal con su mujer.
¿Sabías que me convertí en un escritor de anuncios sólo porque era imposible ganarme la vida como poeta?
Ahora que lo sabes, no te va a sorprender que Indy Beagle a recogido los 20 poemas top de Google para que los leas en la madriguera del conejo. Indy también encontró la versión de Ozymandias de Horace Smith y la agregó al final de la lista de los 20 top de Google.
Para entrar en la madriguera del conejo, sólo debes dar clic a la imagen que aparece al principio del Memo del Lunes por la Mañana. Vas a encontrar este memo archivado bajo “Viendo a través de puertas antiguas”, el Memo del Lunes por la Mañana del 20 de octubre del 2025.
Esta es la lista de los 20 Top de Google:
“El camino no tomado” de Robert Frost
“Ozymandias” de Percy Bysshe Shelley
“Soneto 18” de William Shakespeare
“El cuervo” de Edgar Allan Poe
“No vayas dócilmente a esa buena noche” de Dylan Thomas
“Ella camina en belleza” de Lord Byron
“Porque no podía detenerme por la muerte” de Emily Dickinson
“¡Oh capitán! ¡Mi capitán!” de Walt Whitman
“Aún así me levanto” de Maya Angelou
“La canción de amor de J. Alfred Prufrock” de T.S. Eliot
“Un alto en el bosque mientras nieva” de Robert Frost
“Annabel Lee” de Edgar Allan Poe
“Si –” de Rudyard Kipling
“Invictus” de William Ernest Henley
“Vagué solo como una nube” de William Wordsworth
“Oda en una urna griega” de John Keats
“El cambio de la brigada ligera” de Alfred, Lord Tennyson
“Jabberwocky” de Lewis Carroll
“El nuevo coloso” de Emma Lazarus
“La canción de Hiawatha” de Henry Wadsworth Longfellow
Ciao por ahora,
Roy H. Williams
“Un pueblo que valora sus privilegios sobre sus principios pronto pierde ambos.”
– Dwight D. Eisenhower

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