The Becoming of America

The Becoming of America

The Becoming of America

“Los hechos cuentan, las historias venden”, es un principio conocido de todo publicista de primera.

Las historias cambian a las personas mientras que las estadísticas les dan algo sobre qué discutir.

La gente recuerda las historias mucho después que olvidan los puntos de las presentaciones. Tom Robbins dice: “Todos nosotros, como seres humanos, estamos envueltos en una red de narración, esta gran red narrativa y siempre nos hemos definidos a nosotros mismos, los seres humanos, a través de la narración, a través de las historias”.

En su discurso final a los radio escuchas el 8 de marzo del 2003, Paul Harvey dijo:

“Y si visitan mis oficinas en un rascacielos en Chicago — y siempre son bienvenidos — su atención va a enfocarse primero en un retrato grande colgado en la pared de la recepción. Es el retrato de un niño pequeño. Su ropa es de hace una generación, el saco está horriblemente arrugado, los zapatos sin forma están desgastados. Un de ellos hasta el fondo. Pero el niño, inclinado hacia adelante sobre un codo, está escuchando embelesado un radio antiguo de los 1930s con forma de catedral y varios botones. Este niño no se parece a ninguna persona en particular, excepto a mí. El artista es un hombre de Oklahoma llamado Jim Daly, a quien nunca he conocido, pero que con su cuadro incluyó esta nota. Decía: `No tengo forma de expresar el placer que recibí de escuchar los viejos programas de radio. En mi mente, estos maravillosos héroes eran magníficos. Ni una película, ni un programa de televisión, ni siquiera la vida real han podido igualar lo que mi imaginación podía invocar. Increíblemente, todos esos héroes´, dice él, `se parecían un poco a mí… Y todos esos héroes´, describe él, `se parecían un poco a mí.´”

El primer censo en los Estados Unidos se tomó en 1790, catorce años después de que la nación declaró su independencia de Bretaña; 3,893,635 personas estaban en ese conteo final, lo cual incluía a 694,280 esclavos. En otras palabras, la población de los Estados Unidos era un poco menor que la de la Atlanta metropolitana de hoy, un poco más grande que la moderna Detroit.

1790 fue hace tan solo 228 años. Solo 6 o 7 generaciones.

Yo podría decir: “Los Estados Unidos se convirtió en Los Estados Unidos por las historias que nos contamos”, pero eso te llevaría a pensar que Los Estados Unidos se ha convertido en lo que siempre va a ser. Pero las historias nuevas y diferentes que nos estamos contando a nosotros mismos hoy nos están dando una forma nueva, haciéndonos unos Estados Unidos diferentes.

Nos convertimos en lo que nos contamos a nosotros mismos.

“Aquéllos que cuentan las historias tienen el poder en la sociedad. Hoy, la televisión cuenta la mayor parte de las historias a la mayor parte de la gente, la mayor parte del tiempo.” — George Gerbner

“Whether you read a newspaper, watch TV or follow the news online, only 14 percent of the stories you hear about were developed by journalists defining an issue and pursuing it. A staggering 86 percent of the stories were fed to broadcasters by official sources and press releases. In 1960 the PR agent-to-journalist ratio operating in the US was 0.75 to 1. Today the ratio is 5 to 1.” – John Nichols and Robert W. McChesney, The Death and Life of American Journalism 

“Ya sea que leas un periódico, veas la TV o sigas las noticias en línea, sólo el 14 por ciento de las historias de las que escuchas fueron desarrolladas por periodistas definiendo un problema y dándole seguimiento. Un apabullante 86 por ciento de las historias les fueron dadas a los difusores por fuentes oficiales y comunicados de prensa. En 1960, el índice de agente de RRPP-a-periodista operando en los Estados Unidos era de 0.75 a 1. Hoy, el índice es de 5 a 1.” — John Nichols y Robert W. McChesney, La Muerte y Vida del Periodismo en los Estados Unidos.

Paul Harvey concluyó su discurso del 2003 diciendo:

“¿No es una pena que con noticias ruidosas, estresantes, deprimentes hora tras hora, día tras día, por nuestro énfasis en todas las cosas malas, crimen e inflación y polución e inundaciones e incendios y discordia y descontento; por nuestra persistente preocupación con lo negativo, tendemos a no-vendernos a nosotros y a nuestros hijos una forma de vida que, de hecho, es la envidia del resto del mundo. Y esa repetición es efectiva. Te lo digo, la repetición es efectiva. La repetición es efectiva.”

Tú y yo hablamos un mundo a la existencia todos los días.

Y el tipo de mundo que creamos

Sólo depende

De las clases de historias

Que contamos.

Roy H. Williams

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