La Nave Espacial Tierra

La Nave Espacial Tierra

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La Nave Espacial Tierra

Tu vida es una travesía a solas; una generación es una travesía colectiva.

Le estamos dando vueltas a una bola de fuego de 11,000 grados mientras se desplaza a través de un vacío ilimitado a 52 veces la velocidad de un proyectil.

Si esta roca cubierta de tierra que ocupamos fuera del tamaño de un globo terráqueo escolar estándar, cubierta con una capa de barniz, el grosor de ese barniz representaría el aire que respiramos.

Lo queramos o no, estamos todos juntos en esto.

Todos nosotros los siete y medio millardos que somos.

Cuando se oscurezca hoy en la noche, mira las estrellas. Vas a ver por la ventada de nuestra nave espacial.

Si pudiéramos dirigir nuestra bola de fuego de 11,000 grados hacia la más cercana de sus hermanas – esas cosas que llamamos estrellas – nos tomaría 63,000 años en llegar allí, aún y cuando estaríamos disparándonos por el espacio a 52 veces la velocidad de un proyectil que va a 865mph. (1)

Justo ahora tú crees que te voy a hablar acerca de tolerancia cultural o calentamiento global o paz mundial o cualquier otra gran idea.

Pero estás equivocado.

Mi meta de hoy es enseñarte cómo utilizar metáforas para hacer que tus datos sean más interesantes para que puedas persuadir a más gente.

Tomé prestada una metáfora de la tierra siendo una nave espacial de Buckminster Fuller y la del barniz en el globo vino de Una Verdad Inconveniente de Al Gore.

Una metáfora relaciona lo no familiar con lo familiar, lo desconocido con lo conocido, efectivamente traduciendo tus datos a un lenguaje que tu escucha pueda entender.

Una buena metáfora agudiza el punto de tus datos.

Una vez hayas escogido tu metáfora, tu segundo reto será seleccionar sujetos y verbos que lleven el voltaje de la sorpresa leve.

Yo podría haber dicho: “La tierra orbita alrededor del sol mientras se mueve en el espacio a 0.0004842454 ua (unidades astronómicas).” Pero escogí decir en vez: “Le estamos dando vueltas a una bola de fuego de 11,000 grados mientras se desplaza a través de un vacío ilimitado a 52 veces la velocidad de un proyectil.”

“Le estamos dando vuelta” hace que te mires a ti mismo en la historia. Este es el primer paso hacia enganchar con tu lector.

“bola de fuego de 11,000 grados” es más vívido que “el sol,”

“se desplaza a través de un vacío ilimitado” es más emocionante que “se mueve en el espacio,”

y “52 veces la velocidad de un proyectil” da un golpe más fuerte que “unidades astronómicas.”

La comunicación brillante no es el producto del ingenio o el carisma, ni siquiera del talento.

La preparación es lo que hace que se encienda el brillo de tu mensaje hasta arriba para que penetre la oscuridad como un faro a la medianoche. En las palabras de Alec Nevala-Lee: “Una buena sorpresa demanda trabajo metódico de antemano. Al igual que cualquier truco de la mano, depende de hacer que el resultado de la preparación cuidadosa parezca casual, hasta milagrosa.”

“Como un faro a la medianoche” no fue técnicamente una metáfora, por cierto. Es un símil. Metáfora: La tierra es una nave espacial. Símil: La tierra es como  una nave espacial. Un símil se siente como una metáfora y se puede utilizar para alcanzar el mismo efecto.

1Escribe lo que quieres decir. No lo pienses demasiado. Sólo pon palabras en el papel.

2Encuentra una metáfora que relacione tu información a una idea que tu audiencia ya entiende.

3Ahora mira lo que escribiste y reemplaza las palabras cansadas y aburridas con algunas enérgicas y brillantes.

¿Quieres saber un secreto? En realidad no existe tal cosa como escribir bien. Sólo existe volver a escribir bien.

Ernest Hemingway ganó ambos, el Premio Pulitzer y el Premio Nobel en Literatura. Cada vez que él llegaba a un lugar en donde las palabras no fluían, hacía a un lado su trabajo y respondía alguna correspondencia para poder tomarse un momento de “la espantosa responsabilidad de tener qué escribir” —— o, como alguna vez la llamó “la responsabilidad de escribir horriblemente.” (2) En una carta a Arnold Samuelson de 22 años en 1934, Hemingway le aconsejó que luego de escribir algo que uno piensa que está bastante bien, uno debería: “dejarlo solo y no pensar en ello; deja que tu mente subconsciente haga el trabajo. A la mañana siguiente, cuando hayas dormido bien y te sientas fresco, vuelve a escribir lo que escribiste el día anterior.”

Haber tenido la valentía de escribir horriblemente es el primer paso hacia una comunicación brillante. El segundo paso es ver ese primer borrador y decir: “¿Cómo puedo mejorar esto?”

Un último consejo: Lee buena escritura, pues “Así como leas, así vas a escribir.” Gene Fowler lo dijo así: “La mejor forma de convertirse en un escritor exitoso es leer buenas escrituras, recordarlas y luego olvidar de dónde es que las recuerdas.”

Los comunicadores brillantes desarrollan relaciones más fuertes, alcanzan metas más altas y hacen más dinero.

¿Por qué no convertirse en uno?

Roy H. Williams

 

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